El papel del entrenador en las rutinas de un deportista
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La figura del entrenador tiene muchas funciones y una de ellas es establecer rutinas para el deportista que entrena. Esta función no es cosa menor, pues las rutinas son un componente esencial para maximizar el rendimiento y eliminar los nervios antes de una competición.
Normalmente, los deportistas no son conscientes de su importancia, pero lo cierto es que la gran mayoría tiene sus rutinas y rituales propios. Un entrenador puede observar y moldear rutinas simplemente observando a su deportista antes de una competición: ¿cómo se prepara?, ¿qué acciones hace?, ¿tiene algún ritual u objeto especial?
La observación es solo el primer paso, ya que crear rutinas para otra persona requiere de un conocimiento en profundidad para adaptarse a su forma de ser y encontrar aquella que mejor funcione. A continuación, destacamos la importancia del entrenador dentro de las rutinas de un deportista.
Sirve como una fuente de disciplina
El éxito de las rutinas no está solo en su implementación, sino que el verdadero poder reside en comprometerse con ellas y cumplirlas en momentos clave. Los deportistas pueden ser buenos en el primer paso, pero tener problemas a la hora de seguir una disciplina en su cumplimiento. En esta situación, la figura del entrenador cobra mucha importancia.
Los entrenadores pueden supervisar que el deportista sigue las rutinas establecidas, y recordárselo cuando no lo está haciendo. Esta supervisión debe realizarse de manera flexible. Es decir, si se detecta un incumplimiento continuo a lo mejor, el problema no está en el atleta, sino en que la rutina no se ajusta a sus habilidades.
Proporciona refuerzo e información sobre el progreso
Una de las funciones poco conocidas de las rutinas es que si se trabajan bien pueden servir para aumentar la motivación. La razón que explica esto es que indican cuándo el deportista debe rendir al máximo porque está ante un desafío importante. Este estímulo se puede interpretar como un aumento de la activación y motivación.
Además, para estar motivado es imprescindible recibir refuerzos, ya sea por parte de uno mismo, el entrenador o mediante la percepción de los progresos.
Un buen entrenador es aquel que proporciona siempre refuerzo positivo y el que corrige los aspectos técnico-tácticos. Un estudio efectuado por la Universidad de Extremadura afirma que en los deportes de equipo, este estilo de liderazgo es el que más se relaciona con un clima motivacional dirigido a la tarea, fundamentado en que los compañeros se ayuden entre ellos y estén unidos.
Introduce variedad según sus conocimientos
Algo que caracteriza a los buenos entrenadores es que poseen un amplio conocimiento sobre el deporte que imparten. A la hora de hablar de él o de mostrar los ejercicios uno puede darse cuenta de que está frente a un experto en la materia.
Pero esto por sí solo no es suficiente, pues una cosa es poseer los conocimientos y otra diferente saber transmitirlos a otra persona. Los entrenadores deben prestar atención a ambas facetas y comprobar que sus deportistas entienden de lo que se les está hablando.
Los conocimientos del entrenador sirven para enriquecer las rutinas del deportista y hacerlas más variadas. Cuando uno entrena por su cuenta, siempre se tiende a hacer los mismos ejercicios hasta llegar al aburrimiento. En efecto, la ayuda de un entrenador es eficaz para romper la monotonía y aportar nuevos recursos.
Aporta experiencia personal
La mayoría, por no decir todos, de los entrenadores han sido deportistas en épocas anteriores, y como deportistas habrán experimentado y afrontando la presión antes de una competición.
Transmitir esa parte de conocimiento episódico es de gran ayuda para todos aquellos atletas que se encuentran en esa misma situación. Muchos de ellos no saben cómo manejar el estrés, por lo que contar con un testimonio de primera mano aumenta la seguridad en uno mismo. Además, que este tipo de conocimiento que proviene de uno mismo es en muchas ocasiones más útil que el teórico
Siempre haz caso al entrenador
El proceso de convertirse en entrenador no es fácil, requiere mucha preparación y formación que en numerosas ocasiones pasa desapercibida para los demás. Sin embargo, cuando uno trata de cerca con un entrenador, se da cuenta de que es un experto en su deporte.
Por otro lado, y según lo que afirma un estudio realizado por la Federación Internacional de Tenis, es responsabilidad de los entrenadores ayudar a los deportistas a escoger, entrenar y llevar a cabo aquellas rutinas que más se ajustan a él. Con todo esto, acostúmbrate a consensuar rutinas y notarás la diferencia en el corto plazo.
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