Síntomas y causas de la vigorexia

La vigorexia es un trastorno psicológico que se caracteriza por una adicción desmesurada al ejercicio físico. Continúa leyendo para conocer sus principales síntomas y causas.
Síntomas y causas de la vigorexia
Gloria Redondo Rincon

Escrito y verificado por la psicóloga deportiva Gloria Redondo Rincon.

Última actualización: 26 mayo, 2023

La adicción al ejercicio físico es una afección creciente durante las últimas épocas. Por ello, conocer los síntomas y causas de la vigorexia se convierte en un asunto prioritario para garantizar la salud de los deportistas.

Los síntomas de la vigorexia son similares a cualquier otro trastorno relacionado con la adicción. Esto es la búsqueda compulsiva del elemento adictivo y las reacciones emocionales negativas cuando éste no está disponible. Sin embargo, tiene unas peculiaridades a las que merece la pena prestar atención.

Por otro lado, en cuanto a causas de la vigorexia y al igual que en el caso de todos los trastornos psicológicos, no se puede establecer una única causa que lo origine. Lo más habitual es que sea un conjunto de factores biológicos, psicológicos y sociales que actúan de forma aditiva hasta que la persona desarrolla adición al ejercicio físico.

Dadas las consecuencias tan negativas que tiene este trastorno para a salud de la persona, a continuación profundizaremos en los síntomas y causas de la vigorexia.

Síntomas de la vigorexia

Las consecuencias de la adicción al deporte afectan varios aspectos de la vida.
La vigorexia se caracteriza por síntomas conductuales, emocionales y cognitivos.

La vigorexia es un trastorno con muchas manifestaciones cognitivas, emocionales y conductuales. No obstante, no todas aparecen siempre, sino que hay algunas más reconocibles y comunes. Los síntomas más frecuentes de la vigorexia son:

  • No estar contento con las horas de entrenamiento: las personas con vigorexia pueden entrenar varias horas al día y aún así sentir que no han entrenado los suficiente.
  • Reacciones emocionales de ira o agresividad cuando no se puede entrenar.
  • Conductas compulsivas: mirarse constantemente en el espejo, compararse con los demás o pesarse varias veces al día.
  • Seguir dietas poco nutritivas con un exceso de proteínas, ninguna grasa, o abusar de los suplementos alimenticios.
  • Distorsión de la imagen corporal: a pesar de tener unos músculos hipertrofiados, la persona con vigorexia nunca estará contenta con lo que ve en el espejo.
  • Baja autoestima y poca confianza en ellos mismos.
  • Aislamiento social: dedican la mayor parte del tiempo a entrenar, y se aíslan de sus amistades y familiares lo que dificulta más pedir ayuda.

Causas de la vigorexia

Conocer los síntomas de la vigorexia es un gran paso para poder reconocer y tratar el trastorno cuanto antes. Además, una intervención integral tiene que tener en cuenta posibles causas para evitar que una vez se solucione el problema, éste se vuelva a repetir. 

Como hemos dicho antes, es poco probable que una única causa sea capaz de explicar el origen y mantenimiento de la vigorexia. Seguramente en su desarrollo hayan intervenido múltiples circunstancias. A continuación vamos a explicar los factores que más se han vinculado con la adicción al ejercicio, desde los más amplios a los más concretos.

Factores socioculturales

De la misma manera que las creencias y expectativas sociales sobre el físico influyen en el origen de los trastornos alimenticios, en el caso de vigorexia pasa el mismo proceso.

Estas creencias canónicas afectan principalmente a los hombres, pues la sociedad asume erróneamente que un cuerpo bonito es un cuerpo musculado, independiente de otros parámetros de salud más objetivos.

Una persona que asume esas ideas como verdaderas tenderá a identificarse con modelos corporales poco sanos. Estos modelos representan un ideal inalcanzable que solo genera frustración, ya que cada persona tiene unas proporciones únicas, y por tanto no debería esforzarse en alcanzar un físico que pertenece a otro deportista.

Factores psicológicos

A nivel personal, existen unos rasgos de personalidad que harían a la persona más vulnerable a desarrollar síntomas. Esto no quiere decir que exista una relación causa-efecto entre maneras de ser y la vigorexia, sino que esta forma de ser aumentaría las probabilidades de desarrollar el trastorno.

Los ejercicios para bajar de peso combinan trabajos de fuerza y musculación con los de cardio.
La baja autoestima es uno de los rasgos psicológicos que aumentan la probabilidad de sufrir vigorexia.

De acuerdo con una revisión realizada por la Universidad de Cienfuegos, las personas inestables emocionalmente, introvertidas, con baja autoestima, e infancias conflictivas configuran el perfil prototipo de deportista propenso a sufrir vigorexia.

Factores biológicos

Una hipótesis muy interesante sobre la génesis de la vigorexia hace referencia a las hormonas y las estructuras cerebrales activadas después de entrenar.

Según esta idea, el desarrollo de la adicción al ejercicio físico es similar al de otra adicción, solo que el placer se obtiene de forma inherente al entrenar y no hace falta recurrir a una sustancia externa.

En este sentido, la dependencia del ejercicio físico se relaciona con tres mecanismos: la liberación de opioides endógenos; el aumento de los niveles de dopamina y serotonina; y la activación del circuito de recompensa.

La mejor actuación contra la vigorexia es la prevención

Conocer los síntomas y causas de la vigorexia es una tarea fundamental para cualquier persona que esté en estrecho contacto con el ejercicio físico. No solo para ayudar a otros deportistas que puedan presentar este problema, sino para detectarse a uno mismo comportamientos inadecuados y poco saludables.

Por último, no se puede olvidar que en estos casos la prevención vale más que cualquier intervención. Por esa razón, la educación en hábitos saludables debería convertirse en asignatura obligatoria.


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  • Alonso, C. A. M. (2006). Vigorexia: enfermedad o adaptación. Ef Deportes Revista Digital, Buenos Aires. Ano, 11.
  • Mantero Suárez, G. (2018). Sistema de recompensa del cerebro y neuronas del placer.

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