Grande es la persona que deja un gran vacío cuando se va
Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater
Grande no es la persona que más espacio ocupa en una silla. Grande es la persona que llena tu vacío emocional sin pedir nada a cambio, y aquel que te deja mil alientos y recuerdos cuando ya no tienes su presencia.
No estamos hablando solo de la pérdida física, de la muerte. Las personas dejamos ir a muchos seres queridos a lo largo de nuestras vidas por diferentes razones. Puede que fuera una relación que te hizo feliz pero que, por determinadas circunstancias, era mejor romper.
Y también nos dejan su ausencia aquellos que por razones de trabajo deben irse de nuestro lado. De la misma forma, ellos marcan un vacío en nuestro día a día y una nostalgia a la que nos hemos de acostumbrar, y que debemos aliviar con esas llamadas, con esos mensajes cotidianos y necesitados.
Personas de tamaño XXL que llenan tu vacío
En la vida merece la pena rodearnos de personas de tamaño XXL, esas más grandes por dentro que por fuera que llenan tu vacío con alegrías, cercanías y positivismo con la máxima humildad y reciprocidad.
Y ahora dinos… ¿Tienes a tu lado a alguna persona así? ¿O está ya en tu recuerdo porque no está a tu lado? Reflexionemos hoy sobre ello.
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El vacío de no tener a alguien “grande” junto a ti
Hablemos primero de pérdidas, de esas ausencias difíciles a las que no nos acostumbramos nunca. Toda ausencia implica, al fin y al cabo, un tipo de duelo, y eso es algo a lo que hemos de habituarnos, casi de forma obligada, a lo largo de nuestra vida: a que nada permanece, a que somos simples pasajeros de este camino maravilloso.
- Si alguien fue grande en tu vida es porque supo hacerte feliz, y esa, es una habilidad en la que no muchas personas están “especializadas”.
- También tenemos claro que quien más feliz nos hizo es quien más nos hará sufrir cuando no lo tengamos a nuestro lado. No obstante, es necesario quedarnos con su legado excepcional una vez hayamos pasado el duelo.
- Toda pérdida, ya sea una muerte o una separación, implica pasar un tiempo de recogimiento donde vivir la tristeza. Hay que desahogarla, aceptarla y asumirla.
- Cuando hayamos pasado el duelo, es necesario cubrir el vacío. Y lo haremos a modo de homenaje. Haz a esa persona tan grande el honor de volver a sonreír por ella, de ser feliz por su recuerdo.
Porque te enseñó qué es la alegría y dejar de practicarla por no tenerlos a nuestro lado sería como ofenderlos, como quitarles importancia. No lo hagas.
No lo evites. Regala amor, vive con ilusión y tranquilidad sabiendo que todo lo vivido mereció la pena. Porque el mejor regalo que te han hecho es conocer a estas personas grandes de alma, mente y corazón que pintan de nobleza nuestro mundo.
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Practica la “grandeza” en tu día a día
No solo es bueno rodearnos de personas nobles, de esas que no dejan vacío alguno en nuestro corazón, sino que lo llenan de cosas positivas. Es necesario que también nosotros aprendamos a “ser grandes”. Te explicamos cómo.
Practica la humildad
- Reconoce a la otra persona como parte de ti, y hazlo con humildad, con respeto y sencillez. Una vida que se lleva a cabo desde la sencillez, evita artificios y muchas preocupaciones cotidianas.
- Recuerda eso de que “menos es más”. No veas el mundo como un escenario lleno de gente, sino de personas de las que aprender con humildad, en respeto y armonía.
- Evita “apegarte” a las cosas materiales. Avanza ligero de pesos en tu espalda y bien lleno de emociones positivas, ahí donde no exista el rencor o el odio.
Evita dejar cicatrices a otras personas, o ese vacío en el corazón cargado de amarguras que complican aún más la convivencia. Deja huellas, huellas positivas con las cuales también tú te enriquecerás.
Ahora bien, sabemos que no siempre es fácil llevarse bien con todo el mundo. Por ello, siempre te vendrá bien practicar la economía emocional:
- Desactiva rencores mediante el perdón y la lejanía. Si alguien te ofende o limita tu crecimiento personal, deja de alimentar ese vínculo. Pon distancia pero no odies. No guardes rencor o te será difícil pasar página.
- Ofrece emociones positivas: alegría, optimismo, ilusión… No obstante, sé consciente de que, al igual que tú lo ofreces, también mereces recibir emociones positivas.
La felicidad está en el equilibrio, en “crecer” un poco más cada día a través de estos nobles pensamientos. La vida es muy corta para llenarla del vacío de la amargura. Abre los ojos a la ilusión y rodéate de gente que valga la pena. Esas que eches en falta cuando ya no estén junto a ti porque, entonces, serán el mejor tesoro en tu corazón.
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