Hábitos saludables que ayudan a hacer la digestión
Hay varios hábitos saludables que ayudan a hacer la digestión que, a pesar de que son muy sencillos, tienen un gran efecto en el organismo. ¿Crees que los conoces? Si tienes dudas lo mejor será que le des un vistazo al siguiente repaso.
Es increíble cómo las pequeñas acciones que realizamos antes, durante y después de comer pueden marcar la diferencia entre una buena y una mala digestión. Por ello, hay que saber prestar atención a los detalles.
Por supuesto, hay otros factores que también pueden incidir en el tipo de digestión. Algunos de los más comunes son el estrés, el sedentarismo, la insuficiencia de fibra, una mala hidratación, etcétera. De allí la importancia de llevar un estilo saludable: las acciones se complementan entre sí y permiten obtener beneficios para el organismo.
Hábitos saludables que ayudan a la digestión
Teniendo en cuenta que el sistema digestivo nunca descansa del todo, es fundamental saber cómo cuidarlo. ¿Cómo? Muy fácil, cuidando lo que comemos, las cantidades, la forma e, incluso, aprendiendo a reposar adecuadamente después de las comidas. Veamos más a continuación.
Reposar, no dormir después de comer
Si te acuestas a dormir inmediatamente después de comer, lo único que conseguirás es una digestión pesada. Al acostarte, los jugos gástricos suben por el esófago y esto ocasiona reflujo. Por ello, muchos recomiendan no acostarse ni dormirse durante los próximos 40 minutos después de comer.
En lugar de ello, lo mejor es sentarse en una postura cómoda y tratar de realizar alguna actividad relajada que no invite al sueño. Y ojo, así como no se recomienda dormirse, tampoco se recomienda realizar actividad física intensa justo después de comer. Ambas acciones causan indigestión.
Consumir alimentos de calidad
Hay ciertos alimentos altamente nutritivos que pueden ayudar a realizar una buena digestión: el yogur, el kéfir, varias frutas y vegetales. Esto puede parecer una recomendación obvia, pero hay que recordar que, muchas veces, se toman postres, bebidas y otros alimentos procesados que, en lugar de facilitar el proceso digestivo, lo ralentizan.
Se recomienda consumir alimentos probióticos para cuidar la flora o microbiota intestinal y fortalecer el sistema inmunitario. Hay quienes toman un complementos dietéticos a base de serrazimes o bromelina, para fomentar las enzimas proteicas.
Moderar las cantidades
Otro de los hábitos saludables que ayudan a hacer la digestión consiste en comer con moderación. Parece una recomendación muy sencilla, pero es realmente eficaz. También es fundamental respetar los horarios de comida. De esta manera, el organismo tendrá mayor facilidad para mantener un equilibrio.
Adicionalmente es conveniente realizar, como mínimo 3 comidas al día y al menos una merienda entre dos de ellas. Por supuesto, los desayunos deben ser consistentes y las cenas ligeras.
Si queremos ir un poco más allá, se recomienda consumir menor cantidad de calorías, en cada comida del día; pues esto ayuda a tener digestiones más fáciles. Además de aliviar el gasto energético y, por consiguiente, el uso de enzimas.
Moverse
El ejercicio diario es importante para mantener la buena salud en líneas generales. Ahora, practicar actividad física intensa, al menos durante veinte o treinta minutos diarios, también puede ser beneficioso para mejorar las digestiones e impulsar la segregación de hormonas y enzimas.
La natación, el jogging, el yoga y otras prácticas son muy buenas opciones para empezar a cuidarse mejor, hacer una buena rutina y mantenerse activo.
Mantener a raya el estrés
Los estados de nerviosismo promueven los gases estomacales y promueven diversas alteraciones del proceso digestivo. Por ello, es importante estar relajados y comer con calma para poder tener buenas digestiones. Hay que recordar que uno de los factores que inciden de forma negativa en el proceso es precisamente el estrés.
Mantener un ritmo de vida ajetreado, sin calma y sin prestar atención a lo que se come y la forma de hacerlo es uno de los primeros obstáculos a la hora de hacer una buena digestión. Por tanto, debemos masticar muy bien los alimentos, sin apuros.
No podemos engullir en dos minutos algo que el cuerpo va a asimilar en varias horas. Hay que masticar y ensalivar bien cada alimento, antes de tragar. No hay que olvidar que la digestión empieza en la boca con la acción de las enzimas de la saliva.
¿Qué más se debe evitar?
Evita el consumo de chicles, caramelos, gominolas y otros snacks entre horas que hacen que el organismo segregue enzimas y jugos gástricos que luego no van a ser utilizados. Ni qué decir de los fritos, la comida rápida y las salsas grasientas.
Mantener hábitos saludables que ayudan a hacer la digestión es una cuestión del día a día y de pequeñas acciones sostenidas de forma coherente en el tiempo, no de una sola acción en un momento puntual. Por tanto, hay que intentar llevar un estilo de vida saludable en todo momento, no solamente cuando queremos obtener un beneficio en concreto.
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