Higiene después del sexo: ¿qué tener en cuenta?

La higiene después de los encuentros sexuales es imprescindible para prevenir infecciones. Además, permite disfrutar con plenitud los encuentros íntimos. ¿Qué se debe tener en cuenta?
Isbelia Esther Farías López

Revisado y aprobado por la filósofa Isbelia Esther Farías López.

Última actualización: 01 junio, 2023

La higiene después del sexo es un aspecto fundamental que muchas parejas deben considerar con el fin de evitar ciertas infecciones. Estas últimas, aunque son más frecuentes en las mujeres, también pueden afectar a los hombres.

Ahora bien, con frecuencia, la mujer puede desarrollar enfermedades cérvico-vaginales, ya que la mala higiene tras el encuentro íntimo es uno de los factores detonantes, como lo detalla una publicación en Journal of Gynecologic Oncology.

Entonces, ¿qué hacer para mejorarlo? ¿cuáles son los hábitos de higiene que se deben considerar tras tener relaciones sexuales? En esta oportunidad queremos detallar todo al respecto.

Recomendaciones de higiene generales

En un gran número de casos, las infecciones genitales tienen su origen en una mala práctica de hábitos de higiene. Tanto las bacterias, como los virus y hongos consiguen atacar con facilidad cuando no hay una limpieza adecuada. Por eso, en general, se recomienda lo siguiente:

  1. Tomar un baño antes y después de la relación sexual.
  2. Cambios diarios de la ropa íntima.
  3. Evitar relaciones sexuales si se padece de alguna infección genital.
  4. Evitar tener varias parejas sexuales.

Pero, además de estas recomendaciones, también hay otros puntos que se deben considerar. En los siguientes apartados vamos a abordarlos de forma más detallada.

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Higiene después del sexo: puntos claves

Uno de los puntos claves para una buena higiene después del sexo es orinar, ya que esto ayuda a eliminar bacterias que pueden estar presentes durante el contacto sexual. De igual forma, se recomienda ingerir suficiente agua, dado que esto, además de hidratar el cuerpo, contribuye a orinar con más frecuencia.

Orinar puede ayudar a eliminar las bacterias que se encuentren en el tracto urinario de la mujer y, de este modo, disminuye el riesgo de cuadros de cistitis. Por supuesto, tampoco se trata de ingerir líquidos en cantidades excesivas porque puede ser perjudicial.

En el caso de los hombres, orinar puede contribuir a la prevención de la uretritis de transmisión sexual, producidas por el mismo contacto.

Otras recomendaciones para la higiene después del sexo

  • Se sugiere lavar las manos, el rostro o cualquier otra parte del cuerpo que, además de los genitales, haya podido estar en contacto con los órganos sexuales.
  • Emplear un jabón específico para la zona íntima.
  • Usar geles hidratantes la zona íntima.
  • En caso de usar jabón, este debe ser neutro para evitar irritaciones.
  • Evitar los lavados excesivos con productos que pueden ser nocivos para la zona íntima, como los geles corporales que no son específicos para el área genital. Estos alteran el pH de la zona  vaginal y pueden ocasionar sequedad y otras lesiones.
  • Utilizar ropa íntima con telas de algodón, y evitar aquellas que son sintéticas o muy ajustadas, puesto que producen mayor sudoración, y esto altera la microbiota vaginal.
  • De igual modo, es recomendable tener una alimentación equilibrada y saludable.
  • Tener una buena higiene del sueño, pues esto también afecta la salud sexual.

Higiene después del sexo: ¿qué más se debe considerar?

Aparte de las sugerencias previas, es importante recordar que, en el caso de las mujeres, no es recomendable mantener relaciones sexuales si no existe una buena estimulación.

Sin una buena lubricación, es posible que se produzcan lesiones en la mucosa genital. En el caso de padecer sequedad, se puede hacer uso de lubricantes. No obstante, es conveniente elegir fórmulas suaves, libres de componentes irritantes.

En general, tomar estas pautas para la higiene después del sexo permite disfrutar de una sexualidad plena y segura. Pese a esto, siempre es bueno solicitar un chequeo ginecológico, ya que el profesional podrá determinar si existen infecciones o si son necesarias pautas concretas para cuidar la zona íntima.


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