Hiperlactancia o sobreproducción de leche materna: lo que debes saber

La hiperlactancia entorpece el proceso de amamantar al bebé y puede generar problemas de salud en madre e hijo. Te contamos por qué se produce y cómo tratarla.
Hiperlactancia o sobreproducción de leche materna: lo que debes saber
Elena Sanz

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz.

Escrito por Elena Sanz

Última actualización: 01 junio, 2023

La lactancia materna es uno de los mayores regalos que puedes hacerle a tu bebé. Con ella, no solo garantizas una nutrición óptima, sino que también contribuyes a crear un sólido vínculo emocional entre madre e hijo. Sin embargo, establecer y mantener la lactancia no siempre es sencillo; en el proceso pueden surgir diversas dificultades que, de no atenderse adecuadamente, pueden llevarte a abandonar, como la hiperlactancia.

La mayor parte de las embarazadas y madres recientes temen no tener suficiente leche materna para cubrir las necesidades de sus bebés. Por ello, a simple vista, la sobreproducción puede no parecer un problema.

Sin embargo, la hiperlactancia es una condición que causa incomodidad en la mujer y en el niño, y puede derivar en algunos problemas de salud. Para que nada empañe esta bonita experiencia, te contamos más al respecto y te mostramos cómo manejar esta situación.

¿Qué es la hiperlactancia y por qué sucede?

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La hiperlactancia implica una superproducción de leche que podría, en ultima instancia, dificultar la lactancia.

Se denomina hiperlactancia a la producción excesiva de leche materna. Las mujeres que lo padecen presentan un flujo rápido, constante y abundante de leche que genera diversos inconvenientes. Para comprender a qué se debe este suministro excesivo, es importante recordar cómo funciona el proceso de establecimiento de la lactancia.

Es normal que durante las primeras cuatro o seis semanas tras el parto la producción de leche sea más elevada. Durante este tiempo, el cuerpo irá aprendiendo qué cantidad de alimento necesita el bebé y se irá ajustando a su demanda. Del mismo modo, el niño practicará y ganará soltura en la succión, de forma que finalmente ambos se sincronizarán. Sin embargo, algunas mujeres siguen presentando sobreabundancia de leche después de este periodo.

La hiperlactancia puede tener diversas causas. Algunas mujeres, de forma natural, tienen una producción excesiva de leche debido a una predisposición congénita. Otras pueden ser excesivamente sensibles a la estimulación y liberar demasiada hormona prolactina en la sangre. Pero, en otros casos, son factores controlables los que están contribuyendo: por ejemplo, una mala práctica de lactancia.

Síntomas de la hiperlactancia

Para definir si sufres hiperlactancia, puedes fijarte en una serie de síntomas que se presentarán tanto en ti como en tu bebé. En el caso del infante, los más comunes son los siguientes:

En el bebé

  • Al darle el pecho, tose y se atraganta. Esto puede suceder porque no es capaz de gestionar la rapidez y la abundancia del suministro de leche.
  • Muestra patrones de agarre inadecuados. Por ejemplo, tira del pecho como peleándose con él, muerde el pezón o traga y devora el alimento con una actitud ansiosa. Otros niños, por el contrario, amamantan con la boca suelta sin apenas agarrarse al pezón, dando la impresión de ser perezosos.
  • Está inquieto, angustiado o irritable durante las tomas, y puede, incluso, ponerse a llorar.
  • La regurgitaciones son frecuentes, así como la necesidad de eructar. Esto sucede porque el niño, al amamantar, traga demasiado aire. Los cólicos se producen con asiduidad y pueden aparecer heces explosivas y de color verde.
  • El bebé se muestra constantemente hambriento y pide el pecho con bastante frecuencia. Además, aumenta de peso de forma más rápida de lo que cabría esperar.

En la madre

Tú, como madre, también sufrirás una serie de síntomas y consecuencias que pueden ayudarte a identificar lo que está pasando:

  • Notas tus pechos constantemente llenos, congestionados y tensos.
  • Sientes dolor de senos frecuentemente y la bajada de la leche es dolorosa.
  • Sufres pérdidas de leche durante la jornada que te incomodan
  • Debido al mal agarre del bebé, es común que se presenten pezones agrietados y un mayor riesgo de mastitis recurrentes y obstrucciones en los conductos.

Consecuencias de la sobreproducción de leche materna

Lactancia materna y cambios de color de la leche.
Si sospechas que padeces de hiperlactancia, consulta con el médico.

La hiperlactancia puede hacer que el momento de amamantar a tu bebé sea incómodo y desagradable para ambos, además de generar los síntomas que acabamos de mencionar. Pero, además, puede tener otras consecuencias importantes.

Por ejemplo, tu bebé puede no estar obteniendo los nutrientes suficientes, ya que la leche materna al inicio de las tomas está compuesta principalmente por lactosa. Si se llena antes de llegar a la leche con alto contenido en grasas (que se produce más adelante), presentará un déficit en este aspecto.

Por otro lado, es común que algunas madres confundan la hiperlactancia con una producción insuficiente de leche, ya que los bebés se muestran siempre hambrientos. Así, pueden tomar suplementos para aumentar la producción y agravar el problema ya existente.

¿Cómo abordar la hiperlactancia?

Si actualmente tu producción de leche materna es excesiva, existen algunas pautas que puedes aplicar para revertir este problema:

  • Amamanta a tu hijo estando reclinada o acostada. Esto permitirá que el niño tenga un mayor control y no se atragante ni se sienta abrumado.
  • Evita extraerte leche de forma frecuente. Con esto, le envías la señal a tu cuerpo de que la demanda es mayor y que necesita producir más aún.
  • En cada toma, dale a tu hijo únicamente un pecho en lugar de alternar. De esta forma, permites que se vacíe correctamente.
  • Si esto no es suficiente, continúa ofreciéndole a tu bebé el mismo pecho en todas las tomas durante un bloque de tiempo; por ejemplo, cuatro o seis horas.
  • En casos más severos, existe un procedimiento que ha mostrado ser eficaz. Este consiste en vaciar completamente los pechos y, luego, proceder con la lactancia materna unilateral anteriormente explicada. Es decir, se debe extraer de forma manual o mecánica toda la leche de ambos pechos y, luego, ofrecer cada uno de ellos en bloques de tiempo establecidos.


Consulta con un profesional

Ante la sobreproducción de leche materna, es fundamental consultar con un profesional. Él te ayudará a determinar si es realmente esto lo que está ocurriendo y te mostrará cómo proceder a continuación. Consultar con una asesora de lactancia puede ser una excelente decisión.

Por otro lado, recuerda que la situación puede demorar un tiempo antes de solucionarse por completo. No desesperes y sigue las pautas marcadas por el experto que te acompañe. Cuando todo finalice, te alegrarás de no haber abandonado la lactancia.


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