¿Qué es una histeroscopia y para qué sirve?

La histeroscopia es un gold standard para detectar y tratar anomalías uterinas. Hoy te enseñamos todo lo que debes saber al respecto.
¿Qué es una histeroscopia y para qué sirve?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 21 enero, 2022

En la actualidad existen decenas de intervenciones y exámenes que permiten explorar la vagina, el útero y las trompas de Falopio en busca de anomalías que expliquen determinados síntomas. El uso de estos varía de acuerdo con el contexto, el paciente y el criterio del especialista. Hoy te enseñamos qué es una histeroscopia, cómo se realiza y cuál es su utilidad.

La histeroscopia es un procedimiento inventado en 1865. Existen dos tipos: diagnóstica y quirúrgica. En el primer caso se trata de un examen exploratorio, mientras que en el segundo una intervención para corregir afecciones uterinas. En las líneas siguientes te enseñamos todo lo que deberías saber de ella, y también despejamos algunas dudas frecuentes.

¿Qué es una histeroscopia?

Luego de la histeroscopia no suele ser necesario un reposo
En la inmensa mayoría de los casos la histeroscopia es un procedimiento ambulatorio. Sin embargo, una pequeña proporción de pacientes podría requerir más seguimiento médico.

Una histeroscopia es un procedimiento clínico o ambulatorio que se utiliza para acceder a la cavidad uterina. Para ello se usa un histeroscopio, un instrumento delgado y flexible con una cámara e iluminación que facilita la exploración para el especialista.



Se trata de una intervención mínimamente invasiva y el gold standard para la evaluación y el tratamiento de patologías del útero, como señalan los expertos. Se identifican dos tipos de procedimientos:

  • Histeroscopia diagnóstica: se utiliza para diagnosticar problemas en el útero. Tal y como señalan los investigadores, es una opción complementaria, de manera que no elimina o sustituye a otras como la biopsia endometrial, laparoscopia, prueba de Rubin e histerosalpingografía. A menudo se hace de forma ambulatoria.
  • Histeroscopia quirúrgica: se utiliza para corregir una anomalía o condición que se ha detectado en el proceso diagnóstico. Para ello se insertan pequeños instrumentos a través del histeroscopio que permiten al especialista realizar la intervención.

Con el desarrollo de las nuevas tecnologías este procedimiento es uno de los más seguros y usados para tratar anomalías intrauterinas. A pesar de ello, en ciertos contextos puede estar restringido su uso: mujeres embarazadas, sangrado vaginal abundante o moderado (en el momento de realizar la inspección), infecciones pélvicas activas, herpes genital activo y demás.

¿Para qué sirve una histeroscopia?

La histeroscopia tiene varias indicaciones
Al tratarse de un método invasivo, existen algunas condiciones muy específicas que permiten al especialista realizar la histeroscopia.

Tal y como nos recuerda el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, la histeroscopia se utiliza principalmente para determinar las causas del sangrado vaginal anormal. El especialista puede usar este procedimiento para diagnosticar o tratar varias afecciones localizadas en el útero. Veamos una selección de contextos en los que se puede utilizar:

  • Determinar las causas de un aborto espontáneo.
  • Determinar posibles problemas de infertilidad.
  • Localizar un dispositivo intrauterino y extraerlo.
  • Realizar procesos de esterilización.
  • Verificar resultados anormales en la prueba de Papanicoláu.
  • Examinar y eliminar fibromas uterinos y pólipos.
  • Extraer muestras de tejido (biopsia).


En general estos son los usos más frecuentes de este procedimiento, aunque el especialista puede usarlo para otros o para completar otras exploraciones ya realizadas. Cualquier tipo de afección desarrollada en el útero o en sus inmediaciones son candidatas a ser diagnosticadas o tratadas a través de esta intervención.

¿Cómo se hace una histeroscopia?

Las histeroscopias se hacen por general una semana después del periodo menstrual. Esto permite una mejor exploración, diagnóstico o tratamiento de las posibles afecciones del útero. En el proceso se puede usar anestesia local, regional o general, depende de tu condición de salud y de los criterios del profesional que realiza la exploración.

Antes de insertar el histeroscopio, el especialista dilatará tu cuello uterino. Para ello utilizará dilatadores especiales o medicamentos locales. Luego, insertará el histeroscopio y moverá este último a través de la vagina, el cuello uterino y finalmente el útero. En este punto se introducirá un gas, una solución o un líquido que expandirá esta cavidad.

Generalmente para ello se utiliza dióxido de carbono o una solución salina. La cantidad exacta se controla meticulosamente para alcanzar la expansión necesaria para explorar el área. A partir de aquí el profesional empezará a revisar el revestimiento del útero y las aberturas que conectan con las trompas de Falopio. En función de qué se haga (diagnóstico o intervención quirúrgica) el procedimiento puede durar entre 15 minutos a 1 hora.

En caso de que haya planificado una histeroscopia de diagnóstico y se detecte una anomalía que se puede tratar en el momento, esta puede convertirse en el proceso en una histerectomía quirúrgica. Así se evita realizar dos intervenciones, siempre que exista el consentimiento del paciente.

Preguntas frecuentes sobre el procedimiento

Si es la primera vez que enfrentarás un procedimiento de este tipo, de seguro tienes muchas dudas que no han quedado resultan en los apartados anteriores. Respondemos así a algunas de las preguntas frecuentes sobre la histeroscopia.

¿Cuáles son los peligros de este procedimiento?

De acuerdo con John Hopkins Medicine, las complicaciones más frecuentes son infecciones, sangrado, enfermedad pélvica inflamatoria, daño en el cuello uterino y complicaciones con el gas o el líquido usado para expandir el útero.

La evidencia sugiere que el 0,76 % de las histeroscopias quirúrgicas pueden generar perforación en la cavidad uterina. Los riesgos son muy bajos, de manera que es un procedimiento seguro.

¿Cómo es el proceso de recuperación?

 

En función de la anestesia utilizada (local, regional o general) requerirás de evaluación médica entre unos minutos o varias horas. Esta consiste en la evaluación de la presión arterial, la respiración y otros valores. Cuando todos estos se encuentren estables, podrás abandonar el centro de salud.

¿Qué puedo esperar después?

Es posible que experimentes algunos efectos secundarios luego de la intervención. Los más comunes son un leve sangrado y dolor en la área abdominal. También puedes sentir incomodidad u hormigueo en la zona estomacal y en el hombro. El especialista sugerirá la ingesta de algunos medicamentos en caso de que estos efectos sean incómodos (consulta con él antes de tomar algún fármaco).

¿Debo pasar la noche en el centro médico?

Dado que es un procedimiento menor, podrás abandonar el hospital el mismo día en que se ha planificado la intervención. Esto con la salvedad de que se hayan presentado complicaciones mayores, haya habido una reacción inusual a la anestesia o el médico lo considere pertinente.

Si no has resuelto todas tus dudas con respecto a esta intervención, te invitamos a consultar directamente con tu médico. Es importante que sepas para qué se realiza el procedimiento y qué debes esperar al respecto. La histeroscopia es una exploración segura y rápida, de manera que no deberías temer en estos sentidos.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Jansen, F. W., Vredevoogd, C. B., Van Ulzen, K., Hermans, J. O., Trimbos, J. B., & Trimbos-Kemper, T. C. Complications of hysteroscopy: a prospective, multicenter study. Obstetrics & Gynecology. 2000; 96(2): 266-270.
  • Moore, J. F., & Carugno, J. Hysteroscopy. StatPearls [Internet]. 2020.
  • Valle, R. F. Hysteroscopy in the evaluation of female infertility. American journal of obstetrics and gynecology. 1980; 137(4): 425-431.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.