Humedad por filtración en el hogar: ¿cómo solucionarlo?

Las humedad por filtración afecta la estética de la casa, debilita las estructuras de los muros y empeora enfermedades respiratorias. Este inconveniente necesita de la intervención de un profesional capacitado.

La humedad por filtración se presenta cuando el agua del exterior entra en el interior de la vivienda y se queda almacenada en las paredes. Esta afección es una de las más comunes y puede ser causada por lluvia, aguas subterráneas o daños internos. ¡Descubre en este artículo cómo solucionar el inconveniente!

La filtración de líquidos es uno de los problemas más perjudiciales al interior del hogar. A nivel estructural causa el deterioro de las fachadas y el debilitamiento paulatino de los materiales que le dan solidez a los muros. Además, afecta la calidad del aire y puede empeorar enfermedades respiratorias, como el asma.

¿Cómo detectar una humedad por filtración en el hogar?

En muchos casos, las humedades inician silenciosas, sin embargo, con el paso del tiempo se transforman en un problema notorio a simple vista.

El principal signo de alerta son las manchas que aparecen en la pared y opacan el color natural de la pintura. Estas se localizan en las áreas en las que más se represa el agua y pueden empeorar día a día debido a nuevas filtraciones.

Este tipo de humedad también se puede detectar al percibir que los muros se encuentran inflados y con la pintura fragmentada a gran escala. Asimismo, es evidente la presencia de moho, el que ocasiona que el lugar permanezca frío y con malos olores.

Un fenómeno recurrente en las casas con humedad por filtración es que las paredes lucen mojadas incluso cuando no está lloviendo. Debido a esto, las tomas de corriente presentan cortocircuitos.

También, cuando el problema está muy avanzado, las goteras de los muros o los techos escurren al interior de la casa y suelen generar inundaciones. A raíz de estos hechos, los muebles sufren decoloraciones y desgastes irreversibles.

Causas de la humedad por filtración

Las grietas localizadas en los muros de las casas son la causa más frecuente por la que inician las humedades por filtración. Estas aparecen debido a cambios constantes de temperatura, errores de construcción o movimientos telúricos, y son las aberturas por las que ingresa el agua exterior.

Las tuberías rotas al interior de los muros son otra de las razones por las que se desarrolla una humedad por filtración. En estos casos es necesaria la presencia de un profesional, pues el agua queda goteando de manera permanente dentro y pone en riesgo la seguridad de los habitantes.

El problema también inicia desde que se realizan las edificaciones en el hogar. Si no se sellan correctamente las terminaciones de las puertas y ventanas quedan orificios que permiten la entrada de agua.

En el caso de los techos, las filtraciones se producen debido a tejados rotos que no contrarrestan la caída del agua de lluvia. Estos materiales se pueden dañar por recibir impactos contundentes, por estar debilitados por la luz solar y las tormentas o por no tener los mantenimientos correspondientes.

Las humedades se pueden contrarrestar mediante la impermeabilización, es decir, usando productos y cubiertas que evitan el estancamiento de agua. Sin embargo, cuando el proceso no queda bien ejecutado se convierte en otro causante de las filtraciones, ya que deja zonas desprotegidas.

Los grifos y drenajes en mal estado también son detonantes de las humedades. Estos deben ser cambiados apenas presenten fallas, pues además de filtrar el agua en las paredes, elevan los gastos y costos de los servicios públicos.

¿Cómo se puede solucionar la humedad por filtración?

En primer lugar, es importante tener en cuenta que lo ideal es contratar a un experto capacitado para reparar la humedad por filtración. El procedimiento debe comenzar con una exploración exhaustiva que permita identificar dónde nace el problema y cuáles son las causas.

Luego, lo correspondiente es que las zonas afectadas sean raspadas con una espátula de construcción, con la intención de remover la suciedad y maleza adherida. Esta fase es imprescindible, previo a los arreglos de las filtraciones, pues es necesario eliminar todos los hongos que podrían volver a producir humedad.

Cuando la pared se encuentra sin rastros de moho y pintura desconchada se deben corregir las fugas. Aquí se sellan fisuras, se cambian tuberías o se instalan tejados nuevos, dependiendo las inclemencias de cada vivienda. Posterior a ello, el área se tiene que volver a limpiar para eliminar restos de pegamento y demás productos.

Con los puntos de fuga solucionados, lo que queda es recubrir los huecos de la pared y recuperar la estética original. Para ello se tiene que aplicar un estuco de calidad hasta que el muro quede parejo.

Se lijan las áreas estucadas para terminar de eliminar la totalidad de los golpes y lograr que el muro vuelva a estar uniforme y compacto.

Como paso final, se deben pintar las estructuras con un vinilo resistente y antihumedad. Además, en las paredes interiores y exteriores se puede aplicar producto impermeabilizante.

Las claves para protegerse de la humedad

Lo más importante antes de comenzar a solucionar las humedades es llevar a cabo una planeación. Esta fase permite acordar las adecuaciones, cotizar la mano de obra y los materiales necesarios para que el arreglo no quede inconcluso.

Los expertos recomiendan programar fechas de mantenimiento, ya que las mismas permiten detectar falencias y establecer los mecanismos de solución. Las revisiones son claves para prevenir, actuar a tiempo y evitar daños irreversibles que se puedan extender hasta las casas vecinas.

Una humedad debe ser tratada por un experto, pues ellos son las personas indicadas para identificar las causas y realizar los arreglos sin dejar cabos sueltos. Asimismo, brindan una asesoría completa acerca de los materiales, el diseño y los métodos de aislamiento contra las filtraciones.

Por último, se debe prestar atención a los sótanos, las ventanas, las terrazas y los desagües. Estas áreas son las más propensas a tener humedad, debido a que tienen un contacto cercano con la lluvia y las aguas subterráneas.