Importancia del gateo en el desarrollo de los bebés
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Gatear es la primera forma de desplazamiento de los seres humanos. Es cuando los bebés usan los brazos y las piernas para moverse de forma independiente. Ese constituye uno de los puntos en la importancia del gateo en el desarrollo de los bebés.
Sin embargo, su independencia no es lo único. Por regla general, el gateo debería comenzar entre los 6 y los 10 meses, pero no ocurre así en todos los casos. ¿Quieres saber más al respecto? ¡Continúa leyendo!
Hitos motores en el desarrollo del bebé
Sentarse, gatear y caminar, son marcadores reconocibles del desarrollo de un niño. Estos hitos clave del motor grueso y del lenguaje, ocurren antes de los 2 años. Hablamos de:
- Sentarse erguidos.
- Caminar de forma independiente.
- Tener las manos libres para señalar.
- Moverse hacia objetos de interés.
Estos rasgos aumentan el potencial para aprender nuevas palabras y estarían asociados al desarrollo posterior del lenguaje pues cambian de manera radical la forma en que un niño explora su entorno.
Beneficios e importancia del gateo en el desarrollo de los bebés
Gatear es ponerse a andar con los pies y las manos en el suelo, como los gatos o cuadrúpedos. Es importante resaltar que no solo hay un tipo de gateo (el tradicional, que es el que todos esperan), sino que hay distintas formas y todas tienen los mismos beneficios para el bebé. A continuación, los detallamos.
Permite desarrollar la musculatura
Cuando el niño usa de forma coordinada los brazos y las piernas, favorece los miembros superiores e inferiores. Eso ayuda a tonificar los músculos, lo que le permitirá sentarse y caminar.
Favorece la coordinación visual y motora
Esto significa que puede coordinar sobre dónde pone el ojo y dónde el pie. Se trata de una preparación para el siguiente hito importante a nivel motriz, que es caminar.
Mejora el equilibrio
El gatear crea reacciones de apoyo y equilibrio, porque el pequeño pone su peso de una mano a otra y de un pie a otro para poder desplazarse. Así, mejora la estabilidad cervical y pélvica. Esto quiere decir que adquiere una correcta alineación de la columna y controla el movimiento de la pelvis. Hay un desarrollo del patrón cruzado, es decir, sincroniza el brazo derecho con el pie izquierdo y el pie derecho con el brazo izquierdo.
Los niños que gatean tienen mayores recursos para evitar accidentes al caerse pues habrán reforzado el reflejo de caída, con la coordinación de los miembros superiores e inferiores.
Dicha coordinación logra un desplazamiento corporal organizado y en equilibrio, con el cuerpo en movimiento.
Desarrollo de los sentidos
Cuando gatea o se arrastra integra información sensorial y de los sistemas vestibulares, visual y propioceptivo. El niño adquiere el sentido del equilibrio, del espacio y de la profundidad. Además, “las actividades inmaduras de ver, sentir y moverse se sincronizan por primera vez para aportar una imagen más completa del entorno”.
Estimula más su curiosidad y las ganas de averiguar el mundo que lo rodea. Descubrirá nuevas texturas, colores, olores y sabores, ya que querrá llevarse todo a la boca. Lo anterior contribuye al desarrollo del cerebro, dado que hay interconexión de los hemisferios que permite el paso de información. A su vez, eso favorece un mayor rendimiento cognitivo y emocional.
Ayuda a establecer el espacio – tiempo
Al desplazarse por sí solo de un lado a otro, comienza a calcular cuánto tiempo le toma llegar del punto A al punto B.
Desarrolla la autonomía
El bebé comienza a ir y venir cuando lo desea y a tomar sus primeras decisiones.
Lee también: Evaluar la capacidad motriz del bebé mes a mes
La importancia del gateo para el desarrollo psicomotor de los bebés
El gateo está relacionado con la motricidad gruesa y la psicomotricidad, desplegando un todo complejo de relaciones e interacciones simbólicas, cognitivas y sensoriomotrices. En conjunto, le brinda al niño los elementos necesarios para integrarse a su contexto familiar y social.
Lo esencial entonces, es que adquiera los patrones de gateo, una práctica que favorecerá el desarrollo de la orientación, la ubicación, el equilibrio, la percepción tridimensional y la coordinación. En tal sentido, los padres deben evitar los caminadores pues estos le impedirán al niño explorar y conocer de cerca su entorno.
Por lo tanto, los padres no deben inhibirle al niño el deseo o el impulso del gateo forzando lo que ocurrirá de manera natural solo al crear las condiciones para ello. En especial, dejándolo en el piso todo el tiempo que sea posible, eso sí, acondicionado y despejado de cualquier elemento que pudiera resultar peligroso.
¿Qué pasa si el bebé camina antes de gatear?
Si el bebé no gatea, sino que comienza a caminar, pierde la oportunidad de desarrollar todos los beneficios que esto otorga. De hecho, se les complica más el acto de caminar porque se caen y no saben qué hacer. En cambio, un niño que ya ha gateado puede moverse y levantarse.
¿Por qué un bebé no gatea?
La razón principal por la que el niño no gatea es por falta de estimulación en los primeros meses de nacido. Pero debes saber que, un tercio de los niños no gatea nunca, por lo que en este artículo sobre Detección y manejo del retraso psicomotor en la infancia, no gatear sería un un signo más “tranquilizador” en su presencia que de “alarma” en su ausencia.
Al respecto refiere dos circunstancias especiales para que no ocurra el gateo: que el niño tenga prematuridad o haya sido ingresado-encamado.
Si se trata de un niño prematuro los hitos del desarrollo psicomotor se alcanzarán más tarde y para calcular su desarrollo, debe emplearse la edad corregida; es decir la que tendría de haber nacido a término.
¿Cómo estimular al bebé para que gatee?
Hay algunas estrategias sencillas para estimular el gateo en los bebés. Hay que tener en cuenta que esta nueva etapa suele ocurrir cuando el pequeño ya ha aprendido a sentarse por su propia cuenta. Si es así, o si ya ha dado sus primeras señales de querer gatear, se puede poner en práctica lo siguiente.
1. Utiliza objetos de interés
Ponle un objeto de interés a una distancia adecuada para que se impulse e intente agarrarlo. Cuando inicie el movimiento, ponlo en posición de gateo para animarlo a alcanzar la meta. El objeto puede ser un juguete o cualquier cosa de un color llamativo, que sea seguro.
2. Usa una toalla
Enrolla una toalla en forma de rodillo, sujeta al bebé y ponlo encima para que se impulse hacia adelante y hacia atrás. Se puede también poner una toalla o sábana alrededor del tronco del bebé y levantarlo hasta que se apoye sobre los brazos y las piernas.
3. Gatea con el bebé
Ponte a gatas a su lado y desplázate con él mientras haces diferentes sonidos para que se sienta impulsado a ir en esa dirección. También lo puedes perseguir o jugar con él para que te persiga.
4. Ponle una carrera de obstáculos
Cuando veas que el bebé adopta una posición de gateo y es capaz de desplazarse, ponle objetos como obstáculos para que los supere uno a uno. Pueden ser tus piernas, una toalla, juguetes, etcétera.
5. Haz que pase tiempo boca a bajo
Ponlo boca abajo con los brazos abiertos cuando notes que ya puede erguirse y levantar la cabeza y el cuello. De esta forma, se sentirá cómodo en esa posición cuando comience a gatear.
¿Qué debes recordar?
La importancia del gateo para el desarrollo de los bebés está fuera de toda duda, no solo a nivel muscular y articular, sino en cuanto al cerebro y al ámbito psicológico. Por regla general, los pequeños empezarán a gatear cuando logran controlar su equilibrio; aún así, los padres pueden aplicar varias estrategias para facilitar este proceso.
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