¿Es normal el incremento de la frecuencia cardíaca durante el deporte?

Al realizar actividad física se incrementan las demandas energéticas de nuestros músculos, haciendo que el corazón tenga que trabajar con más intensidad. En este espacio detallamos todo sobre el aumento de la frecuencia cardíaca al realizar deporte.
¿Es normal el incremento de la frecuencia cardíaca durante el deporte?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 octubre, 2023

La frecuencia cardíaca (FC) está definida como las veces que late el corazón por unidad de tiempo, es decir, pulsaciones o latidos por minuto (lpm). El valor medio normal en reposo son 60-100 lpm. En determinados casos, la frecuencia cardíaca se puede ver alterada, aumentando o disminuyendo, dependiendo las necesidades de nuestro organismo.

En reposo, por ejemplo, puede tener diferentes condicionantes: la genética, el sexo, la edad, el estado psicológico, el estado físico, la postura, la altitud, la temperatura ambiental, el tabaco, entre otros. Es un dato que resulta muy útil para conocer de manera fácil y rápida cómo trabaja nuestro corazón. Además, nos permite conocer la intensidad del ejercicio que realizamos.

Se ha visto que realizar ejercicio físico diario reduce las pulsaciones en estado de reposo. Esto nos permite mejorar la calidad de vida y conseguir una mejor condición física. Hace que nuestro corazón realice menos esfuerzo día a día, al estar “más entrenado”. Pero, ¿cómo se afecta la frecuencia cardíaca en el momento de realizar deporte? En este espacio lo analizaremos.

¿Porqué se aumenta la frecuencia cardíaca durante el ejercicio físico?

Principalmente, al realizar ejercicio físico, los órganos que actúan en nuestro organismo son el corazón y los pulmones. Los pulmones se encargan del intercambio de oxígeno(O2) y dióxido de carbono(CO2). Consigue O2 para aumentar el funcionamiento muscular y elimina el CO2 como desecho orgánico de nuestro organismo.

En el caso del corazón, este se encarga de bombear la sangre cargada de oxígeno a los músculos, para aportarles la energía necesaria. Después, permite que se transporte la sangre cargada de CO2 hasta los pulmones para ser expulsada.

Cuando realizamos ejercicio, los músculos necesitan realizar un trabajo más intenso. Por ello, el cuerpo necesita consumir O2, y desechar CO2, en mayores cantidades. Estamos ante un aumento de las demandas energéticas.

Consecuencias del ejercicio

Por lo anterior, es necesario un aumento del bombeo cardíaco para permitir que los músculos realicen su actividad con normalidad. Y al igual que se produce un aumento de la frecuencia cardíaca, se aumenta el número de respiraciones, lo que ayuda al corazón en el momento de la actividad física.

En reposo, la frecuencia cardíaca suele ser de 60-100 lpm. En cambio, durante el ejercicio, el número de latidos normal puede variar entre 120-160 lpm.

La frecuencia máxima que puede alcanzar el corazón ante un ejercicio máximo depende de la edad y se puede estimar mediante la fórmula: frecuencia cardíaca máxima = 220 – edad.

Síntomas normales de aumento de frecuencia cardíaca y respiración durante el ejercicio

Según el proceso explicado anteriormente, podemos resumir que la actividad física produce diferentes síntomas a nivel corporal. A continuación, los detallamos:

  • Empieza la actividad sin notar aumento de pulsaciones o trabajo respiratorio.
  • A los minutos, los músculos pueden provocar sensación de hormigueo y pesadez de piernas.
  • Se aumenta la respiración de manera progresiva. Se puede percibir falta de aliento, fatiga, tos o sibilancias (sonido parecido al de un silbato cuando el aire pasa por nuestra garganta).
  • El pulso del corazón es más rápido y fuerte de lo habitual. Conocido como elevación de frecuencia cardíaca.
  • Notamos un leve dolor, opresión en el pecho o palpitaciones
  • La sensación de malestar en el inicio del ejercicio puede estabilizarse o, incluso, desaparecer. Esto permite desarrollar con normalidad la actividad.

¿Cuando deberíamos preocuparnos?

En algunos casos, la frecuencia cardíaca al realizar ejercicio físico se incrementa más de lo habitual, lo que puede ser signo de problemas cardíacos. Además, la tardía recuperación de las pulsaciones normales después de realizar la actividad también puede ser signo de dichas enfermedades.

Si al aumento de frecuencia cardíaca prolongada en el tiempo se une a dificultad respiratoria, podríamos estar ante enfermedades respiratorias. Por ello, es útil el uso de pulsómetros (por ejemplo, de pulsera) para controlar nuestros latidos por minuto y vigilar nuestra respiración, durante y después de la realización de ejercicio físico.

Frecuencia cardíaca durante el deporte: ¿qué debe quedar claro?

Es completamente normal el aumento de la frecuencia cardíaca realizando deporte. No obstante, es importante la vigilancia de signos de alarma que nos pueden indicar que podemos presentar problemas cardíacos o respiratorios. De ser así, es fundamental acudir al médico.


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