Índice de masa corporal y tipos de obesidad
La información de este artículo proviene de fuentes científicas que presentan datos basados en evidencia. El artículo ha sido revisado y/o escrito por profesionales de la salud para garantizar la más amplia precisión médica basada en estudios científicos actuales, cumpliendo además con los estándares Fact Checked. Más información
El índice de masa corporal (IMC) es uno de los factores que se considera para determinar si una persona padece obesidad y, en tal caso, entre qué tipos de obesidad se encuentra. Se trata de una operación matemática que podemos realizar ahora mismo.
Consiste en dividir tu peso en kilos entre tu altura al cuadrado en metros. Esto dará como resultado tu índice de masa corporal.
¿Por qué es importante el IMC? Porque nos permite darnos cuenta de si estamos dentro de unos parámetros saludables o de si tenemos que modificar nuestra dieta o incluir en ella patrones alimentarios más sanos.
Los parámetros del IMC
Seguramente ya tengas el resultado de tu IMC y deseas saber si te encuentras dentro de algunos de los tipos de obesidad que comentaremos a continuación. Pues bien, para que puedas quedarte tranquilo vamos a describir brevemente los parámetros que sigue el IMC:
- < 16: si tu resultado te ha dado una cifra de 16 o menor te encuentras en lo que se conoce como infrapeso o delgadez severa. Estos suelen ser casos graves de anorexia o bulimia.
- 16-17: encontrarse en esta franja de resultados indica que la persona está en una condición de infrapeso, pero con una delgadez moderada. Si sufres anorexia o bulimia probablemente te encuentres en este punto.
- 17-19: se puede considerar como delgadez aceptable sin caer en ningún trastorno alimentario. No obstante, en algunos casos puede indicar el principio de uno de ellos.
- 19-25: esta franja se considera la más saludable: si tu operación matemática te ha dado este resultado, te encuentras en un peso adecuado o normal.
- 25-30: en el caso de que te encuentres entre estas dos cifras, estarías rozando ya el sobrepeso.
- 30-35: te encuentras dentro de los parámetros de la obesidad tipo I.
- 35-40: estás en las cifras adecuadas para que se te consideres una persona con obesidad tipo II.
- > 40: si el resultado de tu operación da esta cifra o más, estás en un tipo de obesidad III, bastante grave y que puede conllevar serios problemas para tu salud.
¿Cuál ha sido tu resultado? ¿Ya lo has comprobado? Como puedes ver, la franja que se considera “peso normal” es bastante extensa, por lo que hay un margen enorme en el que estaríamos en nuestro peso ideal. No obstante, ¿qué ocurre si lo sobrepasamos?
Quizá te interese: La obesidad influye en la gravedad de una gripe
Tipos de obesidad
Hemos visto que si nos encontramos con una cifra de más de 25 estamos ya rozando el sobrepeso. Por lo tanto, ya que hemos visto 3 tipos de obesidad, descubramos en qué consiste cada una de ellas y qué es lo que la caracteriza.
Tipos de obesidad: obesidad tipo I
Este grado de obesidad es de bajo riesgo. Hemos sobrepasado ese umbral que ya nos indicaba que estábamos en un peso mayor al recomendado para nuestra altura.
No obstante, lo ideal es que consigamos revertir este proceso y no seguir adelante para adentrarnos en el segundo de los tipos de obesidad.
En este primer grado, de lo que sí vamos a darnos cuenta es de que el riesgo de desarrollar enfermedades va a aumentar. Por ejemplo, sufriremos retención de líquidos, puede que nos rocen demasiado las piernas o que desarrollemos diabetes.
Ver también: Cómo reconocer y tratar la diabetes
Tipos de obesidad: obesidad tipo II
Este segundo tipo de obesidad va un paso más allá con respecto al grado de obesidad anterior. En este caso, los problemas anteriores se van a incrementar de manera notable.
Por ejemplo, pueden comenzar a darse problemas cardiovasculares debido al exceso de grasa que invadirá nuestras venas y arterias. Nos cansaremos más y tenderemos al sedentarismo. Además, empezarán a aparecer problemas en los huesos: existe riesgo de desarrollar genu valgum.
Obesidad tipo III
Este tipo de obesidad es el más grave y requiere de una dieta inmediata y de ejercicio físico que hay que empezar a realizar desde ya. Estar dentro de este tipo de obesidad puede incluir determinados problemas muy graves como son:
- Apnea del sueño
- Presión arterial alta
- Problemas cardíacos
- Cálculos biliares
- Problemas en el hígado
- Riesgos de sufrir determinados cánceres
Lo ideal es que nos encontremos dentro de los parámetros de peso normal. Estar muy por debajo o muy por encima puede acarrear diferentes problemas para nuestra salud que es condición indispensable que solventemos lo antes posible.
Solo tenemos un cuerpo y una vida. Es responsabilidad nuestra cuidarnos de la manera adecuada para tener una buena calidad de vida. Además, lo que hagamos hoy ─comer sano, dormir bien, ejercitarnos a diario, etc.─ repercutirá en el día de mañana, pudiendo generar muchos más problemas.
Te podría interesar...