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Infecciones del tracto urinario en niños
Las infecciones del tracto urinario pueden ser graves y dejar secuelas renales. Por esta razón, es indispensable conocer sus síntomas y acudir al médico para iniciar el tratamiento de forma temprana.

Las infecciones del tracto urinario en niños son bastante comunes. Este tipo de infecciones se produce cuando algunas bacterias consiguen entrar en la vejiga urinaria y en los riñones.
Así, es necesario acudir al médico para iniciar un tratamiento cuanto antes. En las siguientes líneas te contamos qué son las infecciones del tracto urinario y cuál es su tratamiento.
Infecciones del tracto urinario
Las infecciones del tracto urinario (ITU por sus siglas) se definen como la presencia o proliferación de microorganismos en los órganos de la micción, con o sin síntomas. La infección asintomática se denomina bacteriuria asintomática.
En este sentido, tal y como señala este estudio publicado en la revista Acta Médica Peruana, hay que distinguir varios tipos de infecciones del tracto urinario según su localización:
- Pielonefritis aguda (afecta la parénquima renal).
- Infección urinaria de vías bajas (cistitis).
Por su parte, las bacterias más comunes capaces de desarrollar infecciones del tracto urinario en niños son Proteus, Klebsiella, Enterobacterias, Estreptococos y Estafilococos. En recién nacidos, también pueden presentarse por Listeria monocytogenes y Enterococcus, entre las más frecuentes.
Como hemos dicho anteriormente, las ITU son frecuentes durante la infancia y, debido a que pueden ser recurrentes y desarrollar complicaciones a largo plazo, es indispensable acudir al pediatra para iniciar un tratamiento cuanto antes.
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Síntomas de las infecciones del tracto urinario
La sintomatología puede ser variada, dependiendo de la edad del pequeño. De hecho, es más difícil de detectar en recién nacidos o menores de seis meses. No obstante, síntomas comunes a todos es la presencia de fiebre (normalmente superior a 37 ºC) y dolor al orinar.
Así pues, según este artículo publicado en la Revista mMédica MD, los síntomas más comunes son los siguientes:
- Dolor, quemazón o escozor al orinar.
- Fiebre.
- Dolor en la zona de la vejiga.
- Orina maloliente, turbia y que incluso puede contener sangre.
- Irritabilidad y vómitos.
- Malestar general y escalofríos.
- Necesidad constante de orinar, incluso cuando se orina poco cada vez.
Precisamente, en el caso de las pielomelitis agudas, los síntomas suelen ser más graves. En efecto, en estos casos aparecen cuadros severos de fiebre, además de cansancio, fatiga e incapacidad para comer y vómitos.
Por otra parte, tal y como evidencia este trabajo llevado a cabo por profesionales de la Universidad Ricardo Palma de Lima, Perú, existen algunos factores de riesgo asociados a la aparición de infecciones del tracto urinario en niños. Entre los más habituales, podemos destacar los siguientes:
- Problemas en el aparato urinario (obstrucciones de las vías urinarias, por ejemplo).
- Malformaciones renales.
- Reflujo vesicoureteral, un trastorno que provoca que la orina fluya hacia los riñones y uréteres.
- Hábitos de higiene inadecuados.
¿Cómo se diagnostica?
El médico procederá a un examen físico y, posteriormente, indicará la realización de un análisis o cultivo de orina. En general, el cultivo permitirá al especialista determinar el tipo de infección y, por tanto, escoger el mejor tratamiento.
Por otra parte, ¿cómo se recolecta la orina para su análisis dependerá de la edad del niño? En niños mayores, basta con pedirles que orinen en un recipiente esterilizado. Sin embargo, en niños más pequeños que aún utilizan pañales, lo normal es utilizar un catéter para obtener la muestra.
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¿Cómo se tratan las ITU?
El tratamiento es mediante antibióticos. De hecho, tras la administración de los mismos, es posible que el médico solicite un nuevo análisis de orina para confirmar que la infección ha desaparecido. De esta forma, se evita que pueda expandirse a otras partes del cuerpo o volverse recurrente.
Sin embargo, en los casos más graves de infecciones del tracto urinario, es posible que el niño requiera hospitalización, especialmente si se trata de un menor de 6 meses, si la infección ha afectado al riñón o el niño está deshidratado.
Recomendaciones para los padres
- En primer lugar, con la aparición de los primeros síntomas, hay que llevar al niño al médico para un diagnóstico de la infección.
- Por supuesto, tras ser diagnosticada, hay que seguir las indicaciones del especialista y administrarle los antibióticos en la cantidad, frecuencia y duración indicadas.
- Asimismo, hay que llevar un seguimiento de la frecuencia de micción de los pequeños. En el caso de que puedan expresarse, además, es necesario preguntarles si sienten dolor.
- Por otra parte, hay que animar al niño a beber agua para que se mantenga hidratado y evitar refrescos, tés o infusiones.
- En cuanto a la prevención, en los pequeños que aún usan pañales, hay que cambiarlos frecuentemente con el fin de mantener la higiene del tracto urinario.
- En niños de mayor edad que ya van solos al baño, es recomendable inculcarles normas y hábitos de higiene adecuados. Por ejemplo, enseñar a las niñas a limpiarse siempre de delante hacia atrás, pues las bacterias alrededor del ano podrían entrar en el tracto urinario.
- Además, es preferible llevar ropa interior de algodón y evitar los materiales sintéticos que dificultan la transpiración.
En definitiva, las infecciones del tracto urinario, por lo general, son leves y pueden tratarse fácilmente con el empleo de antibióticos. Ante cualquier duda, consultar al pediatra será siempre la mejor opción, así como mantener buenos hábitos de higiene en los más pequeños de la casa.
Licenciada en Filología hispánica por la Universidad de Murcia en 2004, ha realizado también estudios avanzados de Filología griega y traducción, dedicándose durante años a la redacción de contenidos, la traducción y la interpretación, además de a la enseñanza. Por esta razón, también cuenta con algunos estudios en relación a la pedagogía y la didáctica. Su gran interés por el mundo del fitness, la salud y el bienestar en general, la llevaron a obtener en 2015 los diplomas de Monitora de Fitness y Musculación y Entrenadora personal del Instituto de Ciencias de la Salud y la Actividad Física, avalados a nivel europeo por la European Health and Fitness Association y la International University of Sports Science.