¿Qué es la insatisfacción crónica y cómo se puede afrontar?
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Para comprender qué es la insatisfacción crónica es necesario tener consciencia de las características de la personalidad que la causan. El mal manejo de las expectativas y el pensamiento rígido provocan que las personas no estén conformes con sus logros.
Cuando no podemos sentir satisfacción por las cosas que hacemos, nuestra autoestima se ve afectada. La autoexigencia no es positiva en ninguna circunstancia. Es importante recordar que todo en exceso es dañino.
Por lo general, el ambiente y los estilos de crianza están relacionados con este comportamiento . Sin embargo, existen varios recursos que nos ayudan a superarlo. A continuación, revisamos de forma detallada qué es y cómo superar la falta de valoración por los logros.
¿Qué es la insatisfacción crónica?
Para responder a la pregunta de qué es la insatisfacción crónica es buena idea usar una imagen. Imaginemos a una persona que tiene una vida apacible, con amigos, un trabajo estable donde es valorado y, además, goza de buena salud. Aún así, no es capaz de enfocarse en esas cosas. Por el contrario, está constantemente inconforme.
En este orden de ideas, la insatisfacción se vuelve crónica cuando no somos capaces de valorar ninguna de las cosas positivas que tenemos porque estamos demasiado ocupados lamentando lo malo. Se trata de distorsiones cognitivas y catastróficas.
Por supuesto, no está mal querer mejorar los aspectos con los que estamos inconformes. No obstante, debemos tener cuidado de que esas aspiraciones no perjudiquen la salud mental. Buscar la perfección es firmar una sentencia de frustración.
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¿Cómo aparece la insatisfacción crónica?
La inconformidad es algo que todos aprendemos desde las primeras etapas del desarrollo. Los estilos de crianza influyen en la formación de la personalidad. Aquellas personas que crecieron en ambientes disfuncionales tienen más probabilidad de tener una vida adulta inconforme.
Cuando los padres se exceden en el nivel de exigencia, los niños crecen con inseguridades. La autoestima no se establece de forma adecuada cuando hay una presión constante. En consecuencia, los jóvenes crecen pensando que no son lo suficientemente buenos y, por lo tanto, se produce una neurosis en la adultez.
La preocupación constante por ser perfectos significan estar sometidos a un desgaste emocional y físico. Es extenuante pretender que todas las cosas que hacemos resulten óptimas. De hecho, p ara las personas inconformes ninguna actividad es sencilla; son capaces de pasar horas ordenando el closet.
Beneficios de la insatisfacción
Sentir insatisfacción por algo que podemos hacer mejor no representa un problema. Incluso, es positivo reconocer cuándo podemos mejorar en algún aspecto. En este sentido, la inconformidad nos puede potenciar. Siempre y cuando no pongamos expectativas irrealizables, podemos alcanzar nuestra mejor versión.
Algunos beneficios puntuales de sentirse insatisfecho son la búsqueda de nuevos conocimientos y los retos controlados . Y es que, para mejorar en cualquier cosa, es necesario salir de la zona de confort. Sin duda, esto supone un paso para el desarrollo personal y para cultivar la autoestima.
Riesgos de la insatisfacción crónica
La insatisfacción frecuente acarrea un malestar intenso en la vida. En los casos más extremos, las personas presentan estados depresivos por no sentirse lo suficientemente buenos. Otros de los riesgos de buscar la perfección son los siguientes:
- Baja tolerancia a la frustración. No ser capaz de tolerar ni siquiera los errores más pequeños es uno de los riesgos más característicos en estos casos. Ocurre cuando los pequeños errores producen un malestar desproporcionado.
- Relaciones interpersonales problemáticas. Las personas de nuestro alrededor se sienten incómodas con nuestro comportamiento de inconformidad. Incluso algunos amigos acaban por alejarse para evitar disgustos.
¿Cómo dejar de sentir insatisfacción?
Aprender a sentir conformidad con las cosas que logramos es posible. En la medida que la autoestima mejora, el nivel de autoexigencia se adecua . A continuación, revisamos un listado de consejos para superar la inconformidad.
1. Establecer metas realistas
Los objetivos realistas nos ayudan a concretar las metas. Es decir, cuando queremos conseguir algo, lo ideal es asegurarnos de que podemos realizarlo. Se debe hacer una evaluación objetiva de nuestras posibilidades y tomar en cuenta los recursos de los que disponemos.
2. Aceptarnos como somos
Todas las personas somos diferentes entre nosotros. Naturalmente, algunos serán mejores que otros en ciertas cosas. Con relación a esto, lo ideal es saber aceptar nuestras virtudes y debilidades . Aceptar no implica conformarse, sino entender que algunas cosas nos cuestan más que otras y debemos ser justos con nosotros mismos.
3. Procurar un locus de control interno
El locus de control es el grado de control que tenemos sobre nuestras acciones. Cuando es externo, implica negar la responsabilidad que tenemos sobre lo que nos acontece. Por ejemplo, cuando alguien impuntual pone excusas para no asumir la responsabilidad de llegar tarde.
Como contrapartida, el locus de control interno se trata de hacerse cargo de las consecuencias de los actos. Al saber que nosotros podemos influir sobre los acontecimientos, resulta más satisfactorio hacer bien las cosas. Eso quiere decir que la satisfacción se consigue cuando sabemos que nuestro esfuerzo tiene resultados.
Prevención
Como hemos visto, la insatisfacción es parte natural de la vida y no se puede evitar. Aún así, podemos evitar que se vuelva crónica. La prevención se basa en evitar las polaridades; no todo es completamente negativo. Sabemos que de los errores se puede aprender.
El pensamiento irracional de que nunca somos lo suficientemente buenos se puede combatir. Para ello, es fundamental cambiar la idea preconcebida que tenemos de los errores. Lo idóneo es poder sentir satisfacción de lo que aprendemos y del trayecto que estamos recorriendo.
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