Insuficiencia cardiaca

La insuficiencia cardiaca ocurre cuando el corazón no bombea normalmente sangre al resto del organismo. Conoce los tipos, causas, síntomas y diagnóstico de la insuficiencia cardiaca.
Insuficiencia cardiaca
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 julio, 2023

La insuficiencia cardiaca ocurre cuando el corazón no logra bombear de forma adecuada la sangre rica en oxígeno hacia todo el cuerpo. Esto origina un desequilibrio ya que las necesidades del organismo no se satisfacen adecuadamente.

El riesgo de padecer insuficiencia cardiaca aumenta con la edad. Según la Asociación Americana del Corazón, las personas mayores de 40 años tienen una mayor probabilidad de desarrollar esta afección.

Las personas que tienen otros problemas cardiovasculares también son más propensas a tener insuficiencia cardiaca, así como quienes abusan del alcohol u otras drogas.

Por lo general, la insuficiencia cardiaca es un proceso lento que probablemente no muestra síntomas durante años. Sin embargo, el corazón intentará compensar eso mediante el bombeo acelerado de la sangre y aumentando su tamaño.

Tipos de insuficiencia cardiaca

Existen tres tipos de insuficiencia cardiaca:

  • Sistólica: el corazón no puede bombear bien la sangre.
  • Diastólica: el corazón está rígido y no logra llenarse de sangre fácilmente.
  • Congestiva: la insuficiencia cardiaca provoca acumulación de sangre en otras zonas del cuerpo como los pulmones, el hígado, los brazos y las piernas.

Causas de la enfermedad

Evidentemente, la principal causa de insuficiencia cardiaca son las enfermedades del corazón. Las más comunes son:

  • Cardiopatía isquémica: las arterias del corazón sufren estrechamiento lo que dificulta el flujo de sangre.
  • Miocardiopatías: enfermedades que hacen dilatar al corazón y originan una pérdida de fuerza en el bombeo.
  • Valvulopatía: las válvulas del corazón no funcionan de forma correcta.
  • Arritmias: los cambios de ritmo en los latidos pueden conducir a la insuficiencia cardiaca.

También hay otras condiciones en las cuales el organismo demanda mayor cantidad de sangre. Por ejemplo, anemia, infecciones generalizadas, problemas de tiroides y aumento de la presión arterial.

En estas complicaciones de salud, en realidad, no es el corazón el que funciona mal, sino que estas circunstancias lo llevan a funcionar deficientemente.

Descubre: ¿Por qué mantener la presión arterial baja previene el fallo cardíaco?

Síntomas de la insuficiencia cardiaca

Síntomas de la insuficiencia cardiaca.
Esta condición se caracteriza por un cuadro clínico muy variado.

La insuficiencia cardiaca puede no presentar síntomas por un tiempo prolongado. Sin embargo, cuando los síntomas aparecen, generalmente son los siguientes:

  • Tos seca y persistente.
  • Falta de aire al realizar actividad física o ejercicios.
  • Mareo, confusión o pérdida de conciencia por lapsos breves.
  • Sensación de plenitud en el abdomen, falta de apetito e incluso anorexia.
  • Fatiga excesiva que aumenta hasta el punto en que se presenta aún en estado de reposo.
  • Retención de líquidos por disminución de la orina e hinchazón en el abdomen, piernas o tobillos.
  • Sensación de ahogo que muchas veces sobreviene cuando el paciente está acostado. Por eso debe incorporarse y dormir sentado.

Es usual que  el paciente  también presente aumento de peso, pulso acelerado o irregular, piel húmeda y fría, y dolores en el pecho. En algunos casos, existe dificultad para concentrarse, pérdida de memoria y agitación emocional.

Diagnóstico y pronóstico

Diagnóstico y pronóstico de la insuficiencia cardíaca.
Además de la clínica, es necesario realizar varios estudios para diagnosticar esta condición.

La mayoría de los médicos realizan un diagnóstico a partir de un examen físico, en el cual pueden detectar signos tales como:

  • líquido en los pulmones;
  • sonido de las válvulas defectuosas;
  • presencia de latidos muy rápidos.

Si hay sospecha de insuficiencia cardiaca, después del examen físico se procederá a solicitar otros exámenes, como radiografía de tórax, electrocardiograma o ecocardiograma.

También se pueden practicar otros estudios, como resonancias magnéticas para precisar aún más el diagnóstico. Es importante que el paciente se haga las pruebas y acuda a su médico para que le pueda dar un diagnóstico en la brevedad posible, así como iniciar un tratamiento adecuado.

Respecto al tratamiento, los expertos indican lo siguiente:

“el tratamiento de la IC tiene por objeto disminuir los síntomas y aumentar la capacidad funcional del paciente, corregir las variaciones hemodinámicas y los mecanismos compensadores neurohormonales y prevenir o retrasar el deterioro de la función cardíaca, así como mejorar en calidad y alargar la vida del paciente”.

Asimismo, indican que a causa de la compleja fisiopatología de la IC, se suelen indicar combinaciones de fármacos para atender los síntomas, brindar alivio al paciente y mejorar su calidad de vida.

La insuficiencia cardiaca es una enfermedad crónica que se puede controlar con medicamentos, por lo que el pronóstico puede ser positivo en muchos casos. Sin embargo, el consumo de medicamentos no será lo único que el paciente deba tener presente en su día a día.

En todo caso, es fundamental que el paciente se comprometa a mejorar su estilo de vida, de manera integral, según las recomendaciones que le realice el médico. Asimismo, debe procurar mantenerse al día con sus chequeos periódicos para poder detectar a tiempo cualquier complicación que pueda surgir y, por supuesto, celebrar las mejoras.


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