La alimentación ideal según tu grupo sanguíneo

Mucho se ha dicho sobre la dieta del grupo sanguíneo. Sin embargo, ¿qué tan cierto es que funciona? ¿En verdad nuestro grupo de sangre puede determinar qué debemos comer? Te aclaramos estos interrogantes.
La alimentación ideal según tu grupo sanguíneo
Elisa Morales Lupayante

Revisado y aprobado por la pedagoga en educación física y nutricionista Elisa Morales Lupayante.

Última actualización: 19 octubre, 2022

¿Por qué hay personas que siguen la misma alimentación y sin embargo a unas les sienta bien y a otras mal? Otras veces, una misma dieta a unos les engorda y a otros les hace perder peso. Una posible respuesta a estas preguntas es la teoría de la alimentación según el grupo sanguíneo.

De acuerdo con información en Wikipedia , esta propuesta fue creada por James y Peter d’Adamo, según la cual nuestro grupo sanguíneo determina que asimilemos bien o mal determinados alimentos. Aseguran que la salud depende de nuestra alimentación, y que todos deberíamos conocer qué alimentos nos nutren y cuáles nos perjudican.

La alimentación según el grupo sanguíneo

Según los investigadores James y Peter D’Adamo, la buena o mala asimilación de los alimentos está condicionada por nuestro grupo sanguíneo. En cada grupo (A, B, AB y 0) habría alimentos que son perjudiciales, otros beneficiosos y otros neutros, de acuerdo con lo señalado en Harvard Health Publishing .

Los beneficiosos son los que deberíamos consumir regularmente ya que son alimentos que promueven nuestro bienestar. Los neutros ni nos benefician ni nos dañan, simplemente nos nutren.

Por último, los perjudiciales deberíamos evitarlos lo máximo posible, ya que se transforman en toxinas para nuestro cuerpo. A la larga, pueden ser causa de enfermedades si el cuerpo no ha podido deshacerse de ellas.

Esta investigación,  se basa en que el grupo sanguíneo sería el resultado de un momento de la evolución humana.

  • El grupo 0, el más antiguo y común, tendría más de 40 000 años de existencia. Procedería de personas que se alimentaban principalmente de la caza.
  • El grupo A, de entre 10 000 y 25 000 años de antigüedad, habría aparecido con las sociedades agrícolas, que se alimentaban de cereales y vegetales sobre todo.
  • El tipo B habría surgido hace 10 000 o 15 000 años en el Himalaya, en tribus nómadas.
  • Y el grupo AB sería la mezcla de los A (caucasianos) y los B (mongoles).

Esta explicación nos permite intuir por dónde irá enfocada la alimentación de cada grupo. Pero, ¿por qué este origen ya tendría que determinar nuestra alimentación actual?

Según los investigadores d’Adamo, unos componentes de estos alimentos, las lecitinas, provocan la reacción defensiva del sistema inmune que los aglutina para poder luego eliminarlos. Nuestra herencia ancestral habría ido amoldando nuestro organismo durante siglos.

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La verdad sobre la dieta de grupo sanguíneo

Cuál es la diferencia entre cada grupo sanguíneo

Aunque esta teoría puede parecer interesante para aquellos que sufran problemas digestivos, exceso o falta de peso, enfermedades crónicas o intolerancias alimentarias, se han publicado artículos, como uno en The American Journal of Clinical Nutrition,  que dejan entrever su escasa validez.

Estos estudios concluyen que no existe ninguna evidencia que otorgue validez a los supuestos beneficios sobre la salud de las dietas basadas en el grupo sanguíneo. Se necesitan estudios que comparen los resultados entre participantes que sigan una dieta basada en esta teoría y otros con una dieta normal y que pertenezcan al mismo grupo sanguíneo.

Por otro lado, algunas de las propuestas pueden resultar beneficiosas para el organismo. Como es el caso de las del grupo sanguíneo A, que recomiendan la ingesta de cereales, fruta y verdura.

Sin embargo, el efecto también será favorable para los demás grupos sanguíneos. En general, como lo detalla una publicación en la revista Nutrients , estos alimentos son buenos para la salud, independientemente del grupo sanguíneo de la persona.

Conclusiones

A pesar del éxito de sus libros y de los seguidores con los que cuenta, no se trata sino de otra “dieta milagro” que no cuenta con suficientes apoyos científicos. Por lo tanto, es importante que relativicemos cualquier teoría sobre alimentación.

La mejor manera de descubrir cuál es nuestra dieta ideal es solicitando una consulta con un nutricionista. Podemos guiarnos por teorías que nos parezcan lógicas, pero solo un profesional podrá determinar cuál es la mejor opción de acuerdo a nuestras necesidades. 

Asimismo, tenemos la posibilidad de realizarnos un test de intolerancias alimentarias personalizado en alguna clínica u hospital de confianza. Finalmente, si nuestra meta es bajar de peso no debemos olvidar la importancia de realizar ejercicio físico.

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