En la necesidad de control reside tu inseguridad

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña

Escrito por Raquel Lemos Rodríguez

Última actualización: 23 mayo, 2023

Cuando la necesidad de controlarlo todo hace acto de presencia, hay un grave problema de inseguridad. Tal vez lo niegues, quizás no desees verlo. Sin embargo, la realidad está ahí, aunque le des la espalda.

En la vida te sucederán cosas que no podrás controlar aunque así lo desees: una enfermedad, una infidelidad, un accidente, una mentira… Cualquier tipo de experiencia desagradable causará en ti una acción posterior que no te beneficiará. Un deseo de tener dominar aquello que no está en tus manos.

La inseguridad te causa diferentes problemas

Quizás te sientes más inseguro porque te han hecho daño o porque has vivido algo negativo ante lo que te has sentido impotente. Por ejemplo, si una pareja te fue infiel, empezará a nacer en ti una inseguridad que provocará que en futuras relaciones o en esta misma, si das una segunda oportunidad, quieras anticiparte al hecho.

De esta manera, empezarás a supervisar sus redes sociales, a controlarle el móvil, a espiar las conversaciones que tiene por teléfono y demás actitudes que denotan una profunda falta de confianza.

Este tipo de actos no te harán feliz e incluso es posible que intoxiquen la propia relación. Aunque tú no tengas la culpa de lo ocurrido, la medida que estás adoptando para protegerte de que te vuelvan a hacer daño no es la correcta.

Para solucionarlo, lo primero que debes hacer es darte cuenta de que hay un problema de inseguridad que tienes que resolver para así poder volver a confiar, sin necesidad alguna de controlar a los demás. Por esta razón, te aconsejamos que pidas ayuda profesional.

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La necesidad de control

Una parte desea tener el control sobre las circunstancias que desbordan a uno. En este sentido, es difícil aceptar que hay acontecimientos que se escapan de las manos.

También es necesario comprender que no es posible controlarlo todo. Las cosas suceden como tienen que ocurrir, sin que puedas hacer nada por cambiarlo. Y, aunque sientas impotencia, frustración o tristeza, la realidad no podrá ser otra.

Las personas que se autolesionan, por ejemplo, tienen problemas emocionales fruto de carencias afectivas, bullying, maltrato, etc. Han perdido el control y sus emociones las desbordan.

Tienden a hacerse varios cortes poco profundos o arañazos y a menudo lo repiten una y otra vez. Y lo más importante es que las heridas reflejan el mantenimiento de un grado de control más que dar cuenta de un abandono exhaustivo.

–Doctors, Shelley (2007)–

Lo único que les hace sentir bien y seguras es la autolesión. En ese momento, la inseguridad no está presente porque controlan otros aspectos como la profundidad de las heridas, el dolor, etc. Y, de entre aquello sobre lo que no tienen potestad, han encontrado algo que sí.

Sin embargo esto no es una solución. Es necesario el cambio, caminar hacia adelante sin pararse y soltar el pasado.

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¿Cómo vencer la inseguridad?

¿Cómo vencer la inseguridad que te hace ser tan desdichado y cometer tantos errores? Bueno, te invitamos a que reflexiones sobre ciertos puntos que los expertos de la Fundación Mayo tienen en cuenta a la hora de generar pensamientos positivos:

Valórate a ti mismo

El primero de los consejos es valorarse a sí mismo. Quizás te sientes como una víctima, te han destrozado, estás triste o con la autoestima por los suelos. No obstante, tienes que tener presente que cada persona vale oro.

Piensa en aquello que te hace especial, único y lo que te hace sentir bien. En esta línea, aprender a quererte y cuidarte serán factores importantes para vencer la inseguridad.

Aprende del pasado, avanza hacia el presente

El segundo es no guardar rencor ni tomar represalias contra aquellos que no te han hecho nada. Desconfiar de esa nueva pareja con la que has empezado a salir no será justo para ella, ni para ti tampoco.

Libérate del pasado y acepta tu historia de vida como un aprendizaje donde no tienes por qué adoptar una actitud defensiva. En su lugar, continua siendo tú; sintiéndote bien y feliz a pesar de las adversidades.

No permitas que la inseguridad gane la batalla

Habrá momentos en los que querrás tirar la toalla. Será entonces cuando levantarás muros alrededor que te protegerán de los demás, pero no de ti. Poco a poco te irás apagando; encarcelándote en un lugar del que, con el tiempo, te costará cada vez más salir.

No mereces esa inseguridad causada por circunstancias ajenas a ti. Es el momento de aceptar, de aprender y de seguir adelante; tal y como aconseja el libro Conquista tu voz interior crítica. Sin miedos, sin dudas, sin desconfianzas y sin inseguridades.