¿Qué son las glándulas sebáceas y cómo puedes contribuir a tu piel?

Hay etapas, como la pubertad, en las que las glándulas sebáceas están más activas. Es fundamental extremar la higiene y beber abundante agua para optimizar su función excretora. ¿Qué más hay que saber al respecto?
¿Qué son las glándulas sebáceas y cómo puedes contribuir a tu piel?
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

En diversas etapas de la vida solemos escuchar de las famosas glándulas sebáceas y su importancia para la salud de la piel. Ahora bien, ¿cuáles son sus funciones? ¿Por qué pueden generar ciertas afecciones en la dermis? ¡Aquí te lo contamos!

Las glándulas sebáceas están presentes a lo largo y ancho de la piel. Según Manual MSD, son las encargadas de segregar sebo y, de esta forma, mantener la piel suave y lisa. No obstante, si producen demasiado sebo, los poros se tapan y se forman los granos.

Además, las glándulas sebáceas desempeñan otras dos tareas importantes. Por un lado, ofrecen protección antimicrobiana, como explica un estudio publicado por Dermatoendocrinology.

Por otra parte, lubrican el cabello. De esta manera, el pelo puede surgir con más fuerza e hidratación, de acuerdo con lo detallado en una publicación académica reciente.

¿Qué son las glándulas sebáceas?

Glandulas secas

Las glándulas sebáceas son células agrupadas en conjunto capaces de dividirse para conformar así diversas glándulas multilobulares que desembocan en diferentes conductos excretores. En pocas palabras, estas son glándulas encargadas de producir y segregar diversos componentes.

Se encuentran en la dermis media y se asocian con los folículos pilosos, como se puede ver en una publicación de MedlinePlus. Gracias a su función, contribuyen de manera considerable a la homeostasis del organismo. Además, constituyen una parte fundamental del sistema excretor.

Tipos de secreciones

Aunque la función de secretar parece sencilla, las glándulas sebáceas son un poco más complejas de lo que en un principio pudiera parecer. Esta tarea se divide en dos:

  • Secreción exocrina, que va hacia el exterior.
  • Secreción holocrina, que, aunque también va hacia el exterior, se compone de sus propias células, que se rompen para posteriormente salir.

El sebo

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Este es el principal compuesto producido y expulsado por las glándulas sebáceas; de hecho, a este se le debe dicho nombre. Su función es importante para el cuerpo, y se centra en el cabello y algunos sectores de la piel.

Concretamente, el sebo se encarga de lubricarlos, evitar la sequedad y combatir todo tipo de agente externo o cuerpo extraño. No obstante, su exceso puede resultar molesto, y más cuando se trata de regiones como el rostro y la famosa «zona T», ya que provoca un brillo facial algo antiestético.

¿De qué depende el sebo?

El sebo se encuentra presente en todos los seres humanos. No obstante, la cantidad que se produce es diferente en cada uno y depende de diversos factores. Entre los que se describen en las fuentes citadas con anterioridad y en un estudio publicado por Skin Aging Handbook, encontramos:

  • Edad: durante la infancia y la juventud, es menor que durante la adultez. No obstante, la pubertad es la etapa en la que más sebo se produce, por cuestiones hormonales. Es por eso que el acné es tan común en esta etapa de la vida.
  • Hormonas; aquí se incluyen, desde luego, la diferencia de producción de sebo entre hombres y mujeres.
  • Trastornos emocionales; incluso hay estudios científicos de la década del cincuenta que reportan este vínculo entre ciertos estados emocionales —como el nerviosismo y el miedo— y una mayor producción de sebo.
  • Dieta o régimen alimenticio; un estudio de la publicación ya citada Dermatoendocrinology relaciona el consumo de carbohidratos y grasas con una mayor producción de sebo.

¿Qué compone el sebo?

Los principales componentes del sebo son tres, y gracias a ellos recibe las características grasosas y aceitosas:

  • Ceras.
  • Grasas neutras.
  • Ácidos grasos libres.

Problemas asociados a las glándulas sebáceas

Problemas asociados

Los trastornos o enfermedades más comunes asociados a las glándulas sebáceas incluyen la rosácea, el acné, los quistes sebáceos y la dermatitis perioral. La mayoría de estas afecciones de la dermis se pueden tratar y prevenir, por ejemplo, a partir de acciones como las que enumeramos a continuación.

Lavarse las manos

Este es uno de los hábitos básicos obligados, y más aún cuando las manos tocarán la piel del rostro. A pesar de encontrarse en casi toda la superficie de la piel, las glándulas sebáceas cuentan con una mayor presencia en la cara. Así, al entrar en contacto con otras bacterias o agentes extraños, podrían ocasionar algunas enfermedades.

Lee también: ¿Por qué es importante lavarse las manos?

Desmaquillarse antes de dormir

La acumulación de bacterias sumada a la producción de sebo incrementan las probabilidades de enfermedades como el acné. Por ello, se recomienda, antes de irse a dormir, lavar el rostro para remover las bacterias y el maquillaje aglomerados en la superficie de la piel.

Beber agua

Beber agua

Las glándulas sebáceas desempeñan una gran función para el bienestar del organismo. No obstante, la producción y segregación excesiva de dichas sustancias puede convertirse en un problema. Una de las consecuencias más directas puede ser la deshidratación.

Para mantener los niveles de agua de la piel en niveles adecuados, una publicación de Mayo Clinic recomienda beber mucha agua a lo largo del día. Si bien se suele recomendar ingerir ocho vasos por jornada, esto puede variar según la persona.

Glándulas sebáceas, esenciales en un organismo saludable

En definitiva, queda claro que las glándulas sebáceas tienen funciones muy importantes para la salud de la dermis y del cuerpo en general. Para que puedan desempeñar sus «tareas» de manera apropiada, es importante que cada persona haga también su parte.

¿En qué consiste esto? Principalmente, en mantener una buena alimentación e hidratación, darle a la piel los cuidados que necesita y consultar con el médico ante cualquier síntoma que pueda indicar una irregularidad. Recuerda que todo contribuye a prevenir enfermedades y a una mejor calidad de vida.


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