Cómo limpiar una bicicleta para que luzca como nueva
Este artículo ha sido revisado en profundidad para garantizar que la información presentada sea lo más precisa posible, cumpla con nuestros estándares de calidad, y presente datos respaldados por fuentes confiables, reflejadas en la bibliografía y los enlaces dentro del texto. Más información
Es posible que parezca una cuestión superficial y solo estética, pero limpiar una bicicleta también es importante para su funcionamiento. Si se deja acumular polvo, grasa, arena o barro hasta endurecerse, algunos componentes pueden quedar dañados y la vida útil del rodado se verá reducida.
Por este motivo, es necesario un aseo y un mantenimiento general, tanto para modelos de montaña como de carrera o vintage. Dependiendo las superficies y la frecuencia con que se utiliza, las jornadas de limpieza profunda se aplican cada tres semanas o un mes.
Limpiar una bicicleta no es una tarea compleja, aunque tampoco es solo rociar agua y jabón. El proceso implica la utilización de desengrasantes, lubricantes y tener precaución con algunos detalles, como los sistemas de transmisión y de frenado.
10 pasos para limpiar una bicicleta en profundidad
Es común que se atraviesen todo tipo de terrenos a bordo de las dos ruedas. Entre ellos, el barro, la arena y el polvo.
Cuando la bicicleta se guarda sin higienizar, estos elementos quedan adheridos a sectores que, con el tiempo, pueden afectar los sistemas de cambio, de frenado y reducir la eficiencia general.
Para dejarla reluciente se deben tener en cuenta ciertos detalles. No todas las partes se lavan de la misma forma y con los mismos objetos. Limpiar una bicicleta con frecuencia y cada cierto tiempo en profundidad favorece el funcionamiento y alarga su vida útil.
Herramientas para limpiar una bicicleta
- Balde con agua y jabón: es preferible que se encuentre tibia o caliente. El jabón puede ser desengrasante.
- Manguera o rociador: la presión del agua es un detalle importante. No debe golpear con demasiada fuerza. Un rociador de jardín es suficiente. Evita las hidrolavadoras.
- Trapos: por lo menos dos trapos, para que no tengan contacto diferentes materiales como el jabón y la grasa. No deben dejar pelusa.
- Cepillos: también son necesarios dos o tres. Uno más suave para fregar y otro con dientes firmes para acceder a los detalles. Un cepillo de dientes puede funcionar.
- Esponja: basta con una común de cocina para esparcir el jabón.
- Líquido desengrasante: para dejar la cadena y la transmisión relucientes, primero se debe quitar la grasa antigua.
- Aceite o cera lubricante para cadena: es importante que se trate de un producto especializado para cadenas de bicicletas.
- Guantes de látex: la protección de las manos es recomendable.
1. Remojo previo
Se comienza con un aseo general del rodado. Rociar con la manguera todos los sectores para remover los restos más grandes de suciedad y barro.
Recordar que la presión del agua tiene que ser baja; de lo contrario, se pueden dañar los rodamientos o la suspensión. Pasar una primera capa de jabón con la esponja y enjuagar.
2. Primera parte de la cadena
La cadena es unos de los componentes más importantes de la bicicleta. Para dejarla como nueva, el proceso de limpieza implica dos partes. En esta primera instancia hay que remojarla con agua tibia y jabón. Remover la mugre con un cepillo de dientes o de fibras naturales. Hay que llegar a sectores profundos, por lo que se debe ir rotando la cadena.
Algunas personas prefieren desmontarla, junto con otros componentes, pero no es una tarea imprescindible. Una vez higienizada, dejar que se seque. Si se desea acelerar el proceso, es posible utilizar aire comprimido. Debe estar seca en su totalidad para ir al siguiente paso.
3. Desengrasar
Completada la limpieza, aplicar el producto desengrasante, ya sea líquido o en spray. Es recomendable hacerlo desde la parte trasera con una brocha o pincel, mientras se gira la cadera hacia atrás. Luego pasar un trapo sin pelusa para quitar los restos de grasa. Dejar actuar el producto unos 10 minutos antes de volver a enjuagar.
4. Resto de la transmisión
El paso siguiente para limpiar una bicicleta es ocuparse de los otros componentes de la transmisión, es decir, el piñón, el casete y la roldana de cambio. También en este caso se deben utilizar cepillo, agua tibia y mucho jabón.
Frotar con la intensidad suficiente para remover la grasa y la mugre. Para los recovecos difíciles, ayudarse con un destornillador plano o un punzón. Si la suciedad persiste, repetir el proceso.
5. Descarrilador
Tanto el descarrilador o desviador como las bielas se deben higienizar con un cepillo grande, mientras que para los detalles es posible volver a aplicar el cepillo de dientes. Se trata de llegar a las partes internas de las poleas y los anillos. Al finalizar, enjuagar y dejar secar.
6. Cuerpo de la bicicleta
Los sectores que incluyen el cuerpo, el asiento y el manubrio son más sencillos y requieren el repaso con cepillos adecuados. Utilizar los del tamaño que más cómodo resulten para cada parte.
7. Ruedas
En cuanto a las ruedas, algunas personas eligen desmontarlas, pero si no se tienen los conocimientos para hacerlo con precisión, es mejor higienizarlas en el lugar. Repasar las cubiertas y prestar atención a las llantas y los rayos.
Se debe tener cuidado con no manchar las pastillas de freno con jabón o lubricante, ya que se pueden dañar. Para ese componente en particular es posible aplicar alcohol isopropílico con suavidad.
8. Enjuague final
Si se desmontaron algunos componentes, volver a colocarlos y remojar toda la bicicleta para una pasada final. Frotar con un trapo limpio y dejar secar al sol.
En el caso de disponer de aire comprimido, acelerar el proceso. Girar las ruedas para comprobar que no hayan quedado trozos de jabón.
9. Limpiar una bicicleta con brillo
Una vez que haya transcurrido el tiempo suficiente de secado, es posible dar brillo extra al rodado con productos específicos. Revisar las indicaciones del aerosol y aplicarlo en el cuerpo de la bicicleta sin manchar los sistemas de frenado.
10. Lubricación
El último paso para limpiar una bicicleta es delicado y requiere concentración. Se trata de volver a engrasar la transmisión. Para eso, aplicar aceite especial o cera para cadena.
Es importante distribuir la cantidad justa y que no queden sobrantes ni goteos. Colocar el producto mientras se mueve la cadena para abarcar todo su recorrido de manera uniforme.
En cuanto a los lubricantes, existe una amplia variedad. los hay de tipo húmedo, más convenientes para conducir por zonas con humedad. Este producto se adhiere con más fuerza y resiste mejor el agua, pero también es más probable que se pegue la mugre.
El lubricante seco es útil para ambientes con esa condición. Se enjuaga con mayor facilidad y las partículas se adhieren menos.
Te puede interesar Bicicleta crossfit o air bike
Limpiar una bicicleta también es darle mantenimiento
La forma más sencilla de tener un rodado eficiente es brindarle mantenimiento con frecuencia. De esta manera, las limpiezas profundas serán muy esporádicas.
Después de cada uso, tomarse unos minutos para repasar la transmisión con un trapo y un poco de aceite antes de guardarla es lo mejor. Se logra una mayor efectividad y los componentes duran más tiempo.
Por otro lado, es importante darle un seguimiento a la cadena. Se recomienda limpiarla y lubricarla con una frecuencia mensual o cada 20 salidas. Esto evita la corrosión y el óxido.
También es posible que la cadena se encuentre desgastada y requiera un reemplazo. Prestar atención a ese detalle, ya que al extender su vida útil más de lo necesario se pueden dañar otros componentes asociados al funcionamiento y la seguridad.
Cuidar los detalles al limpiar una bicicleta
El proceso para limpiar una bicicleta requiere cierto orden. En especial, no mezclar componentes como la grasa, la suciedad y el lubricante con las partes limpias.
Para eso se debe contar con esponjas, baldes y paños separados. Además, si el rodado tiene accesorios de cuero en las empuñadoras o el asiento, haya que evitar que se mojen, colocando un protector encima.
Para mayor comodidad, existen elementos como el soporte para bicicletas. Mantiene el rodado elevado y las partes difíciles quedan más accesibles.
Te podría interesar...