Limpiar los oídos de forma segura y saludable

No es recomendable recurrir a los remedios naturales para limpiar los oídos, ya que pueden causar reacciones adversas y provocar un problema mayor.
Limpiar los oídos de forma segura y saludable
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 25 mayo, 2023

¿Se deben limpiar los oídos a menudo? ¿Es bueno hacerlo a diario o solamente una vez al mes? ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Estas y otras dudas son muy comunes en la mayoría de las personas. ¿Y cuáles serían sus respuestas?

Ante todo, los médicos recomiendan evitar limpiarse los oídos con las manos (en especial si están sucias) y no introducir objetos en los oídos para intentar limpiarlos, ni siquiera los hisopos o bastoncillos de algodón, ya que pueden dañar la membrana y el interior, y provocar taponamientos.

Sí, al introducir un dedo o el bastoncillo de algodón, sin querer empujamos una buena parte de la cera hacia la parte más profunda del interior del oído y bloquear el conducto auditivo. Sí, una parte se queda adherida al bastoncillo, pero no toda. Además, con el dedo podemos introducir más suciedad y gérmenes a este punto del cuerpo tan delicado.

El tapón de cerumen es una de las causas más comunes de pérdida de la audición. Por este motivo, los médicos no recomiendan hurgar en el oído con los dedos o bastoncillos para limpiarlo.

Función de la cera en los oídos

Persona con cera en los oídos.

El conducto auditivo externo está revestido por folículos pilosos (origen de los pelitos), y por glándulas que producen un aceite ceroso denominado cerumen que es importante para mantener la salud de los oídos.

La cera es una secreción natural, normal, propia de los oídos. Por lo tanto, cumple con una función fisiológica y es proteger a los oídos.

Dicha protección la brinda de la siguiente manera:

  • La cera atrapa e impide que el polvo, bacterias y otros microorganismos, o pequeños objetos, penetren y le causen daño al oído. Así puede prevenir la aparición de infecciones.
  • También podemos decir que actúa como lubricante, pues impide que los canales auditivos se sequen y lleguen a agrietarse.
  • Protege la delicada piel del conducto auditivo para evitar que se irrite cuando le entre agua.
  • Normalmente, la cera o cerumen se abre paso hasta la abertura del oído. Una vez ahí se cae o se elimina mediante el lavado. Por ende, serán los propios oídos los que te indicarán cuándo necesitan una limpieza para reducir un poco los niveles de cera. Cuando esto suceda, debes estar preparado para limpiarlos de una forma segura y, a la vez, eficiente.

¿Por qué se deben limpiar los oídos?

Los oídos se encargan de percibir los sonidos para enviarlos al cerebro. Además, su rol es fundamental porque contribuyen a mantener al cuerpo en equilibrio.

La parte del oído que ayuda con el equilibrio se conoce como el sistema vestibular o el laberinto, una estructura en el oído interno compuesta por hueso y tejido blando. Por lo tanto, limpiar los oídos no solo es importante para evitar la acumulación de cera y suciedad, o prevenir infecciones, sino también para tener una buena audición.

Por otra parte, el exceso de cera podría indicar la existencia de una infección. O la producción excesiva de cerumen puede endurecerse en el conducto auditivo y bloquear el oído.

Remedios caseros para limpiar los oídos

La higiene de los oídos abarca principalmente la limpieza de las orejas, que al estar expuestas de forma externa pueden limpiarse de forma sencilla mediante un lavado. Pero, para limpiar el conducto principal del oído se debe tener más cuidado. Es recomendable consultar con el médico cómo hacerlo si existen dudas al respecto.

De todos modos, lo que debes tener claro en todo momento es que no debes limpiar los oídos con demasiada frecuencia ni con demasiada fuerza. Y si vas a realizarte un lavado o aplicarte unas gotas de algún producto (aceite, infusión, etc.) debes hacerlo siempre previa consulta profesional y siguiendo todas las medidas de precaución necesarias para que el procedimiento no resulte contraproducente.

¿Y cada cuánto sería recomendable limpiar los oídos? Existe consenso en torno a que no es recomendable hacerlo a diario. Por otra parte, hay quienes consideran que lo más adecuado sería hacerlo una vez a la semana.

limpiar los oídos con aceite

La infusión de manzanilla, el aceite de oliva, el aceite de almendras, el agua oxigenada son algunos de los remedios caseros más recomendados a la hora de eliminar la cera de los oídos. Veamos un poco más acerca de cada uno:

  • Infusión de manzanilla: como esta planta tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, puede ser una buena opción para realizar la limpieza. Bastaría con tomar unas cuantas gotas para realizar el lavado.
  • Aceite de oliva: ayuda a ablandar la cera (sobre todo cuando esta se ha acumulado en abundancia) y a facilitar su limpieza (con ayuda de un algodón, no un bastoncillo).
  • Aceite de almendras o de bebé: estos cumplen la misma función que el aceite de oliva, pero al tener un aroma más agradable, se suelen elegir más.
  • Agua oxigenada: hervir un poco de agua y añadirle unas cuantas gotas de agua oxigenada puede ayudar a crear un limpiador casero para oídos. Solamente hace falta utilizar unas cuentas gotas.

Pautas generales

Una vez que hayas aplicado el respectivo producto, podrás proceder a limpiarte los oídos. Una vez hayas finalizado, deberás:

  1. Secar el oído completamente. Puedes usar un secador de cabello (en potencia baja y con aire tibio) para acelerar el proceso o bien una toalla limpia.
  2. Puedes limpiar el conducto auditivo externo con un pañuelo o papel higiénico envuelto alrededor de tu dedo. ¡Nunca hacia la parte interna!
  3. Acude al médico especialista si tienes los oídos obstruidos con cerumen, tienes molestias y dificultades para extraerlo.

Aunque en el ámbito popular se suelen recomendar varios remedios naturales con frecuencia para limpiar los oídos de forma natural, hay que tener cuidado al utilizarlos.

Finalmente, cabe recordar que en las farmacias se pueden encontrar diversos productos elaborados con distintos ingredientes, incluso con manzanilla, por ejemplo, que además de ser seguros, tienen un uso muy sencillo y no tienen un olor desagradable. Pregunta a tu farmacéutico cuál te recomienda y sigues las instrucciones del producto a la hora de comenzar a utilizarlo.


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