Madre brinda en Navidad y Año Nuevo donde falleció su hijo hace 22 años
Navidad y Año Nuevo son días especiales que se caracterizan por vivirse en familia. Por esa razón, mientras algunos comparten la cena con sus familiares, otras personas le dedican un tiempo a recordar a sus seres queridos que lastimosamente ya no están.
Pues con ese ritual encuentran una manera de volver a sentirse cerca de sus personas amadas por un momento. Así le ocurre a Cecilia Centurión, una madre paraguaya de 79 años que todos los años le rinde homenaje a su hijo.
Este consiste en hacer un brindis en memoria de su hijo en una determinada esquina de la ciudad. Esto, debido a que desafortunadamente hace 22 años el hombre perdió la vida en ese lugar cuando iba en su auto y chocó contra un árbol.
Además, también se dedica a decorar el árbol en el que se estrelló su hijo. Pues esa es la forma que ha encontrado para demostrarle amor y transmitirle que para ella, su vida siempre estará iluminada, al igual que la Navidad.
El hecho se volvió viral en las redes sociales luego de que la periodista Tai Ocampo publicara una foto de la señora brindando en la calle en compañía de otra mujer. Le pareció interesante la manera en la que conmemoraban la noche.
La revelación de la verdad de la madre
Al igual que a la periodista, a otros medios de comunicación les llamó la atención la situación. De esa manera, se pusieron en la misión de contactar a la señora para preguntarle las razones por las que lo hacía.
Así, le contó a la sociedad mediante los micrófonos que lo hacía para enaltecer la memoria de su hijo. Pues en el año 1999 había perdido la vida en esa esquina de Asunción.
Asimismo, reveló que era una manera de mantener viva la ilusión que a su hijo le causaban esas fechas. Pues demostraba una felicidad inmejorable cuando las celebraba.
Por esa razón, la madre manifiesta que con ese ritual siente que está celebrando un momento junto a él. A raíz de ello, asiste con un vino para brindar y una vela para pedir que su alma siempre esté tranquila.
Además, finalmente comentó que desde el año del fallecimiento ha asistido sin falta durante todas las noches de Navidad y Año Nuevo. De la misma manera, dejó claro que lo seguirá haciendo hasta el final de sus días porque quiere que el vínculo con su hijo perdure por siempre.
Reflexión final
El amor de una madre es infinito e irrompible, por esa razón, no se debilita ni aunque su hijo ya no esté en vida. Por el contrario, siguen encontrando los recursos para que el cariño aumente día a día.
De igual manera, el fallecimiento de un hijo es el momento más duro que puede vivir una madre. Esto, debido a que ellos son su vida entera y ese vínculo jamás llegará a compararse con ningún otro.
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- Martínez González C. Desarrollo del vínculo afectivo. Introducción. En: AEPap ed. Curso de Actualización Pediatría 2008. Madrid: Exlibris Ediciones; 2008. p. 299-301.