Maniobra de Heimlich: qué es y cómo se practica

La maniobra de Heimlich se aplica de manera diferente en los adultos y en los niños. Con los pequeños se debe tener mucho cuidado para no lastimarlos. Te contamos todo acerca de esta técnica.
Maniobra de Heimlich: qué es y cómo se practica
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 06 septiembre, 2023

La maniobra de Heimlich es un procedimiento de primeros auxilios para ayudar a una persona cuando presenta asfixia por atragantamiento. La técnica busca desobstruir el conducto respiratorio que se encuentra bloqueado.

Esta maniobra también recibe el nombre de «compresión abdominal», y fue descrita por primera vez por el doctor Henry Heimlich, en 1974. En principio, se aplicó sobre quienes presentaban ahogamientos o ataques de asma. En la actualidad, se recomienda su uso en casos de obstrucción grave de la vía aérea, que se caracteriza por la inhabilidad de la persona para emitir algún sonido o ruido.

A continuación, profundizamos más sobre las prevenciones que se deben tener y cuál es la forma adecuada de realizar esta técnica.

¿Qué es la maniobra de Heimlich?

La maniobra de Heimlich es una técnica que se utiliza en casos de asfixia para eliminar objetos que estén obstruyendo las vías aéreas. Se basa en la realización de compresiones abdominales, que levantan el diafragma y provocan una expulsión de aire brusca. Este mecanismo favorece la salida del objeto.

Este procedimiento puede realizarse en adultos y en niños mayores de un año. En embarazadas y personas obesas, las compresiones deben efectuarse a nivel torácico. En bebés menores de un año, la maniobra de Heimlich se ejecuta con un procedimiento diferente.

Cabe destacar que no en todos los casos de atragantamiento es indicada la maniobra de Heimlich. Si la persona está consciente, habla y puede respirar por sí misma, no debe practicarse. En estos casos, puede expulsar lo que esté obstruyendo el conducto aéreo sin ayuda.

¿Cuándo realizar esta maniobra?

La asfixia se produce cuando un objeto o alimento se atasca de manera parcial o completa en la garganta o tráquea, bloqueando el flujo de aire. Esto impide que llegue el oxígeno a los pulmones y a todos los tejidos corporales. De no tratarse de inmediato, se pone en riesgo la vida.

Cuando una persona tiene las vías respiratorias obstruidas, presenta algunas señales. Entre estas:

  • Se agarra la garganta.
  • No puede toser.
  • La piel de la cara se le ve azulada o de color rojo brillante por falta de oxígeno.
  • No puede hablar.
  • Emite un silbido cuando trata de respirar.

Si la persona se está ahogando, no podrá emitir ninguna palabra, solo moverá su cabeza. En estos casos, y solo si estás seguro, es cuando se debe aplicar la maniobra de Heimlich.



¿Cómo se practica la maniobra de Heimlich en adultos y niños mayores de 1 año?

La Cruz Roja Americana señala en el Manual de primeros auxilios, RCP y DEA, que la manera más efectiva de despejar las vías respiratorias es realizar una combinación de 5 golpes de espalda, seguidos de 5 compresiones abdominales.

Entonces, primero se debe comenzar por pedir a la persona atragantada que conserve la calma. Del mismo modo, informarle que se le va a practicar la maniobra de Heimlich. Luego sigue los siguientes pasos:

  1. Da 5 golpes en la espalda con la palma de la mano, entre los omóplatos.
  2. Si la persona está de pie, ubícate detrás de ella con un pie ligeramente delante de otro.
  3. Pasa los brazos alrededor de su cintura y tumba a la persona un poco hacia adelante. Una de las manos debe ubicarse debajo de la caja torácica, unos 4 dedos por encima del ombligo. La mano debe cerrarse en forma de puño y cubrirla con la otra.
  4. Luego, se debe presionar con fuerza el abdomen de la persona, haciendo un movimiento hacia adentro y hacia arriba, con rapidez. El movimiento debe ser como si se intentara levantar a la persona.
  5. Las compresiones deben realizarse 5 veces seguidas, de manera rápida. Si la persona sigue atragantada, se debe seguir con las 5 palmadas en la espalda y las 5 compresiones abdominales.

Esta maniobra debe suspenderse cuando la persona expulsa el objeto y vuelve a respirar de manera normal. Otra razón para suspender las compresiones abdominales, es que la persona no expulse el objeto y pierda el conocimiento. En estos casos debe llamarse a urgencias de inmediato e iniciar la respiración artificial.

¿Cómo hacer esta maniobra cuando se está solo?

Para practicar esta maniobra mientras se está solo, se debe buscar la ayuda de una silla y seguir estas indicaciones:

  • Ubícate detrás de una silla.
  • Apoya el abdomen (entre el ombligo y el esternón) en el respaldo de la silla.
  • Presiona fuertemente sobre el respaldo con el fin de lograr expulsar el objeto causante de la obstrucción.

Un estudio publicado en la revista Thorax, detalla que las compresiones autoadministradas parecen tan fisiológicamente efectivas como las administradas por socorristas para generar presión intratorácica expulsiva. Además, señala que las compresiones en silla parecen ser las más efectivas.



¿Cómo se practica la maniobra de Heimlich en bebés?

Los bebés menores de un año tienen mayor riesgo de atragantamiento que los adultos. Por ello es importante saber cómo actuar en caso de una emergencia que implique la asfixia del pequeño.

Se debe tener en cuenta que, si el bebé llora, balbucea o tose, no debes realizar esta maniobra. Esto es resultado de una obstrucción parcial que el bebé resolverá solo al toser. Ahora, si notas que no respira y comienza a tornarse morado, debes realizar la maniobra de Heimlich de una manera diferente y con mayor cuidado, siguiendo estos pasos:

  1. Posiciona al bebé sobre tus piernas y haz que flexione su cuerpo de tal modo que quede con la cara hacia abajo. La cabeza debe quedar más abajo de los pies y se debe sostener la mandíbula y la cabeza del pequeño.
  2. Enseguida, es necesario darle golpes en la parte superior de la espalda, entre los omóplatos, con la base de la palma de la mano. Estos deben ser rápidos, pero suaves para no lastimarlo.
  3. Si el niño no expulsa lo que tiene atragantado, hay que darle la vuelta, de modo que quede bocarriba. Luego, colocar los dedos en la parte inferior del esternón y realizar cinco compresiones.

Si esto no funciona, es necesario llevarlo de manera inmediata a un servicio de urgencias. Recuerda que este tipo de situaciones pueden ser mortales.

Posibles complicaciones de la maniobra de Heimlich

Esta maniobra es clave cuando de salvar vidas por atragantamiento se trata, sin embargo, puede traer algunas complicaciones, aún más, cuando se hace en niños. Las más frecuentes son las lesiones abdominales y las fracturas de costillas, debido a la fuerza que se emplea al realizar la técnica.

Un estudio publicado en la revista Anales de pediatría, señala que se han descrito varias complicaciones tras poner en práctica esta maniobra. Como fracturas costales, perforación de yeyuno, estómago y esófago, rotura de válvula aórtica, trombosis aguda de aneurisma aórtico abdominal, neumomediastino, herniación diafragmática y disfagia. Es rara la hemoptisis.

Ante todo, la prevención

Las asfixias en niños pueden prevenirse. La Academia Americana de Pediatría afirma que los alimentos causan más del 50% de los episodios de asfixia en niños. Para evitar este tipo de emergencias, se deben tener en cuenta estos consejos:

  • No debes dejar al alcance objetos pequeños en niños menores de 4 años. Un ejemplo de estos son las monedas, canicas, botones, juguetes de piezas pequeñas, globos, entre otros.
  • Supervisa al niño mientras come. En niños menores de 4 años, no se debe ofrecer alimentos como uvas, perros calientes, zanahorias crudas, nueces o maní, trozos o pedazos de carne, caramelos, chicle, entre otros.
  • Evita que el niño esté en movimiento cuando tiene algo en la boca.

En el caso de los adultos, se puede evitar el atragantamiento cortando todos los alimentos en piezas pequeñas. También masticando de manera pausada, y evitando reírse mientras mastica y traga.

La maniobra de Heimlich es un procedimiento fácil de aprender, que no requiere de una experiencia médica para ponerlo en práctica. Eso sí, para realizarla de manera segura, es importante que te familiarices con los pasos a seguir y las diferentes técnicas que debes utilizar, dependiendo si es un adulto o un bebé.


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