18 medicamentos y pastillas para el dolor de estómago

No hay una sola causa de dolor y molestias en el abdomen. Es por ello que los fármacos para su tratamiento son variados y se usan para abordar diferentes enfermedades del aparato digestivo.
18 medicamentos y pastillas para el dolor de estómago
Franciele Rohor de Souza

Revisado y aprobado por la farmacéutica Franciele Rohor de Souza.

Escrito por Mariel Mendoza

Última actualización: 21 marzo, 2024

Buscamos medicamentos para el dolor de estómago a menudo. Tras una indigestión, ante comidas copiosas, cuando atravesamos una gastroenteritis o si estamos constipados, no es infrecuente que tomemos hioscina, ranitidina o metoclopramida. Pero no siempre elegimos de modo correcto ni tenemos en claro por qué sentimos la molestia.

Usamos la expresión «dolor de estómago» para referirnos a cualquier malestar experimentado en la zona del vientre. El problema es que las causas son múltiples y no todas se pueden tratar de la misma manera.

Por ello, cualquier pastilla o preparado que deseemos tomar para mejorar la salud del abdomen debería estar indicada y prescrita por un médico. De este modo, reducimos la posibilidad de efectos adversos y aumentamos la eficacia del tratamiento.

¿Qué es bueno para el dolor de estómago?

Si el dolor de estómago es severo o está acompañado de otros síntomas (fiebre, vómitos persistentes, pérdida de peso inexplicable), no es conveniente recurrir a las pastillas sin un diagnóstico. Podría ser indicativo de un problema más serio que requiera otros abordajes.

Por otro lado, si sentimos una molestia abdominal leve o una sensación de vacío, muchas veces asociada a una comida o una situación de estrés que atravesamos, entonces podemos recurrir a los siguientes métodos para intentar un alivio:

  • Descansar: relajarse, tomar una siesta o reducir la agenda para los días siguientes puede ser suficiente.
  • Hidratarse: beber pequeños sorbos de agua durante el día contribuye para bien. De manera ideal, debe ser agua pura, sin ingerir bebidas carbonatadas, cafeína o alcohol.
  • Cambiar la dieta: prefiere alimentos ricos en fibra y fáciles de digerir. Prueba con arroz, plátanos y galletas saladas. Al contrario, evita irritantes, como los picantes y los condimentos.
  • Usar hierbas medicinales: el té común, a veces, es suficiente para calmar un dolor de estómago sin recurrir a pastillas. También se ha demostrado la efectividad del ajo, la manzanilla, la canela, el comino, el eucaliptus, el geranio y la salvia, según una publicación científica en Pharmaceutical Biology.

Si no hay mejoría, habrá que consultar a un médico para que te indique pastillas para el dolor de estómago. Los medicamentos disponibles son variados y a continuación te listamos y contamos cuáles son los más importantes.



Antiespasmódicos para el dolor de estómago

Los antiespasmódicos sirven para tratar el dolor abdominal causado por espasmos musculares del tubo digestivo. Es decir, que resultan útiles en el síndrome del intestino irritable y la colitis con diarrea.

La función principal de los antiespasmódicos es relajar los músculos lisos involuntarios del tracto gastrointestinal. Ello ayuda a aliviar el dolor y la incomodidad por cólicos.

1. Escopolamina o hioscina

La escopolamina pertenece al grupo de los anticolinérgicos. Se utiliza para las náuseas, los vómitos y los mareos asociados con el movimiento, así como para el dolor del síndrome del intestino irritable.

Bloquea al neurotransmisor acetilcolina en el sistema nervioso autónomo. Por ende, ayuda a relajar los músculos lisos y reduce la actividad del sistema nervioso parasimpático.

La hioscina está disponible en varias formas, como por ejemplo parches, tabletas, inyecciones y soluciones orales. Algunos de sus efectos secundarios comunes incluyen sequedad en la boca, visión borrosa y somnolencia.

2. Trimebutina

Este medicamento se utiliza en el tratamiento de trastornos gastrointestinales funcionales. Ello incluye al síndrome del intestino irritable (SII) y otros trastornos que involucran espasmos musculares digestivos.

Actúa como una moduladora de los receptores de serotonina en el intestino. También puede tener efectos sobre otros neurotransmisores.

Trimebutina está disponible en varias formas farmacéuticas; entre ellas, tabletas, cápsulas y soluciones líquidas. Algunos de los efectos secundarios más usuales pueden incluir dolor de cabeza, mareos y náuseas.

Antiinflamatorios para el dolor abdominal

Los antiinflamatorios son medicamentos para el dolor de estómago en circunstancias muy precisas. Y no todas las pastillas de esta categoría tienen indicación en este contexto.

Los antiinflamatorios no esteroideos o AINEs, por ejemplo, alivian la dismenorrea y la colitis, aunque su uso prolongado se asocia a daño en el revestimiento del estómago. Por otro lado, los corticoides, que funcionan muy bien para la pancreatitis, no se pueden sostener a largo plazo por sus efectos adversos.

Es por ello que se desarrollaron antiinflamatorios puntuales para enfermedades digestivas. Entre ellos, tenemos al metamizol y a la mesalazina.

3. Metamizol

También conocido como dipirona, es un analgésico y potente antipirético. Se emplea para el dolor abdominal con fiebre.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que puede tener efectos secundarios severos. Algunos de los más comunes incluyen náuseas, vómitos, mareos, presión arterial baja y reacciones alérgicas. Además, se asocia con agranulocitosis.

4. Mesalazina

La fórmula de este medicamento para el dolor de estómago es ácido 5-aminosalicílico o 5-ASA. Forma parte del tratamiento de la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

La mesalazina actúa de modo local en el intestino para reducir la inflamación. Por ello, alivia síntomas asociados con estas condiciones, como el sangrado rectal.

Está disponible en varias formas farmacéuticas. Puede conseguirse en tabletas, cápsulas de liberación retardada, enemas, supositorios y suspensiones rectales.

Medicamentos para el dolor de vientre por infecciones

Los antiinfecciosos se indican cuando se conoce que el origen de las molestias gastrointestinales se debe a la presencia de una infección o parasitación. La misma puede ser bacteriana, viral o parasitaria.

En caso de ser una bacteria, se indican antibióticos. De otro modo, serán útiles los antivirales, en menor medida, o los antiparasitarios. Respecto a los antivirales, vale aclarar que no siempre se requieren, ya que muchas gastroenteritis se resuelven por sí solas.

5. Amoxicilina con ácido clavulánico

El tratamiento estándar para la infección por H. pylori, capaz de causar gastritis y dolor, implica una terapia triple con un inhibidor de la bomba de protones, amoxicilina y claritromicina o metronidazol. Sin embargo, debido a la resistencia creciente a los antibióticos, se incrementó la prescripción de amoxicilina con ácido clavulánico.

El ácido clavulánico se agrega a la amoxicilina para protegerla de la degradación por las enzimas producidas por ciertas bacterias. Así, se aumenta su efectividad.

6. Metronidazol

El metronidazol se utiliza para tratar infecciones parasitarias intestinales, incluyendo las causadas por protozoos y algunos helmintos. Es efectivo contra Entamoeba histolytica, Giardia lamblia y algunos nematodos.

En realidad, metronidazol es antibiótico y antiparasitario a la vez. Se administra en forma de tabletas orales o suspensiones líquidas.

7. Lamivudina

La hepatitis crónica puede generar dolor en la región alta del abdomen. Cuando se confirma la enfermedad, uno de los medicamentos para el protocolo de tratamiento es lamivudina por 5 años.

Se trata de un antiviral que pertenece a los inhibidores de la transcriptasa reversa análogos de nucleósidos. Suprime la replicación del virus de la hepatitis B y reduce el daño hepático.

Se administra en forma de tabletas orales y generalmente se toma una vez al día. Algunos efectos secundarios comunes incluyen dolor de cabeza, náuseas, vómitos, diarrea y fatiga.

Antidiarreicos como medicamentos para el dolor de estómago

Los fármacos antidiarreicos funcionan como medicamentos para el dolor de estómago cuando la molestia se origina en la diarrea y el aumento de los movimientos peristálticos. Son principios activos que se encargan de aumentar la permanencia de las heces en la luz intestinal, propiciando su endurecimiento.

Suelen ser de uso ocasional y no se recomienda su toma continua. Al contrario, ello podría derivar en efectos adversos con cambios en la motilidad del tubo digestivo.

Muchas diarreas no necesitan medicación, de hecho. Solo se recomiendan medidas generales y mantenerse hidratado.



8. Loperamida

Loperamida disminuye la motilidad intestinal y aumenta la absorción de agua y electrolitos en el intestino. Se puede prescribir para diarreas virales o bacterianas, así como para la diarrea del viajero.

Está disponible en forma de tabletas, cápsulas, solución líquida y masticables de liberación rápida. Por lo general, se toma después de cada deposición líquida.

9. Racecadotrilo

Es un medicamento utilizado en el tratamiento de la diarrea aguda en niños. Sin embargo, no toda la evidencia es contundente a su favor.

Actúa al inhibir la encefalinasa, una enzima que degrada las encefalinas, péptidos con propiedades antihipersecretoras y antiinflamatorias en el tracto gastrointestinal. Así, reduce la pérdida de agua y electrolitos en las heces. No tiene efectos significativos sobre la motilidad intestinal.

Antiflatulentos para reducir el dolor de estómago

Los antiflatulentos son medicamentos diseñados para aliviar el exceso de gas en el tracto gastrointestinal y reducir los síntomas asociados, como la distensión abdominal. Si bien las flatulencias pueden no ser la causa principal del dolor, su presencia empeora el cuadro.

10. Simeticona

Es uno de los medicamentos para el dolor de estómago que alivia el exceso de gas gastrointestinal y la sensación de plenitud. Funciona al desintegrar el gas atrapado, lo que facilita su eliminación. Lo hace mediante la disminución de la tensión superficial de las burbujas, lo que provoca su ruptura en burbujas más pequeñas.

Simeticona está disponible en forma de tabletas, cápsulas, gotas orales y masticables. Se toma después de las comidas.

11. Dimeticona

La dimeticona se considera un tipo de silicona que no se absorbe en el intestino. Actúa de modo físico en el tracto gastrointestinal para romper las burbujas de gas.

Está disponible en forma de gotas orales y suspensiones líquidas. Por lo general, se toma después de las comidas.

Antiácidos y protectores gástricos

Los antiácidos mejoran el dolor de estómago ocasionado por la gastritis, el reflujo gastroesofágico, las úlceras o la pirosis. Existen fármacos que inhiben la producción de ácido, como el pantoprazol o el omeprazol, mientras que otros bloquean y neutralizan con una reacción química el ácido clorhídrico (carbonato de calcio, bicarbonato de sodio e hidróxido de magnesio).

El sucralfato y las sales de bismuto, por otro lado, también funcionan como protectores gástricos, pero por otra vía diferente. Lo que hacen es generar una barrera de protección que impide que el ácido entre en contacto directo con la pared de los órganos.

12. Ranitidina

La ranitidina pertenece a la clase de los antagonistas de los receptores H2 de histamina. Se utiliza para reducir la producción de ácido estomacal y aliviar los síntomas asociados.

Está disponible en forma de tabletas orales, cápsulas, jarabes y soluciones inyectables. Es importante tener en cuenta que puede tener algunos efectos secundarios, poco comunes y leves, como dolor de cabeza, mareos, diarrea o estreñimiento.

13. Omeprazol

El omeprazol es un medicamento que pertenece a los inhibidores de la bomba de protones. Actúa mediante el bloqueo del mecanismo de reducción del pH en las células parietales del estómago, lo que disminuye la producción de ácido gástrico.

Se toma por vía oral, en forma de cápsulas, tabletas o suspensiones. Aunque también puede estar disponible en formulaciones líquidas para administración intravenosa.

14. Sucralfato

Este es un medicamento para tratar y prevenir úlceras gástricas y duodenales. No se absorbe en la sangre. Se clasifica como un gastroprotector y actúa formando una capa sobre el revestimiento del estómago y el intestino delgado.

Además de su uso en las úlceras, también puede ser útil en la esofagitis por reflujo. Se toma por vía oral, en forma de tabletas o suspensión. Por lo general, varias veces al día, antes de las comidas y antes de acostarse.

Estimulantes de la motilidad intestinal

Estos medicamentos se utilizan cuando el origen del dolor de estómago está en el estreñimiento, el enlentecimiento del vaciamiento gástrico (sensación de llenura) o ante reflujo y vómitos. Aceleran el tránsito, por lo que el contenido se mantiene menos tiempo en contacto con las mucosas.

15. Domperidona

La domperidona actúa como un antagonista de los receptores de dopamina en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal. Al bloquear los receptores, aumenta la motilidad del tubo digestivo, lo que ayuda a acelerar el vaciamiento gástrico.

Se utiliza para las náuseas y los vómitos asociados a:

Está disponible en forma de tabletas, suspensiones orales y supositorios rectales. Se toma antes de las comidas.

16. Metoclopramida

Actúa como un agonista de los receptores de dopamina y como antagonista de los receptores de serotonina 5-HT3 en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal. Al aumentar la actividad de la dopamina y bloquear la serotonina, incrementa la motilidad del tracto gastrointestinal.

Metoclopramida está disponible en forma de tabletas, solución oral, inyección intravenosa y supositorios. Es importante tener en cuenta que puede tener algunos efectos secundarios, como somnolencia, fatiga, mareos y diarrea.

Laxantes

Los laxantes actúan en caso de dolor de estómago por estreñimiento. Existen fármacos de este tipo que son espesantes y otros que son ablandadores.

Los espesantes o formadores de masa, como el metamucil, absorben más líquido en los intestinos y aumentan el volumen de las heces. Por otro lado, los ablandadores se encargan de lubricar y ablandar las heces formadas para hacer más fácil su evacuación.

También hay laxantes osmóticos (como la leche de magnesia, la lactulosa o el sorbitol), que causan retención del líquido en los intestinos, lo que hace a las heces más blandas y fáciles de evacuar. Estos se deben consumir con mucha agua.

Por último, los laxantes estimulantes (bisacodilo) generan irritación de la mucosa intestinal, con el consiguiente aumento del tránsito.

17. Lactulosa

La lactulosa es un tipo de azúcar sintética. Se descompone por las bacterias intestinales, de modo que genera productos ácidos que reducen el pH del colon y promueven el movimiento intestinal.

Aumenta la frecuencia de las deposiciones y ablanda las heces, lo que alivia el estreñimiento y el dolor de vientre. Por otro lado, debido a su efecto acidificante, ayuda a prevenir la proliferación de bacterias dañinas en el intestino grueso.

18. Bisacodilo

El bisacodilo es un medicamento laxante para el estreñimiento ocasional y para limpiar el intestino antes de ciertos procedimientos médicos, como colonoscopias o cirugías. También puede prescribirse para aliviar la evacuación intestinal en pacientes con fisuras anales u otras afecciones que requieren heces suaves y de fácil paso.

Pertenece a la clase de medicamentos conocidos como laxantes estimulantes. Su efecto suele producirse dentro de las 6 a 12 horas después de tomarlo.

Está disponible en varias formas, como lo son tabletas, supositorios y enemas. No debe tomarse de manera crónica o a largo plazo, ya que puede ser perjudicial y causar dependencia laxante.

¿Hay remedios caseros para el dolor de estómago?

Hay diversas preparaciones naturales y caseras que pueden ayudar a aliviar las molestias, sin pastillas. Claro que solo deben usarse en ocasión de una molestia ligera. Y es conveniente combinarlas con frutas para el dolor de estómago o una dieta astringente.

Algunos ejemplos son los siguientes:

  • Menta: se puede consumir té de menta o en caramelos.
  • Agua de arroz: es un remedio tradicional. Solo se hierve el arroz en agua y se cuela el líquido para beberlo.
  • Té de hinojo: el hinojo se conoce por sus propiedades carminativas, que pueden ayudar a reducir los gases.
  • Jengibre: antiinflamatorio y digestivo. Se puede consumir en forma de té o masticar trozos pequeños de la raíz.
  • Vinagre de sidra de manzana: aunque su sabor es fuerte, se ha utilizado de modo tradicional para mejorar la digestión y aliviar el malestar estomacal. Se puede diluir en agua y tomar antes de las comidas.
Todos los remedios naturales y caseros solo tienen aplicación en casos muy leves y ocasionales. Si el dolor es persistente o severo hay que buscar atención médica.

¿Qué medicamentos se recomiendan para el dolor de estómago en niños?

Al considerar el uso de medicamentos para el dolor de estómago y remedios naturales en niños, es importante ser cautelosos. Hay que tener presente la edad del pequeño, así como cualquier condición médica subyacente.

Omeprazol y ranitidina se indican en la infancia. También la metoclopramida. Siempre con un ajuste de dosis respecto a los adultos y con preferencia por la presentación en jarabe o suspensión.

La simeticona y la escopolamina se prescriben, aunque la primera desde temprana edad y, para la segunda, se recomienda esperar. De hecho, muchas veces la escopolamina enmascara cuadros clínicos más severos y retrasa su diagnóstico en la edad pediátrica.

Las tabletas de bisacodilo no se recomiendan para niños. Su uso no está bien establecido en esta población. Respecto a la lactulosa, puede ser segura en la infancia, pero se debe usar bajo la supervisión médica.

En cuanto a los remedios naturales para el dolor de estómago, la manzanilla es segura para la mayoría de los niños. El agua de arroz también.

En el caso del jengibre, se restringe a mayores de 2 años. La menta, por su parte, es útil luego de los 8 años. Y el vinagre de manzana no es para la edad pediátrica.

Usa las pastillas para el dolor de estómago con la aprobación de un médico

Es el médico, posterior a la evaluación clínica, quien decide cuáles son los medicamentos necesarios para un dolor de estómago. Muchas veces, las molestias calman con medidas simples y cotidianas. Otras tantas, es indispensable un abordaje guiado por un profesional.

La importancia de usar las pastillas con la aprobación médica radica en garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento. En especial, en el caso de los niños.

Los medicamentos pueden tener efectos secundarios y requerir dosis específicas. Evita la automedicación y minimiza los riesgos.


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