¿Cuál es la mejor hora para tomar zumo de limón y bajar de peso?
No se puede tomar zumo de limón y bajar de peso de forma mágica. No creas en esas soluciones instantáneas, por favor.
Pero lo que sí puedes hacer es diagramar un plan para hacer una reducción progresiva de los kilos excedentes que afectan tu salud. Y en ese plan podemos incluir algunas bebidas que sirven al propósito general. Por sí solas no mejorarán los registros en la balanza, aunque podrían contribuir a que lleguemos antes a las metas.
El zumo de limón para bajar de peso circula en las redes sociales como una bebida que acelera el adelgazamiento así porque sí. Como si se tratase de un brebaje con propiedades antes desconocidas. Veamos más en detalle si es útil o no.
¿Sirve el zumo de limón para bajar de peso?
La respuesta inmediata a esta pregunta sencilla y llana es que no. El zumo de limón aislado, como una bebida más en el contexto de cualquier dieta, no te hará adelgazar.
En cambio, sí podemos decir que la dieta cetogénica ayuda a bajar de peso. O el ayuno intermitente. Ambos planes, por ejemplo, han sido estudiados y probados en grupo de poblaciones con obesidad que lograron quitar kilogramos a su masa corporal.
Y por aquí viene la aplicación que podemos hacer del agua con limón o del exprimido de la fruta. Si tomamos esta bebida en un momento adecuado, dentro de la pauta alimentaria que elaboramos para adelgazar, entonces nos dará una mano interesante. Lo repetimos: no hará magia, solo nos ayudará.
En el año 2013 se publicó un estudio con ratones obesos a los que se les suministró un extracto de limón para valorar los efectos intrínsecos en su metabolismo. Esta muestra estudiada recibió beneficios importantes al terminar el período de la investigación:
- Bajaron de peso.
- Mejoraron sus glucemias (el nivel de glucosa en la sangre), por lo que redujeron el riesgo de diabetes tipo 2.
- Aumentaron su sensibilidad a la insulina, que se suele perder con el incremento de peso.
- Modificaron el funcionamiento de algunas células hepáticas, por lo que metabolizaron mejor los lípidos y la glucosa.
¡Atentos! Estos resultados fueron en ratones. No han sido extrapolados a humanos, pero podemos darnos una idea de que la adición del limón en la dieta es beneficiosa.
El zumo de limón para bajar de peso en el ayuno intermitente
El ayuno intermitente es un protocolo de alimentación que se estudia mucho en el campo de la nutrición y la medicina clínica por sus posibles efectos terapéuticos. Es decir, se trata de una forma de organizar la alimentación diaria que podría mejorar parámetros bioquímicos y metabólicos.
Consiste en realizar un ayuno programado, una vez al día, para concentrar las ingestas en unas determinadas horas. El modelo más estudiado y sugerido consiste en 16 horas de ayuno (solo tomando líquidos) seguidas de 8 horas de alimentación.
Los estudios científicos plantean que este modelo modifica el ritmo circadiano de las personas, mejora la composición de la microbiota intestinal, reduce el riesgo de diabetes tipo 2 y de patología cardiovascular, así como ayuda a bajar de peso. Pero lo cierto es que a muchas personas les cuesta apegarse a ese modelo.
Las 16 horas de ayuno pueden volverse tediosas. La principal razón de abandono del plan es la falta de persistencia, pues el hambre hace de las suyas y las actividades diarias (trabajo, ejercicio, estudio) parecen requerirnos que no cumplamos.
Un consejo que los nutricionistas dan a quienes siguen este modelo de dieta es que ingieran ciertas bebidas durante las 16 horas de ayuno para generar saciedad y calmar el hambre. El café es una de las más recomendadas. Y podríamos agregar el zumo de limón o el agua con limón.
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¿Cuándo tomarlo?
Si cumples tu ayuno intermitente entre la cena del día anterior y el siguiente almuerzo, prueba tomar agua con limón a la mañana. El horario no importa tanto, sino que lo hagas como método para causar sensación de saciedad y evitar que el hambre te haga abandonar el plan.
Una opción que se volvió famosa también es el café con limón. En este caso estaríamos combinando las posibles propiedades de la fruta con la capacidad de la cafeína para suprimir el apetito.
Pero siempre hay que analizar la información con cuidado. El café suprime el apetito de manera transitoria, tal como afirman las investigaciones. Esto quiere decir que una taza no te quitará el hambre por toda la mañana; ayudará, por supuesto, aunque necesitas fuerza de voluntad.
Entonces, toma diferentes bebidas durante la mañana si quieres contribuir a tu ayuno intermitente. Pero hazlo siempre pensando en la hidratación más que en la saciedad. No olvides el agua por sobre el café y el limón.
¿Tiene contraindicaciones el agua con limón?
Si tomas zumo de limón para bajar de peso, deberás considerar que algunas personas pueden tener efectos adversos puntuales por esta ingesta. No sucede siempre, aunque sí se registran con más frecuencia en aquellos que padecen gastritis o enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
El ácido cítrico del limón incrementa la producción de ácido clorhídrico en el estómago. Sobre todo si lo ingerimos en ayunas. Entonces, si sueles sentir reflujo en la mañana, esta opción de saciedad no será para ti. Y posiblemente también padezcas este efecto con el café, así que necesitas alternativas.
2 recetas para preparar zumo de limón
No hay demasiados secretos para preparar un zumo de limón e incluirlo en el plan para bajar de peso:
- Hierve agua en cantidad suficiente. Deja que se entibie. Luego corta un limón a la mitad y exprime una de esas mitades sobre el agua que ya está tibia. Listo para tomar.
- La otra opción es más refrescante. Consiste en cortar medio limón en rodajas y colocarlo dentro de un vaso o una jarra con agua fría. Tras una hora ya está listo para beber.
Ya sabes que el mejor horario podría ser a la mañana, en el marco de un ayuno intermitente. En esos momentos, quizás la receta con agua tibia sea más tolerada, emulando las partes de un falso desayuno.
Pero en la tarde también te puedes refrescar con la segunda receta. Quizás no para contribuir a bajar de peso, pero sí para completar la hidratación diaria, sin la cual ningún modelo de adelgazamiento funciona.
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