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Microplásticos: ¿cómo afectan la salud?
En los últimos años, entidades como la Organización Mundial de la Salud han hablado de la necesidad de investigar más sobre los efectos de los microplásticos en la salud de las personas. ¿Qué sabemos de momento?

Sabemos que estamos expuestos a un gran número de contaminantes; uno de ellos son los microplásticos. Pero, ¿son realmente nocivos para nuestra salud? Conocemos las principales conclusiones a las que ha llegado la ciencia hasta el momento. ¡Descúbrelas!
¿Qué son los microplásticos y dónde se encuentran?
Los microplásticos son partículas sólidas muy pequeñas de material plástico. Se trata de partículas de tamaño inferior a los 5 micras. Actualmente, se pueden clasificar en microplásticos primarios y secundarios.
Los primarios son fabricados expresamente en estos tamaños tan pequeños para formar parte de la fabricación de algunos productos. En cambio, los secundarios aparecen como resultado de la degradación de partes plásticas mayores.
Generalmente es la acción del sol, el viento y las olas que acaban erosionado el plástico que hay en el mar, y acaban apareciendo estas piezas de plástico tan pequeñas.
Las partículas microplásticas añadidas de manera deliberada (o primarios) se utilizan en un gran número de productos comercializados en todo el mundo. Abarcan una gran variedad como:
- Fertilizantes y otros fitosanitarios.
- Productos cosméticos (maquillajes, brillos, exfoliantes).
- Detergentes domésticos e industriales.
- Productos de limpieza.
- Pinturas.
Dada su gran presencia, algunos organismos como la Agencia Europea de Productos Químicos , aconsejan restringir el uso deliberado por parte de la industria de este tipo de partículas.
¿Son peligrosos para la salud?
El impacto de los plásticos en el medio marino está fuera de toda duda. Ahora bien, no se puede ser tan contundente en las consecuencias sobre la salud de las personas, ya que por el momento faltan datos para evaluarlo.
En el año 2014 la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria(EFSA) clasificó este tipo de partículas como “un riesgo potencial emergente”. Sin embargo, en el mismo estudio dejaba clara la falta de análisis y datos científicos para saber cómo afectan la salud para poder establecer recomendaciones para la población en general.
Por el momento, se sabe que las partículas de un tamaño superior a las 150 micras no son absorbidas por nuestro organismo. Y las partículas más pequeñas, en un principio, tienen una absorción muy pequeña. En cambio, si hablamos de nanopartículas (partículas de plástico muy muy pequeñas) sí que podría haber una absorción mayor.
Por esta razón, son necesarios un mayor número de estudios para poder evaluar con más exactitud cómo se absorben estas partículas y cuál es su toxicidad.
¿Cómo llegan a nuestro organismo?
Una de las principales vías de contacto de los microplásticos con los humanos es a través de la cadena alimentaria. Estos se encuentran en el medio ambiente (sobretodo en el medio marino) y pueden ser ingeridos por los peces, el ganado o las aves de corral.
Sin embargo, por lo general, los microplásticos se acumulan en los intestinos y el estómago de los animales (que son eliminados) y no suelen ser consumidos. Así que podemos decir que esta vía de contacto es pequeña.
No pasa lo mismo con los crustáceos y los mariscos bivalvos , ya que se consumen enteros. Además, los microplásticos no se encuentran solamente en animales; también han sido hallados en otros productos como la miel, la cerveza, la sal marina y en el agua potable, ya sea embotellada o no.
A parte de las vías alimentarias, el contacto puede derivar de otras fuentes. Por el momento se desconoce el impacto que puede tener el cocinado o el horneado en la presencia de microplásticos en la comida. Asimismo, entramos en contacto con ellos a través de muchos productos cotidianos como los cosméticos, los detergentes, las fibras textiles o maquinarias.
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Contaminantes asociados a los microplásticos
De momento queda patente que hace falta más investigación para determinar el grado de toxicidad que pueden tener los microplásticos en la salud humana. Pero a una parte de los expertos les preocupa también la acción de los contaminantes que estos pueden llevar asociados.
Los microplásticos pueden contener alrededor de un 4 % de aditivos, a la vez que pueden absorber algunos contaminantes. Y estos últimos sí que pueden ser peligrosos para la salud humana.
Quizás el más conocido de ellos sea el bisfenol A, un compuesto químico muy utilizado en la fabricación de los plásticos, el cual ha sido reconocido como disruptor endocrino. De momento ha sido prohibido en algún tipo de envases como son los biberones. Y estamos hablando también de ftalatos, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) o bifenilos policlorados (PCB).
Los disruptores endocrinos son sustancias que alteran nuestro sistema hormonal y pueden provocar la aparición algunas enfermedades como algunos tipos de cáncer, trastornos metabólicos, problemas en la función reproductora o enfermedades cardiovasculares.
No obstante, estos químicos se encuentran hoy en día en gran cantidad de productos, y el porcentaje que nos llega a través de los microplásticos es muy pequeño.
Es necesario seguir evaluando los efectos de los microplásticos
Los humanos estamos expuestos a la ingesta e inhalación de microplásticos. La toxicidad y los problemas de salud asociados a ellos dependerán en parte del tamaño, los químicos asociados y a la dosis. Aunque se recogen datos desde hace aproximadamente una década, es importante y necesario poner el foco en este contaminante y en su potencial efecto sobre la salud humana.
Graduada FPII en Dietética y Nutrición Humana por la Escuela Roger de Llúria de Barcelona en el año 2012. Al terminar los estudios oficiales, se especializó en Dietas veganas, y más adelante en Alimentación Infantil. Está en posesión del Diploma Posgrado Comunicación Alimentaria por la Universitat Oberta de Catalunya, el Curso Superior Universitario Alimentación y Nutrición en la Infancia por el Institut de Formació Contínua IL3 - Universitat de Barcelona, el Curso especialización en Nutrición Clínica Vegetariana por el Instituto de Ciencias de Nutrición y Salud. Actualmente trabaja regentando un herbolario en la ciudad de Barcelona, el cual compagina con una consulta de asesoramiento dietético (tanto presencial como on-line) y la realización de menús personalizados para familias o personas solas. Autora de un blog (www.annavilarrasa.com) y redactora de artículos sobre alimentación, dietas, estilo de vida y fitoterapia.