¿Qué es el mommy makeover?
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Recuperar la figura después del parto es un anhelo y el mommy makeover te puede llevar a lograrlo. Entraña sus riesgos, como cualquier intervención quirúrgica, pero con una buena preparación y en manos de profesionales seguro resultará bien.
El procedimiento necesita ir acompañado de dieta y ejercicios, porque por sí solo no garantizará el resultado esperado. En la gestación has aumentado de peso y la piel se ha estirado, entre otros importantes cambios. Su tonificación es clave para que tu silueta vuelva a ser la de antes.
Mucho depende de si el parto fue vaginal o por cesárea. Lo fundamental es aliviar las molestias posparto, recuperar fuerzas y reafirmar tus músculos. La operación adelanta de manera drástica lo que de otra forma es más lento y gradual.
Sigue leyendo para que conozcas el alcance del mommy makeover, cuándo es conveniente realizarlo, sus beneficios y riesgos.
¿En qué consiste el mommy makeover?
Si quieres volver al estado previo al embarazo, el mommy makeover ofrece un camino expedito. El mecanismo consta de operaciones simultáneas para eliminar aquellos cambios estéticos que resultaron del tiempo de gestación.
Con anestesia local o general, según lo que estime el profesional, y con un tiempo de hospitalización inferior a las 48 horas, el tratamiento logra corregir algunas cuestiones. Pero te exige una atención y unos cuidados sobre tu cuerpo que sigan a la acción contundente de lo médico.
¿Qué procedimientos incluye?
El mommy makeover, que busca el restablecimiento de la posición, la forma y la turgencia de ciertas zonas de tu cuerpo, abarca por lo menos tres intervenciones.
1. Mamoplastia o mastopexia
Esta cirugía se enfoca en el levantamiento del pecho caído después del embarazo y la lactancia, o bien en aumentar su tamaño y volumen, rellenando la piel sobrante. Se atiende también la forma del pezón y de la areola.
Se recomienda usar grasa de tu propio cuerpo, lo que evitará rechazos. Pero también determinará que en el posoperatorio tengas que recuperarte de las dos zonas implicadas.
Por otro lado, cuenta con la ventaja de que la textura y los cambios que trae el tiempo serán naturales. Y muy importante, las cicatrices son mínimas, de tan solo 3 milímetros.
2. Abdominoplastia
Esta es una operación compleja en el abdomen que elimina las bolsas de grasa y la piel que sobra. Si tienes pensado tener más hijos, no ha llegado la hora de practicarla. Los músculos rectos se tensan y se separarán en un nuevo embarazo.
Después de la operación, intenta caminar lo antes posible y a partir de que puedas hacerlo, incluye una rutina de ejercicios ligeros. La movilización precoz disminuye el riesgo de trombosis.
Los especialistas afirman que la grasa acumulada en el abdomen es difícil de eliminar, incluso en mujeres con buenos hábitos alimenticios, deportistas y disciplinadas. La opción de la abdominoplastia parece estar entre las más pertinentes.
3. Liposucción y lipoescultura
Con esta técnica se extrae la grasa, aunque no se trabaja la distensión de la piel y de los músculos. De manera complementaria, es con la abdominoplastia que se definen o esculpen cintura y caderas.
¿Cuándo realizar el mommy makeover?
Después del embarazo y el parto tu cuerpo necesita reacomodarse. Así que lo mejor es esperar de 6 meses a 1 año. El útero lentamente volverá a su tamaño normal, al igual que la piel.
Otro factor determinante es el período de lactancia materna. Puedes dar el pecho los meses que desees y, al tomar la decisión de la reconstrucción estética, aguardar un mes. Entonces sí, estarás lista. Esto acompáñalo con buena alimentación, ejercicios e hidratación.
Recurre al mommy makeover cuando hayas decidido no tener más hijos.
Una tendencia en el mundo de la moda es hacerse el mommy makeover después del parto por cesárea, aprovechando quirófano, anestesia, costo y tiempo de convalescencia. Al lado del obstetra estaría el cirujano estético para hacer frente a la reconstrucción de los tejidos y a la eliminación de contenido adiposo.
¿Tiene riesgos?
Una actividad médico-quirúrgica como esta pone en el tapete la genética, la constitución física antes del embarazo, tu estilo de vida y la edad. El médico te indicará qué zonas serán modificadas, considerando que cada cuerpo es único.
Además, no puede faltar el examen físico para determinar enfermedades, alergias y operaciones precedentes, amén de exámenes preoperatorios y analíticos. Estos últimos serán más exhaustivos mientras más edad tengas.
De igual modo, se pide un control o estabilización en el peso: esto es pesar lo mismo durante 6 meses. Sin todo ello, sería riesgoso ingresar al quirófano.
Como se trata de una operación multiprocesos, tiende a durar un tiempo considerable, lo que supone más riesgo de sangrado, infección o cualquier otra complicación. El posoperatorio será distinto de acuerdo a lo ejecutado.
La hospitalización no será menor a 24 horas. En las primeras 72 se administrarán analgésicos, se colocará una faja comprensiva y de sostén que se mantendrá por 4 semanas.
La hinchazón estará más o menos presente de 3 a 5 meses y las cicatrices hasta por 1 año. Ármate de paciencia, permite que te ayuden con el cuidado del bebé y cumple a cabalidad los protocolos posoperatorios.
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El paradigma makeover
Así llamado por la influencia del tema en las redes, el paradigma del makeover hace parte del empoderamiento femenino. Como una madre fit te transformas porque te sientes empoderada y más plena.
El mommy makeover es tendencia y es aconsejable que te acompañes de una asesoría profesional responsable. La imagen de las famosas que dan a luz y muestran poco después cuerpos espectaculares es una presión que llevaría a confundir deseo con realidad.
Es recomendable que no te preocupes demasiado, porque la ansiedad puede ser perjudicial para ti y para tu bebé. Lo más importante es la salud del cuerpo y de la mente, tu estabilidad emocional y la alegría que acompañe tu empeño.
Si estás feliz contigo misma y te gusta tu cuerpo, lo reflejarás en el amor y el cuidado a ti y a los tuyos.