Monocitos altos en sangre: síntomas y tratamientos

Aunque las infecciones son la causa más frecuente de monocitos altos en sangre, también puede ocurrir por otros motivos. ¿Qué tratamientos hay?
Monocitos altos en sangre: síntomas y tratamientos
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 11 julio, 2023

El sistema inmunitario cuenta con un amplio espectro de células que protegen al organismo. La cantidad de estas células en la sangre puede verse alterada en ciertas circunstancias, como por ejemplo una infección bacteriana. Uno de los grupos celulares que pueden encontrarse altos en sangre son los monocitos, ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!

La elevación de los glóbulos blancos, como los neutrófilos o los monocitos, es un factor imprescindible que se debe tener en cuenta a la hora de realizar un análisis de sangre o de conocer el estado inmunitario de una persona. Estas situaciones no suelen generar ninguna sintomatología específica, sin embargo, pueden esconder múltiples patologías que deben valorarse.

¿Qué son los monocitos?

La sangre contiene más tipos celulares y sustancias que las que se suelen conocer. Un buen ejemplo de ello son los monocitos: células que proceden del sistema inmunitario y que pueden encontrarse elevadas en una analítica.

Tal y como especifica el Manual MSD, los monocitos se producen en la médula ósea y se transportan con la sangre hasta los diferentes tejidos. Se encargan de eliminar desechos y elementos peligrosos para el organismo. Además, también actúan en el proceso de inflamación.

Estas células se introducen en casi todos los tejidos, como en los pulmones, el bazo y el hígado, donde sufren un proceso de transformación y se convierten en macrófagos. Los macrófagos son las células encargadas de cumplir con las funciones de defensa del organismo, participar en los procesos inflamatorios, realizar la presentación de antígenos y eliminar células cancerígenas.

Se sabe que los monocitos también se pueden diferenciar en células dendríticas. Se tratan de células que pueden inducir la activación de células T, de manera que los monocitos participan tanto en la respuesta innata como en la adaptativa.

Valores normales de monocitos en sangre

Los monocitos representan entre un 1 y un 10 % del total de las células de la sangre. También es posible afirmar que se encuentran entre 200 y 600 monocitos por cada microlitro de sangre. Sin embargo, su concentración varía dependiendo de la edad, el sexo, las infecciones o si existe algún proceso inflamatorio activo.

En los jóvenes de 5 a 18 años, los monocitos pueden oscilar entre 20 a 830 por microlitro. Por su parte, en los recién nacidos los valores normales se ubican entre 500 a 1800 monocitos por microlitro.

¿Por qué se elevan los monocitos en sangre?

Como ya hemos mencionado, los monocitos son células que forman parte del sistema inmunitario. Son protagonistas en procesos inflamatorios e infecciosos. Según investigaciones, el aumento del recuento de monocitos en sangre se conoce como monocitosis. Este se describe cuando se detectan más de 1000 monocitos por microlitro de sangre.

Lo cierto es que el hecho de que los monocitos estén elevados no tiene por qué generar síntomas. No obstante, lo que sí que aparecerán son los síntomas y signos de la causa que esté provocando este aumento.

análisis de sangre
Los análisis de sangre permiten contabilizar los glóbulos blancos y los glóbulos rojos presentes dentro del organismo


De manera resumida, las razones más frecuentes son las siguientes:

  • Infecciones: son la causa más frecuente, sobre todo en las infecciones crónicas con periodos de remisión.
  • Enfermedades autoinmunitarias e inflamatorias: tal es el caso de la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico.
  • Efectos adversos de medicamentos. Los principales fármacos que generan monocitosis pertenecen al grupo de los antidepresivos, anticonvulsivantes, antifúngicos y antipsicóticos.
  • Neoplasias sanguíneas como leucemias y linfomas.

Monocitos elevados por una infección

Los monocitos pueden elevarse tanto en una infección simple como en un una infección crónica. Estudios afirman que la monocitosis forma parte de las alteraciones hematológicas de algunos pacientes con tuberculosis. No obstante, es fundamental apoyar el diagnóstico en los síntomas que aquejan al paciente.

Una de las manifestaciones comunes en las infecciones es la fiebre de grado variable, la cual puede ir acompañada de sudoraciones y escalofríos. También es posible presentar malestar general, fatiga y dolores musculares, dependiendo del tipo de infección.

La mononucleosis infecciosa (MI) es una de las causas más comunes de monocitos altos en sangre. De hecho, un estudio concluyó que existe predominio de linfocitos, monocitos y basófilos en niños con MI por el virus Epstein-Barr.

Enfermedades inflamatorias

La monocitosis puede ser un indicador de que existe un proceso inflamatorio en alguna parte del cuerpo, según investigaciones.

Estudios describen que la activación de los monocitos está asociada con la progresión de enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico (LES). Otros hallazgos incluyen la anemia, la leucopenia y la trombocitopenia.

células de la sangre
Los monocitos forman parte del sistema inmunitario innato, aunque en determinadas circunstancias pueden mediar en el sistema inmunitario adquirido.

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La artritis reumatoide es otra de las causas de monocitos altos. Un trastorno inflamatorio crónico que afecta a las articulaciones; causando dolor y pérdida de movilidad a predominio matutino durante más de 30 minutos.

Una reciente investigación demostró la asociación entre las características epigenéticas en los monocitos y los macrófagos con la progresión de la artritis reumatoide (AR). El mismo concluye que los monocitos, en sangre y líquido sinovial, muestran una desregulación epigenética anormal en fases tempranas de la AR que promueve el estado inflamatorio.

Neoplasias sanguíneas

Las células de la sangre también pueden experimentar procesos neoplásicos. Esto significa que los diferentes tipos de células pueden crecer sin control y aumentar su concentración; de modo es que es una causa de que los monocitos aparezcan elevados.

Una de las neoplasias sanguíneas capaces de generar monocitos altos es la leucemia monomielocítica crónica. Un estudio de la revista Leukemia establece que los monocitos elevados son el signo más característico, sin embargo, el diagnóstico es un verdadero desafío.

Por su parte, este hallazgo también puede deberse a la presencia de un linfoma no Hodgkin, una neoplasia sanguínea que afecta a los linfocitos. Por desgracia, múltiples estudios han relacionado este hallazgo con un peor pronóstico de la enfermedad.

Otras causas de monocitosis

En general, la elevación de esta serie celular es poco frecuente. No obstante, estudios han recopilado varias enfermedades en las que la monocitosis puede ser un hallazgo orientativo, tal es caso de las siguientes:

  • Endocarditis bacteriana subaguda.
  • Fiebre tifoidea y sífilis.
  • Malaria y tripanosomiasis.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Anemia hemolítica.
  • Neutropenias adquiridas y congénitas.
  • Sarcoidosis.
  • Cirrosis.
  • Terapia sostenida con corticosteroides.

Se sabe que, en condiciones normales, los monocitos son ligeramente más altos en los hombres que en las mujeres. En estos también son más sensibles a los estímulos de carácter inflamatorio, quizá debido a variables hormonales.

¿Cómo se detectan los monocitos altos en sangre?

En un análisis de sangre completo se suelen indicar las proporciones de las células presentes en la sangre. Es un método sencillo y eficaz para detectar esta situación. Sin embargo, como ya te hemos indicado, algunos datos son inespecíficos y deben estudiarse en profundidad.

Dependiendo del número de monocitos que haya es más probable que se trate de un proceso u otro. Por ejemplo, si los niveles están un poco elevados lo más frecuente es que se trate de una infección leve. Por otro lado, si son niveles demasiado altos pueden ser indicativos de leucemia.

El médico es el encargado de analizar la concentración de monocitos. Según vea, realizará las exploraciones necesarias para encontrar la infección o el proceso inflamatorio, si es que existe. Por ello, es importante saber si aparecen otros síntomas que acompañen a este hecho.

Tratamientos para controlar los monocitos elevados en sangre

No existe tratamiento para los monocitos altos en sangre. En este sentido, la única solución es abordar la causa subyacente. A pesar de que este el abordaje principal, también es cierto que algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a regularlos cuando no se asocian con episodios agudos o graves de enfermedad.

Por ejemplo, datos de un artículo publicado en 2016 por la Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica destacan que el ejercicio puede ser una forma de mejorar las cifras. Ayuda a regular el funcionamiento del sistema inmunitario y actúa como una medida antiinflamatoria natural.

También se ha sugerido que la dieta puede ayudar a regular los monocitos circulantes en la sangre. Algunos alimentos pueden mediar en procesos inflamatorios en el organismo, como lo son los carbohidratos refinados, los alimentos procesados y ultraprocesados, la manteca y demás. Optar por una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, pescado y demás es una opción más saludable en este sentido.

En cualquier caso, lo importante es recalcar que los monocitos altos son un signo inespecífico. Para poder realizar un diagnóstico adecuado es esencial acudir al médico. Además, la mayoría de las veces solo es consecuencia de una infección leve y pasajera.

Consejos para prevenir la monocitosis

La inflamación es la principal responsable de la elevación de los monocitos en sangre. En este sentido, prevenir los estados inflamatorios es una forma de evitar la monocitosis. Algunas de las recomendaciones para lograr este objetivo son las siguientes:

  • Seguir una dieta rica en alimentos antiinflamatorios, como el pescado, las verduras de hoja verde y las frutas ricas en vitamina C.
  • Mantener un peso saludable.
  • Realizar ejercicio aeróbico, 3 veces a la semana en sesiones de 25 a 30 minutos.
  • Dormir entre 7 y 8 horas por día.

Beber alcohol con moderación, dejar de fumar, evitar el estrés y lavarse las manos con frecuencia son otros de los consejos básicos para mantener los monocitos en rangos saludables.

Una célula clave del sistema inmune

Como ves, los monocitos son un tipo de glóbulo blanco indispensable para la defensa del organismo contra procesos patológicos, como las infecciones. Los niveles altos podrían ser una clara señal de que tu cuerpo está combatiendo alguna enfermedad. Los profesionales de salud son los únicos capacitados para encontrar la causa y corregirla.


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