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Las mujeres son más propensas a sufrir estrés
La naturaleza de su cerebro hace que la mujer sea más vulnerable a padecer los efectos del estrés, que también se ven acuciados por el exceso de tareas

El género femenino y el masculino tienen distintas maneras de gestionar o manejar los problemas. Esto se debe a la interacción y acción de ciertas hormonas, según se desprende del estudio realizado en Filadelfia (EE.UU.) publicado en la revista Molecular Psychiatry.
El cerebro de las mujeres es más sensible a la acción del estrés, mientras que las neuronas de los hombres tienen la capacidad de adaptarse mejor y resistir ciertos efectos. ¿Quieres saber por qué? En este artículo te lo explicamos.
El estrés en las mujeres
El sexo femenino vive de una manera diferente el estrés. Las presiones, obligaciones, tareas y búsqueda de buenos resultados se convierten en un problema. Además, las que concilian ser madres, amas de casa y trabajadores, dejan de tener ni tiempo libre ni espacio para ellas mismas. Las consecuencias del estrés en la mujer son múltiples:
- Puede variar su carácter y su humor.
- Causa dificultades para dormir.
- Altera su capacidad para tomar decisiones
- Hace que rindan menos en el trabajo, por las dificultades de concentración y atención.
Esto no quiere decir que las mujeres sean las únicas que sufren de estrés, pero sí que les afecta de una manera diferente que a los hombres.
Si bien tradicionalmente se le ha considerado erróneamente el “sexo débil”, porque reacciona de cierta forma ante los problemas o circunstancias de la vida, lo cierto es que, es precisamente por el hecho de ser fuertes, por lo que acumulan más tareas y obligaciones.
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Las críticas negativas en lo laboral, la competencia con los compañeros en la oficina, la cantidad de prejuicios y expectativas que se depositan en ellas, las normas sociales que deben cumplir (casarse, tener hijos, saber cocinar) a cierta edad… Todo esto puede pasarles factura y estresar hasta a la más fuerte de las mujeres.
Las neuronas femeninas y el estrés
Cuando las hormonas responsables del estrés se liberan en el organismo, las neuronas localizadas en el cerebro de la mujer son más sensibles que las del hombre.
Al tener más receptores hormonales, la mente femenina reacciona en exceso. Por ello, es más propensa a sufrir los síntomas recurrentes en personas estresadas.
Cuando el estrés es crónico las hembras de varias especies (no solo hay diferencias en los humanos) no pueden adaptar sus mecanismos cerebrales para enfrentar de forma eficiente tales tensiones. Mientras que esto sí sucede en los machos. Lo mismo ocurre con los hombres: son menos sensibles a los problemas y más resistentes a las presiones.
Aunque las mujeres están más preparadas para desarrollar varias actividades al mismo tiempo, hay factores externos e internos que les ocasionan mayores episodios de estrés, ya sea en lo laboral o en lo personal.
La enorme carga a la que se enfrenta el sexo femenino hoy en día (deben ser líderes en el hogar y en la oficina) se traduce en mayores problemas para afrontar el estrés, la ansiedad o los nervios.
Esto no significa que no estén preparadas ni tengan la capacidad de lograr el éxito en ambos o varios frentes, sino que en determinado momento, se genera un “desborde” de sus capacidades mentales.
Los efectos psicológicos del estrés
Los efectos psicológicos que derivan del estrés crónico en las mujeres son más graves de lo que pensamos. Además de la incapacidad para tomar ciertas decisiones o para concentrarse, hay muchos otros. Por ejemplo, el mal humor o la irritabilidad característicos o mayor propensión a sufrir accidentes o a consumir tóxicos.
La mayor producción de estrógenos en situaciones estresantes, hace que la mujer esté más ansiosa o se equivoque con mayor facilidad que el hombre. Si hay algo que le preocupa o a lo que teme, es más probable que tome decisiones poco acertadas.
Otra de las diferencias notorias entre el cerebro femenino y masculino es que el primero trabaja más ante una situación estresante o preocupante.
Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir algún trastorno de ansiedad en la vida, así como también desequilibrios psiquiátricos. La depresión es otro de los problemas más habituales en el género femenino.
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Más diferencias cerebrales entre mujeres y hombres
Las mujeres, por ejemplo, pueden sobrevivir mejor al estrés de nacimiento. También son menos propensas a los problemas auditivos o de visión y durante toda su vida mantienen una mayor afluencia de sangre en el cerebro.
El hemisferio izquierdo femenino madura antes en las mujeres. Este área se encarga del lenguaje, de las definiciones y de la lógica. Por este motivo las niñas comienzan a hablar antes que los niños.
Si bien la mente de las mujeres es más “sensible” al estrés lo suple con su capacidad para analizar la situaciones de una manera más equilibrada y para controlar la agresividad.
Aquellas que se enfrentan a diario con el estrés no solo se exponen a los típicos síntomas de este problema, sino que, además, pueden padecer de infertilidad, trastornos hormonales, neurosis o ansiedad.
Con todas estas diferencias no estamos pretendiendo determinar qué género es mejor que otro. Simplemente, hombres y mujeres somos diferentes y en ello reside la grandeza del ser humano. Mayor vulnerabilidad no significa mayor debilidad, sino mayor sensibilidad. Esto tiene grandes ventajas como las que hemos mencionado y también desventajas, como la menor resistencia al estrés.
Yamila Papa Pintor es una periodista especializada en deportes (Círculo de periodistas deportivos, 2006-2008). Entre los años 2010 y 2011 trabajó como periodista deportiva en “Argentinos Pasión”. Desde el año 2011 se desempeña en la redacción de artículos sobre distintas temáticas: salud, deportes, viajes, mascotas y recetas de cocina, entre ellas. Además, es locutora de radio y televisión, y una gran entusiasta por la vida natural. Es vegetariana y participante activa de una fundación encargada de plantar árboles en su país de origen, Argentina. En cuanto a idiomas, domina el inglés y el portugués, y tiene un nivel básico de árabe. Recientemente completó su formación con el curso de: "Introduction to Food and Health" (Universidad de Stanford, 2019)