¡Nos vamos a la playa con los niños!
Aquellos días de irse a la playa sin mayor planificación que cargar trajes de baño, bolso y sandalias, quedarán para otra época. Si quieres ir a la playa con los niños, debes organizar el paseo para que sea seguro e inolvidable. Si llevas a tu bebé, los cuidados han de ser mayores, sobre todo con los rayos de sol que pueden agredir su delicada piel. Incluso, cuando se trata de un día nublado, debes protegerlo con la misma frecuencia.
Si tus niños son más grandes y ya tienen experiencia con el agua, además de cuidar su piel, debes incrementar tu atención hacia ellos. Mantenerlos vigilados mientras juegan entre ellos o un nuevo amigo es lo que corresponde para pasar un día estupendo junto al mar. En todo caso, apenas se mojen los pies, ¡comenzará la diversión!
¡Nos vamos a la playa con los niños!
Tomando ciertas precauciones podremos disfrutar de un gran día en la playa con los niños.Ir a la playa con los niños requiere planificación. Claro que la programación será más compleja si sales de vacaciones por varios días que si tu viaje es de ida y vuelta. De igual forma, no será difícil. Toma nota de los siguientes consejos y precauciones para visitar el mar.
1. Haz tu lista
Lo ideal es que en casa tomes nota de todo lo que debes llevar para ir a la playa con los niños. Luego vas tachando cuando todo esté dentro de la maleta. Puedes clasificar por ropa, lencería, juguetes, artículos playeros, de higiene y alimentos. Incluir medicinas también es importante, sobre todo si dormirán fuera de casa. Puedes conservar la lista, así te facilitarás el trabajo para futuras ocasiones. Por supuesto, anota primero los trajes de baño, gorros y ¡protectores solares!
2. Busca la playa ideal
Ir al mar favorece el contacto de nuestros hijos con la naturaleza. ¡Busquemos su playa ideal! Tu plan de viaje debe revisar cuáles son aptas para niños, que sean sobre todo de marea tranquila, con servicios como acceso a agua dulce y baños. Puedes optar también por las que ofrecen servicio de restaurante, lo cual te simplificará la hora de la comida. Si además, cuentan con atención de salvavidas, ¡has encontrado la playa perfecta!
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3. Llega temprano
Ir a la playa con los niños es súper emocionante, así que madrugar para salir a tiempo no preocupará a nadie. Ten listo un sencillo desayuno que puedan consumir durante el viaje y un envase con agua de beber. Ser de los primeros en llegar a la playa te permitirá escoger el mejor lugar. Ubicarte cerca del mar, es perfecto porque siempre tendrás vista directa mientras los niños juegan con las olas.
4. Ponles ropa llamativa
Una buena idea para facilitar la ubicación de los niños, sobre todo en playas concurridas, es colocarle una prenda de color muy llamativo. Puedes hacer uso de las gorra con las que, además, los protegerás del sol. Así tendrás detectados a tus niños de forma inmediata.
5. Mantén la atención
La reina de la playa es la atención. Aunque tus hijos sean mayores y se puedan mantener solos en el agua o ya practican natación, jamás debes quitarles la vista de encima. De la misma forma si sólo están dando sus primeros pasos y apenas mojan sus pies en la orilla o usan flotador. Esto además de ser una norma de seguridad, impedirá que te pierdas uno solo de los gestos de alegría de tus pequeños.
6. Protégelos del sol
Lo primero que debes hacer al llegar a la playa es untar de protector solar a tus niños. A ti también, por cierto. Colocarle el gorro, aunque algunos niños se resistan, es clave. Cada dos horas deberás volver a colocar protector solar a tus niños. No olvides incluir sus piecitos, orejas y parte trasera de las piernas. Llegado el sol de mediodía, puedes colocarle una protección física con una camisa o camiseta para afinar la protección. Sin embargo, lo ideal es que a esa hora promuevas un descanso bajo la sombra para evitar los golpes de calor.
7. Evita el consumo de alcohol
Es preferible que te mantengas alejada de los brindis en tu día de playa con los niños, y los dejes para el fin de jornada, si es el caso. Mantenerse consciente para disfrutar de la risa y carreras de tus hijos sobre la arena, es mejor que cualquier otro placer.
8. Mucha agua para beber
Si bien los niños van a rechazar todo lo que les robe instantes de diversión, debemos ofrecerles agua cada dos horas para mantenerlos hidratados. Utilizar vasos con tapa y boquilla es perfecto para que ellos mismos beban con la rapidez que deseen. Aprovecha el momento y aplica una nueva dosis de protector solar. De igual forma, también lleva agua potable para limpiar arena de los ojos, lavar manos o simplemente sacar parte del agua salada para el regreso a casa, sobre todo si vas a una playa que no tenga servicio de agua dulce.
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9. Prepara meriendas individuales
Almacenar alimentos en contenedores individuales es muy práctico para ir a la playa con los niños. Entregar el bocadillo o cereal a cada quien te facilitará la hora de la merienda. Llevar pequeños vasos en los que puedes servir raciones de snacks es muy práctico. No dejes de incluir en tu menú frutas que puedes ofrecer enteras o en trozos, tipo ensalada.
10. Juegos divertidos
Cuando tus hijos se cansen de construir castillos de arena (y lo harán), prueba nuevos juegos. Entierra objetos coloridos que ellos deben ir encontrando con la orientación de tus pistas. Jugar al tiburón en el agua es un éxito seguro. Por supuesto que tú debes ser el “malo” tiburón que persigue a su presa dentro del mar. Quedarás feliz de escuchar tanto alboroto. Jugar con una tabla de flotar puede ser atractivo para los más grandes, quienes pueden cargar con ella de ida y vuelta, cual mini surfistas.
Otra idea es dejar que los niños te entierren con arena. Luego levantarte como un monstruo marino y corretear un rato antes de darse todos un buen chapuzón. Ten siempre a disposición un envase para cargar agua, que llenarlos y vaciarlos en la arena. Es una de las ocupaciones favoritas de los más pequeños.
11. Establece normas
Márcales referencias de ubicación en la playa. Si te instalaste cerca del puesto de salvavidas esa será una indicación inolvidable para ellos. Si no, algún banderín o sombrilla particular puede funcionar. Esta es especialmente importante en playas muy concurridas. Con los niños más grandes establece límites de cuán profundo pueden nadar. El sentido común indica que se mantengan donde el agua no los cubre. Independientemente de que sepan nadar, el oleaje del mar es distinto a nadar en una piscina.
12. Relájate
Busca un instante de relax para ti. Bien sea cuando te releve el padre o algún familiar en el estado de atención, o cuando el bebé esté en la siesta. Con los más grandes puedes pedirles sentarse en la orilla del mar a contemplar cómo se divierten los demás o simplemente disfrutar cómo el mar alcanza sus pies.
No te vayas de la playa sin antes cerrar los ojos y poner atención al vaivén de las olas y a la brisa marina sobre tu piel. Es muy probable que llegues a casa agotada del paseo, pero también muy satisfecha y feliz. ¡Y con un bronceado espectacular!
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- Bouvier, Luc. “Proteger los ojos de los niños cada dia con Crizal R Prevencia R Version Junior.” Points de Vue 71 (2014): 70-6.
- Kitchel, Elaine. “Ultravioleta A, la luz azul y los niños.” (1999).
- Ramírez Wong, Elizabeth, et al. “Protección solar en niños.” Revista Médica Electrónica 38.2 (2016): 177-184.
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