Parestesia o ardor en la rodilla
La sensación de ardor en la rodilla es una dolencia que se presenta de forma muy habitual. Notamos un molesto hormigueo y una sensación similar a pequeños alfileres clavándose en el interior, aunque no llega a ser algo doloroso propiamente dicho.
Esta condición no se relaciona únicamente con la artrosis o el clásico desgaste óseo. De hecho, es muy común que lo notemos un buen día, y sin razón aparente, al caminar.
Al apoyar todo el peso sobre una de las piernas percibimos de pronto un afilado pinchazo en la rodilla. No importa la edad que tengamos o el estilo de vida que llevemos.
Este tipo de parestesias pueden aparecer en cualquier momento de la vida. En algunos casos, desaparece por sí misma; pero, en otros, se necesitará de un tratamiento adecuado. Veamos con más detalle a continuación.
Parestesia o ardor en la rodilla: ¿qué significa?
El término parestesia se usa en líneas generales para referirse a una alteración de la sensibilidad caracterizada por entumecimiento y hormigueo.
Esta sensación de adormecimiento puede venir acompañada por un dolor incisivo. Y aunque puedan aparecer de improvisto, estos síntomas no son siempre algo casual.
En ocasiones, la sensación de una parte dormida, en este caso la rodilla, puede deberse a una mala postura en la que se mantiene presión sobre un nervio. Por ejemplo, al sentarnos con una pierna cruzada.
En realidad, son problemas que afectan a uno o varios nervios cercanos a dicha articulación. Pero, cuando se da de manera crónica o recurrente, es probable que tengamos un nervio sensorial dañado, enfermo o lesionado.
Principales causas de parestesia o ardor en la rodilla
A veces es por un mal paso, una sobrecarga o el efecto de alguna enfermedad asociada. Las principales causas que pueden determinar la aparición del ardor en la rodilla incluyen las que vamos a comentar a continuación.
Neuropatía periférica
Los nervios periféricos son los que llevan información desde diversas zonas del cuerpo hasta la médula espinal, en donde se hacen sinapsis con otras neuronas que al final llegan al cerebro, y viceversa. Cuando hay algún factor que impida el correcto funcionamiento de estas estructuras se habla de neuropatía periférica.
Serán los médicos quienes nos den el diagnóstico. Por ello, es importante que acudas a un especialista si presentas constantemente estos episodios.
Ciática
Estamos nuevamente ante un tipo de neuropatía, pero esta afecta al nervio ciático. Su raíz nerviosa se localiza en la región lumbosacra (L4, L5, S1, S2 y S3).
Si lo has sufrido en alguna ocasión sabrás, sin duda, que el dolor puede irradiar a una de las piernas. Y el ardor y la sensación de adormecimiento en la rodilla es uno de sus síntomas.
Procesos inflamatorios
Las inflamaciones son producto de una enfermedad subyacente que hay que conocer. Si sufres muy a menudo de ardor en la rodilla, y no es algo puntual, sino que lo padeces de forma frecuente, acude al médico.
Estas son algunas dolencias en las que los procesos inflamatorios son habituales:
- La espondilitis anquilosante. Es un tipo de inflamación de las articulaciones que se origina en la columna vertebral. Según el portal Cinfa Salud, los síntomas pueden extenderse a otras regiones y llegar a abarcar inclusive las rodillas.
- Otra enfermedad asociada a este problema es la bursitis. Muy común también, y se caracteriza por la inflamación de las bolsas de líquido que protegen las articulaciones. Según una publicación de la Clínica Mayo, la bursitis de rodilla también se asocia a restricción de la movilidad.
- Distintas formas de artritis suelen afectar la rodilla con dolor y limitación funcional. Sin embargo, la presencia de parestesias también es algo común.
Qué hacer en caso de parestesia o ardor en la rodilla
El tratamiento en caso de parestesia o ardor en la rodilla dependerá de la causa en cada paciente y de lo que diagnostique e indique el profesional de la salud, por supuesto.
Para dicho diagnóstico, el médico, además de observar y examinar a la persona, haciendo la correspondiente anamnesis, puede solicitar algunos estudios de imágenes, como por ejemplo la radiografía de tórax y la resonancia magnética.
Cuando la parestesia es causada por compresión en los nervios, el tratamiento puede incluir inyecciones de corticoides, así como antidepresivos y anticonvulsivos.
Para los casos que tienen que ver con artritis, espondilitis y otros, el médico puede recomendar antiinflamatorios no esteroideos, terapia física, aplicación de calor local, entre otras medidas.
¿La vitamina B12 puede ser de ayuda?
En algunas ocasiones, el déficit de vitamina B12 puede provocar cierto déficit neurológico, tal y como lo señala la evidencia. Esto se debe a que dicho micronutriente está relacionado con la formación de la mielina, la capa que rodea las neuronas y facilita su función de transmisión de impulsos eléctricos.
Si el médico llega a determinar que este es el origen de los síntomas (que en muchos casos se acompañarán de otras alteraciones, como la fatiga propia de la anemia), puede que recomiende complementar el tratamiento con cambios dietéticos.
Si deseas incluir este elemento en tu dieta, puedes consultar con tu médico la posibilidad de tomar algún complemento vitamínico. No obstante, toma nota de qué alimentos te ayudarán a adquirirla de forma natural:
- Soja.
- Atún.
- Trigo.
- Lácteos.
- Huevos.
- Sardinas.
- Pechuga de pollo.
- Levadura de cerveza.
Descubre más: 4 alimentos con abundante vitamina B12
Señales de alarma y cuándo acudir al médico
Recuerda consumir una dieta variada de acuerdo a tu propio contexto. Asimismo, hacer ejercicios con regularidad, mantener una buena postura y cambiar la posición del cuerpo al trabajar de vez en cuando.
Ahora bien, en muchos casos las sensaciones asociadas con la parestesia o el ardor de rodilla pueden no estar asociadas con alguna patología. No obstante es importante consultar con el médico de inmediato en caso de que se duerma la pierna por completo y tengamos dificultad para moverla.
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