6 pasos para cambiar el pañal

Cambiar correctamente el pañal de tu bebé es muy importante para su higiene y su bienestar. Y como todo acto de cuidado, implica una serie de pasos clave que te compartiremos a continuación.
6 pasos para cambiar el pañal
Marcela Caffulli

Revisado y aprobado por la pediatra Marcela Caffulli.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 06 julio, 2023

Cambiar el pañal de un bebé se encuentra entre las tareas básicas que toda madre y padre debe aprender. Aunque en un principio parece una faena libre de complicación, lo cierto es que a los padres primerizos les puede resultar difícil. Al igual que otras tareas básicas de la crianza, la clave se encuentra en la práctica.

Se estima que cambiarás el pañal de tu bebé unas 3500 veces hasta que este aprenda a usar el baño. En el proceso, resulta de gran utilidad una guía que te enseñe paso a paso cómo hacerlo de la manera correcta. Hemos diseñado una guía para ti, de la mano de consejos y reflexiones que debes saber.

Características de los pañales

La mayoría de los pañales que se utilizan en la actualidad son desechables. Los materiales más usados en su fabricación son polietileno, polipropileno, polímero superabsorbente y pulpa de madera. Se distribuyen por tallas, las cuales van desde recién nacido (RN) hasta extragrande (XXG). Su forma es anatómica y ajustable para mayor comodidad del bebé.

También existen los pañales de tela, que vienen a ser piezas textiles que imitan el patrón de los desechables en términos de anatomía y ajuste. Este tipo de pañal es reutilizable; es decir, que se puede lavar y volver a colocar.

Es importante saber cómo y cuándo realizar un cambio de pañal para así evitar «sorpresas». También, para evitar la acumulación de suciedad, orina y heces en el área genital del bebé, pues eso podría conducir a infecciones. Antes de enseñarte la guía para cambiar el pañal de tu bebé te enseñamos por qué es una actividad tan importante.

Importancia del cambio de pañal en el bebé

La piel del bebé, aunque funcional, todavía se encuentra en una etapa de desarrollo. Así, el contacto con diferentes productos y agentes puede alterarla y promover el desarrollo de condiciones cutáneas. Por ejemplo, se sabe que una mala práctica al momento de cambiar el pañal puede motivar a una alteración del pH y a la manifestación de eritema de la piel.

Además, los expertos alertan sobre el riesgo de dermatitis de contacto pediátrica, dermatitis de pañal, piel seca e infecciones cuando no se realiza de la manera incorrecta. De igual modo, existe evidencia de que el cambio representa un evento angustioso, estresante y doloroso para el pequeño cuando no se tienen en cuenta algunos criterios básicos.

Madre cambiando el pañal a un bebé

Como puedes ver, cambiar el pañal de tu bebé es una tarea más importante que solo garantizar un espacio libre de suciedad y olores. Es imprescindible que las madres y los padres aprendan la técnica correcta, ya que incluso los más experimentados pueden mejorar la forma en la que lo hacen.

6 pasos para cambiar el pañal del bebé

El cambio de pañal es una actividad que se debe practicar las veces que sean necesarias. Aquí te dejamos los pasos para hacerlo de manera adecuada. Pero primero, es indispensable que tengas a la mano lo siguiente:

  • pañal (desechable o de tela);
  • toalla húmeda desechable;
  • crema para prevenir la dermatitis del pañal (también conocida como pañalitis);
  • talco (preferiblemente antialérgico o el que recomiende el pediatra);
  • cobija limpia para acostar al bebé;
  • bolsa de plástico para colocar dentro lo que se vaya a tirar a la basura.

Es muy importante que cuentes con todos estos, ya que así evitas detener el cambio a la mitad para buscar lo que necesitas en otra habitación. Una vez los reúnas, pon en práctica las siguientes indicaciones.

1. Escoge un lugar apropiado para cambiar el pañal

Selecciona  un lugar limpio y seco para acostar al bebé. El ambiente debe ser cálido, así el bebé se sentirá cómodo y no estará inquieto al momento de cambiar el pañal. Debe ser un lugar seguro; esto es, que el pequeño no pueda caer por los costados o hacerse daño de alguna manera.

Para aumentar la seguridad, es indispensable que siempre tengas una mano sobre tu bebé. Nunca lo dejes desentendido sobre el lugar, aunque sea por un espacio breve. Por ello, es importante que reúnas todo lo que necesitas antes de empezar la faena.

2. Retira las cintas para cambiar el pañal

Teniendo al bebé acostado boca arriba, retira las cintas que sujetan el pañal de cada lado. Cuando este es desechable, las cintas deben pegarse sobre el mismo pañal para que no se fijen a la piel del bebé.



3. Revisa el pañal

Tras retirar las cintas del pañal, revisa si el bebé defecó o solo orinó. Si el bebé defecó, limpia el restante que le queda en el cuerpo con el mismo pañal. Cuida que no le queden residuos en los genitales.

4. Limpia la orina o las heces 

Para eliminar la orina o las heces de las pequeñas nalgas, agarra al bebé por los tobillos y levanta lentamente sus piernas. Esta es la mejor forma de limpiar y evitar dejarle residuos. Utiliza la parte del pañal que quedó limpia para quitar los residuos de orina o heces.

Después de limpiarlo, dobla el pañal por la mitad con la parte sucia hacia dentro. Deja el pañal debajo del bebé para prevenir que se ensucie, en caso de que haga una necesidad fisiológica inesperadamente.

Usa toallas húmedas desechables o un trozo de tela húmeda para terminar de limpiar al bebé. Si tu bebé es niña, limpia de adelante hacia atrás. Esta forma de limpieza minimiza la posibilidad de que entren bacterias del recto a la vagina y le causen una infección.

5. Coloca el pañal limpio

Ya culminado el proceso de limpiar al bebé, retira el pañal sucio y sustitúyelo por uno limpio. Abre el pañal y ubica debajo de las nalgas la parte donde están las cintas. Luego, separa las piernas del bebé y colócale crema protectora o talco para prevenir la irritación.

Pasa el resto del pañal entre las piernas hasta llegar a la barriga. Debes tener cuidado cuando separes las piernas, ya que los bebés son frágiles. También, debes prever que el pañal no se abulte entre las piernas debido a que puede causarle irritación.

Si tu bebé es un recién nacido, debes evitar cubrir el ombligo porque está en proceso de cicatrización. En el caso de los varones, debes asegurarte de que el pene esté en la posición correcta (apuntando hacia abajo) para evitar que se salga la orina.

Es el momento de cerrar el pañal. Separa las cintas autoadhesivas, rodea la cintura del bebé y pégalas en la parte de adelante. El pañal debe estar ajustado, pero cómodo para los movimientos del bebé. Es bueno leer las instrucciones del empaque, debido a que cada fabricante puede tener modelos diferentes.

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6. El pañal sucio

Agarra el pañal sucio, envuélvelo dejando las cintas autoadhesivas por fuera y pégalas formado un rollo. Colócalo dentro de una bolsa y échalo en la papelera. Vuelve a vestir al bebé y ya la tarea estará terminada.

Para finalizar, no debes olvidar lavarte las manos antes y después del cambio de pañal para así mantener la mayor higiene posible. También es recomendable darle un juguete al bebé mientras se realiza el cambio. Esto ayuda a que se distraiga durante el cambio.

¿Con qué frecuencia debes cambiar el pañal de un bebé?

Además de tener dudas sobre el proceso en sí, los padres primerizos también se preguntan sobre la frecuencia con la cual deben hacer el cambio. En principio, debes cambiar el pañal tan pronto como este se ensucie. Esto puede ocurrir una media de 8 o 10 veces al día para los más pequeños, aunque en la práctica la frecuencia varía de bebé en bebé.

Normalmente, el olor o un simple vistazo es suficiente para saber cuándo cambiar el pañal del bebé. Usar ambos métodos es una forma de práctica de determinar la regularidad de la faena. Si estás fuera de casa, no pasa nada si transcurre algo de tiempo antes de proceder. Si estás en casa, procura hacerlo en cuanto te percates de que así debes.

Como puedes ver, el cambio del pañal del pequeño ni implica mayor complicación. Puede que te cueste hacerlo durante las primeras semanas, aunque con el pasar de los meses lo harás cada vez mejor. Si notas alguna irregularidad durante el cambio no dudes en consultar con el pediatra.


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