Persona práctica: 7 características psicológicas

Ser práctico te permite alcanzar muchas cosas en la vida. Hoy te enseñamos 7 rasgos que definen a este rasgo de la personalidad.
Persona práctica: 7 características psicológicas
Elena Sanz

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 27 julio, 2023

Aunque pueda sonar muy irónico, la practicidad es uno de los términos más complejos de definir. En general podemos decir que la practicidad consiste en ideas o acciones que se ajustan a la realidad, que son efectivas y funcionales. Convertirse en una persona práctica demanda hacer de esto una filosofía de vida.

Si existen problemas al momento de definir qué es la practicidad, también los hay al definir qué es una persona práctica. La idea que hemos dado nos sirve de base, sobre la cual podemos recoger una serie de características. Es por esto que en las líneas siguientes te presentamos 7 rasgos de una persona práctica que definen sus acciones y pensamientos.

7 características de una persona práctica

¿Cuántas veces te han sugerido ser más práctico en tu trabajo, al hacer una acción e incluso en tus relaciones? Asociamos la practicidad con la funcionalidad; con algo que, aplicado correctamente, funciona para solucionar los problemas a los que nos enfrentamos. Reunimos 7 características de una persona práctica que permiten alcanzar esto último.

1. No son idealistas

Si hay un rasgo que destaca en una persona práctica es que no es idealista. Al contrario, ha usado el realismo o el materialismo como filosofía de vida. Dado que los postulados del idealismo están por encima de la realidad (prima la subjetividad sobre la objetividad), no pueden ser abrazados por aquellos que pretender desarrollar una actitud práctica.



Quien asume una actitud práctica desarrolla sus ideas y acciones con base en la realidad. Este es su punto de partida, lo que permite que su pensar y obrar sea eficiente, funcional y certero. Todo aquello que no se corresponda con el mundo material no es objeto de su interés, al menos no en la medida en que lo usarán para encaminarse por la vida. La experiencia rige sus decisiones.

Esto también se traduce en que son capaces de establecer objetivos realistas. Las personas prácticas fijan metas a corto, medio y largo plazo que pueden alcanzar; y evitan dejarse seducir por la ilusión. Saben que ilusionarse excesivamente por algo, en especial cuando la posibilidad de alcanzarlo es muy baja, solo puede derivar en frustraciones.

2. Son seguros de sí mismos

Una persona práctica tiene buena autoestima
Una persona práctica suele ser segura de sí misma, por lo que todas sus decisiones son orientadas hacia el éxito.

Por lo general, las personas prácticas tienen una alta autoestima. Es esta la que les ha permitido desarrollar la autoconfianza para apostar por sus ideas y opiniones. La autoestima se manifiesta en ellos de diferentes maneras. Veamos algunos ejemplos:

  • Son conscientes de sus vicios y virtudes.
  • Se sientes orgullosos de sus logros personales.
  • Son capaces de motivarse a sí mismos.
  • No dependen de las opiniones de los demás.
  • Confían en que sus esfuerzos y su trabajo duro dará resultados.
  • Cuando no obtienen aquello que desean, pueden reponerse con facilidad del fracaso.
  • Son coherentes con sus ideas y no se dejan influenciar de buenas a primeras por las de los demás.

Quien es práctico es consciente de sus virtudes y sus defectos, y usa este conocimiento para orientar su vida. Trata de usar las virtudes a su favor y trabajar en sus defectos para que no frenen su camino hacia el éxito. Esto hace que su autoestima se incremente más para que potencie las ideas anteriores.



3. Son organizados

Ya hemos dicho que la practicidad se manifiesta en la funcionalidad. Es decir, que es eficiente, que es útil, que asegura una consecución positiva o armónica. Es por esto que la organización es uno de los rasgos de una persona funcional. La asimilan tanto con sus ideas como con sus acciones.

Una de las formas en que este rasgo se manifiesta es a través del manejo del tiempo. Quien es práctico por lo general lo organiza muy bien, de manera que otorga un espacio proporcional a aquellas cosas que desean hacer durante su jornada.

Por supuesto, esto no implica que sean estrictos con él. Al contrario, su organización se combina con un voto de flexibilidad. Dado que saben que la realidad está sujeta al cambio, su agenda también lo debe estar. Su sentido de organización se manifiesta en muchos aspectos, desde sus finanzas hasta la forma en que gestionan su dieta.

4. No temen asumir riesgos

Sí, aunque esto pueda entrar en conflicto con el rasgo anterior, ten en cuenta que una persona práctica siempre tiene en cuenta la realidad. Por tanto, no teme asumir riesgos cuando la realidad así lo demanda. Esto no implica que esté asumiendo riesgos todo el tiempo, sino que no le tiembla el pulso al momento de optar por una decisión rápida.

Por supuesto, antes de hacerlo evalúan los pros y los contras. Así pueden elegir la mejor decisión que se ajusta a aquello a lo que enfrentan. Incluso, puede que esta decisión esté en contra de sus ideales; pero si es la que mejor se acopla a la situación, no dudarán en elegirla. Esto hace que las personas prácticas sean buenos líderes o sean de apoyo en tiempos de crisis o emergencia.

5. Son simples en todos los sentidos

Por ejemplo, en el vestir, en el comunicarse o en sus gustos. Una persona práctica ha hecho de la simplicidad un estilo de vida, en parte porque muchas veces lo más simple es lo funcional. Con esto no queremos decir que siempre estén desaliñados, que siempre estén en silencio o que sus intereses sean demasiado triviales. En absoluto.

Solo que no les llama la atención dedicar un tiempo excesivo a algo que al final consideran poco trascendente. Por ejemplo, alguien práctico no pasará una o dos horas frente a su armario para decidir qué prenda usar en una salida nocturna. Dado a que son organizados, son seguros de sí mismos, no son idealistas y no temen asumir riesgos pueden tomar decisiones de este tipo con rapidez.

También suelen ser simples en cuanto al trato. Una persona práctica por lo general es muy agradable y despreocupada. No se deja dominar por sus emociones, de manera que el estrés y la tensión no ocupan gran parte de su vida. Están felices la mayor parte del tiempo y evitan emprender cosas extremadamente complicadas.

6. Son decididos

Una persona práctica suele ser decidida
En aspectos profesionales, la confianza que inspiran las personas prácticas puede llegar a ser de mucha ayuda.

Aun cuando tengan que asumir riesgos en sus decisiones, una persona práctica siempre tendrá una actitud decidida. Esta actitud permite reforzar la decisión a través de acciones destinadas a reforzarla. Es decir, no se contentan con tomar una decisión; se encargan de hacer todo lo posible para que esta prospere a través de decisiones paralelas y acciones.

Esto también se traduce en que son responsables de lo que dicen y hacen. No utilizan excusas en caso de que el error sea el desenlace final, ya que su determinación también los acompaña en estos momentos. Por lo tanto están abiertos a admitir su error, a pedir disculpas y a asumir las consecuencias de sus acciones.

7. Establecen metas y las siguen

Por último, una persona práctica siempre está estableciendo metas y tomando decisiones que permitan su consecución. No pienses en metas solo como proyectos grandes que derivan en éxito (que también, por supuesto), sino en objetivos pequeños o medianos que impiden que esa persona se mantenga en la inactividad.

Podemos mencionar otros rasgos de las personas prácticas, pero estos sintetizan muy bien el carácter y el accionar de todas ellas. A menudo no es algo que se elija, sino que acompaña a la personalidad del individuo desde siempre. Por supuesto, siempre puedes asumir algunas de estas características para que el aspecto funcional forme parte de tu vida.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.