Piedras vivas o Lithops: características y cuidados

Las «Piedras vivas» son unas plantas de clima cálido que tienen una apariencia similar a las rocas ¡Descubre en este artículo sus características principales!

Las «Piedras vivas», también conocidas como «Lithops», son unas plantas provenientes del sur de África. Estas pertenecen al grupo de las suculentas; es decir, aquellas especies que tienen la capacidad de almacenar grandes proporciones de agua en su tallo, raíces y hojas.

Son llamadas de esa manera porque su apariencia es muy semejante a las rocas, tanto así que son capaces de camuflarse para no ser comidas por los herbívoros. Además, su tamaño nunca supera los 5 centímetros de largo. ¿Estás interesado en conocer las características y los cuidados de estas plantas?

Características de las piedras vivas

Las «Piedras vivas» poseen dos hojas carnosas curvas que recubren toda su base. Asimismo, esta parte de la planta cuenta con múltiples cavidades pequeñas que permiten que ingrese la luz necesaria para realizar el proceso de fotosíntesis.

En el centro de este vegetal se localiza una abertura que separa a esos dos elementos. Además, en esta zona se presenta el nacimiento de las nuevas hojas que reemplazan a las que ya están marchitas.

Estas plantas se caracterizan por ser resistentes, debido a ello se desarrollan sin inconvenientes en climas calurosos y áridos. De igual manera, esta cualidad les permite adaptarse tanto a los lugares interiores como exteriores.

La floración de las «Piedras vivas» se lleva a cabo durante el otoño o los inicios del invierno. En estas plantas solo crece una flor, la cual tiene un aspecto similar a las margaritas. Esta se abre durante el día para recibir el sol y permanece cerrada durante toda la noche.

Por otro lado, esta especie se encuentra en varios colores tales como verde, naranja, gris, rosado, amarillo y café. A causa de esto, le aporta una belleza única al jardín.

Necesidades básicas

Debido a su resistencia, las «Piedras vivas» no necesitan de un seguimiento tan frecuente. Sin embargo, es fundamental que se les brinden los cuidados que se detallan a continuación.

Riego

Este es uno de los factores más importantes, pues necesitan un riego específico dependiendo de la temporada del año. Así, en los inicios del otoño requieren que se realice siempre que la tierra esté seca para que la flor pueda crecer en buenas condiciones.

En la primavera, se tiene que realizar un riego ligero solo después de haber quitado las hojas marchitas con la finalidad de empezar a estimular la nueva etapa de crecimiento.

Durante el verano el riego debe ser nulo, pues es el período en el que la planta estanca su crecimiento y busca total sequedad. Asimismo, en el invierno tampoco corresponde regar porque las nuevas hojas beben el agua de las anteriores y no necesitan ningún recurso extra.

Luz

Las «Piedras vivas» necesitan de una gran cantidad de luz solar para permanecer en óptimas condiciones. Por esa razón, se ajustan hasta a las temperaturas que no sobrepasan los 35 grados centígrados.

Los expertos recomiendan exponer esta planta a 5 horas de luz directa diaria y ubicarla en un lugar de sombra parcial por las tardes. Adicional a esto, hay que tener en cuenta que esta especie no soporta las heladas y, por lo tanto, nunca puede estar situada en una temperatura que sea inferior a los 10 grados centígrados.

Suelo

Necesita tener una tierra arenosa con un buen drenaje, pues los excesos de agua son el principal peligro de las Lithops. Además, en ningún momento necesitan la inclusión de abonos o fertilizantes.

Trasplante

Estas plantas tienen un crecimiento lento; por lo tanto, el cambio de maceta se puede llevar a cabo cada 3 años. Este procedimiento solo es necesario cuando el suelo necesita un cambio urgente o la planta requiere ser acomodada en un recipiente más grande.

Esta ejecución se tiene que realizar durante la primavera porque en esa etapa se activa el crecimiento de las «Piedras vivas». Del mismo modo, el primer trasplante solo se puede efectuar cuando las raíces estén totalmente maduras.

¿Cómo sembrar en casa?

Sembrarlas  en casa es un proceso sencillo. En primer lugar, se tiene que comprar una maceta de 5 pulgadas de profundidad para que las raíces se acomoden de la mejor manera a medida que vayan creciendo.

Después, se tienen que depositar rocas y tierra arenosa, pues esas son las condiciones originales en las que se desarrolla esta planta. Por último, hay que acomodar la semilla en la mitad del sustrato y mantener la tierra húmeda hasta que inicie la germinación.

Por lo general, la propagación de «Piedras vivas» se presenta al sembrar varias semillas en diferentes macetas. Sin embargo, el proceso también se puede lograr al pasar un pincel por una flor y luego por otra, con la intención de transferirles el polen.

Otras recomendaciones

A las «Piedras vivas» no se les tiene que realizar poda porque ninguna de las dos hojas crece de manera exuberante. Además, las hojas viejas se caen por sí solas cuando son reemplazadas por las nuevas que  aparecen durante el otoño.

Para tener en cuenta al momento de plantar Lithops en el jardín

Las «Piedras vivas» son una planta que no se recomienda sembrar a la par de otras especies, ya que tiene unas condiciones de riego muy diferentes a las demás. Si estas se alteran, pueden ocasionar la pudrición de sus raíces.

Por último, es fundamental tener en cuenta que los cuidados adecuados permiten que estas plantas lleguen a durar entre 10 y 20 años. ¿Te has decidido a plantarlas en tu jardín?