¿Por qué hay personas que no miran a los ojos?
Al momento de comunicarnos con alguien es tan importante lo que decimos como lo que hacemos con nuestras manos, expresiones faciales y movimientos. Se dice que los gestos componen hasta un 65 % del proceso comunicativo. Pese a ello, de seguro te has encontrado con personas que no miran a los ojos al hablar. ¿A qué se debe esto?
Trataremos de entenderlo, y lo haremos con base en razones científicas, que explican por qué hay personas que no miran a los ojos. Por supuesto, evitamos las conjeturas, como que está enamorado de ti o siente remordimiento por algo que hizo. Si se trata de una actitud frecuente, es probable que alguna condición esté ocasionando el que no pueda establecer contacto visual.
Razones por las cuales las personas no miran a los ojos al hablar
Ante de presentarte las causas por las que las personas no miran a los ojos al hablar, debemos advertirte algo: no en todos los casos existirá una condición que explique esta actitud. Hay personas que simplemente no hacen contacto visual por preferencia, e incluso porque esto interrumpe el proceso de recrear un discurso.
Al respecto, en un artículo publicado en Cognition en 2016 se señala que el contacto visual puede interrumpir ciertos procesos cognitivos durante la conversación. Algunas personas pueden tener este mecanismo más sensible, de manera que preferirán mirar al suelo, sus manos o al vacío, para poder concentrarse en lo que dicen y lo que escuchan.
Al margen de esto, existen otras condiciones que explican el por qué las personas no miran a los ojos. Hemos reunido 5 de las más importantes y te explicamos qué se esconde detrás de ello.
1. Trastorno de ansiedad social
El trastorno de ansiedad social, también conocido como fobia social, se describe como el miedo irracional que se produce en alguien ante un determinado contexto. En tal sentido, hablar en público, compartir espacio con muchas personas y el trato con desconocidos, por ejemplo, se puede trasformar en una situación insoportable.
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De acuerdo con los investigadores, hasta un 6,5 % de la población padece de fobia social, de manera que es un trastorno muy común. Va más allá de la timidez, ya que se manifiesta de forma crónica. Toda la vida del afectado sufre un vuelco, de manera que su trabajo, sus amistades, sus estudios y sus momentos de ocio se ven comprometidos.
Ahora bien, este trastorno se desarrolla de manera diferente en las personas, aunque esquivar el contacto visual es uno de los síntomas clásicos. Veamos otros indicios de fobia social:
- Postura corporal rígida durante la comunicación.
- Hablar con voz muy baja.
- Sudoración, temblores y enrojecimiento.
- Taquicardia.
- Actitud asustadiza (en especial ante desconocidos).
- Necesidad incontrolable de rehuir de lugares donde hay muchas personas.
Estos son solo algunos de los síntomas de dicho trastorno, de manera que no es algo que pueda pasar desapercibido. Es tan intenso a veces que las personas pueden llegar a faltar a sus trabajos, abandonar sus estudios y aislarse completamente de la sociedad.
2. Síndrome de Asperger
Esta es una de las condiciones que conforman el trastorno del espectro autista (TEA). En términos generales, afecta la capacidad para socializar y para comunicarse con los demás.
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Los estudios indican que hasta un 87 % de los pacientes con este síndrome evitan el contacto visual. Lo consideran innecesario, además de molesto y forzado. O simplemente no saben que tienen que establecerlo.
Otros aspectos de la comunicación que se ven afectados por el síndrome de Asperger son las expresiones faciales, la postura corporal y el uso de las manos para acompañar el discurso. Así, su comunicación también puede parecer robótica, estandarizada e incluso cifrada.
3. Timidez
En sintonía con la fobia social encontramos la timidez. No toda persona tímida padece de fobia social, es algo que se debe tener en cuenta de antemano. Sin embargo, sí comparten algunos rasgos que se desarrollan en menor grado. Y tampoco es una actitud única o general, sino que se manifiesta de forma diferente en cada persona.
Es por esto que algunos expertos han propuesto la siguiente clasificación: tímido-sociable, tímido-insociable, poco tímido-sociable y poco tímido-insociable. Un síntoma que todos comparten en mayor o menor medida es la desviación de la mirada, incluso puede llegar a ser nulo el contacto visual durante el discurso.
En sí misma no es un trastorno, aunque puede comprometer las interacciones sociales de la persona. Puede evolucionar también en episodios de ansiedad o depresión, de manera que se recomienda buscar ayuda profesional para superar la timidez, y así evitar estas y otras secuelas.
4. Baja autoestima
Otra posible explicación acerca de por qué las personas no miran a los ojos, la encontramos en la baja autoestima. Esta es el conjunto de percepciones, sentimientos y pensamientos negativos hacia sí mismo. Hay muchas formas en que la baja autoestima se manifiesta en una persona, algunas de las cuales se evidencian en el proceso comunicativo.
Por ejemplo, hablar en voz muy baja, tener miedo de expresar o defender opiniones o puntos de vista, sentirse incómodo en grupos grandes y, por supuesto, evitar el contacto visual. Quien padece de baja autoestima teme en todo momento que lo juzguen, de manera que tratará de pasar desapercibido de cualquier forma posible.
5. Déficit de atención e hiperactividad
Por último, también es probable que las personas que no miran a los ojos padezcan del trastorno por déficit de atención con hiperactividad. Se trata de una condición crónica que tiene múltiples manifestaciones, las cuales inician en la niñez y se pueden extender hasta la edad adulta.
Una variedad de elementos se conjugan para que estas personas eviten el contacto visual. Por ejemplo, se les dificulta hacer las tareas, suelen distraerse con facilidad, algunas actividades les causan inquietud y son incapaces de llevar a cabo órdenes o mandatos.
No siempre hay una razón
Ten en cuenta lo que te comentamos al principio: a veces no existe una razón objetiva de este comportamiento. Algunos prefieren enfocarse en sus ideas y pensamientos al hablar, para así no perder el hilo de lo que dicen. Esto puede llevarlos a hacer a un lado el lenguaje gestual, lo que incluye el establecer o no contacto visual.
Y por supuesto, muchas otras condiciones pueden explicar el hecho de que las personas eviten mirar a los ojos durante la comunicación; incluso, hay situaciones transitorias, como distracción por una preocupación, inseguridad, fatiga, que pueden explicar esto.
Por fortuna, todas las situaciones explicadas se pueden tratar y la persona puede aprender las habilidades de interacción y desempeñarse mejor durante la comunicación; de manera que, en mayor o menor medida, se puedan establecer relaciones sociales normativas.
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