¿Por qué a veces soñamos que caemos al vacío?
Escrito y verificado por el psicólogo Bernardo Peña
Soñar que caemos al vacío es algo tan habitual que se dice que, al menos el 95 % de la población, lo ha experimentado alguna vez. Nos crea una ansiedad súbita y, en ocasiones, hace que despertemos de improviso. Son varios los factores que lo pueden provocar, como el consumo excesivo de cafeína o el estrés físico y emocional.
Es posible que intentes encontrar el significado de este sueño. No obstante, ten en cuenta que el análisis de los sueños es algo muy subjetivo. En este artículo intentaremos arrojar algo de luz a este asunto. ¿Por qué soñamos que nos caemos?
Soñar que caemos al vacío: posibles explicaciones
Soñar que caemos al vacío es algo muy común. Acabamos de dormirnos, soñamos que caminamos con total tranquilidad y, de pronto, caemos por un profundo abismo.
- El suelo desaparece bajo los pies o nos precipitamos a una pendiente en la que nuestro cuerpo queda suspendido.
- Sentimos esa brutal sensación de caída.
- Se nos acelera el corazón y despertamos asustados y con la inquietud pegada a nuestro cuerpo y a nuestra mente.
Incluso también es frecuente tener la sensación de que, sin saber cómo, nos estamos cayendo de la cama. Es más, mucha gente llega a caer realmente de ella. ¿Por qué se produce este fenómeno?
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1. Se da en las primeras fases del sueño
Si piensas un poco en las ocasiones en las que has tenido estos sueños, seguro que te das cuenta de que suele ocurrir a los pocos minutos de haberte acostado.
Se cree que puede darse por una pequeña descompensación entre el llamado sistema vestibular, presente en nuestros oídos; y el sistema cinestésico que nos hace conscientes de los movimientos.
El cuerpo no se ha adaptado aún a nuestra posición horizontal, con lo cual, hay un pequeño error de procesamiento que nos obliga a despertar de pronto con la sensación clara de que nos estamos cayendo. Incluso algunas personas llegan a caerse de la cama de verdad.
2. El componente estrés también tiene su importancia
Esta sensación recibe el nombre de mioclonía hípnica y está categorizada como un trastorno de transición entre el sueño y la vigilia. Se trata de una sacudida del músculo o grupo de músculos muy común, que puede ocurrir en cualquier individuo sano.
Intenta relacionar cómo era tu estado personal y emocional cada vez que has experimentado este fenómeno. Se cree que soñar que caemos al vacío está relacionado con el estrés y la ansiedad.
Sometemos a nuestro cerebro a una gran actividad, el cortisol acelera nuestras funciones básicas, la preocupación aumenta, las ondas cerebrales van al máximo de sus límites. Sin embargo, cuando nos acostamos nuestro cuerpo se relaja, pero el cerebro sigue demasiado activo, mucho más de lo normal.
Es entonces cuando se produce una nueva descompensación: la alta actividad cerebral más un cuerpo relajado, ocasiona una sensación de caída que se traduce en este tipo de sueños y que, a los pocos instantes, nos obliga a despertar alarmados.
También puede deberse al uso de algunos medicamentos. Se han reportado casos de espasmos hipnóticos con el uso de algunos fármacos antidepresivos inhibidores de serotonina como el escitalopram.
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3. El fenómeno de la parálisis del sueño
Ya hablamos de la parálisis del sueño en nuestro artículo sobre trastornos nocturnos asociado al sueño. Suele ocurrir cuando somos conscientes de que estamos sufriendo una pesadilla, sin embargo, no podemos despertar.
- La sensación es muy vívida e intensa, a veces hasta terrorífica, puesto que todo es muy real.
Del mismo modo, soñar que caemos al vacío puede convertirse en una experiencia desagradable. También nos obliga a querer despertar antes de sentir el dolor de la caída.
Soñar que caemos al vacío: curiosidades
Podríamos concluir diciendo que este fenómeno tiene como principal causa el estrés. Nuestro cerebro está sobreexcitado, y con ello, las primeras fases del sueño derivan en esta descompensación mente-cuerpo. Por consiguiente, el cerebro reacciona con estos sueños llenos de ansiedad.
No obstante, como curiosidad, hemos de hablarte también de la versión que nos da la etología, al explicarnos que puede deberse a un instinto heredado, de cuando nuestros antepasados homínidos dormían en los árboles y se veían obligados a despertar de pronto para no caer. Curioso ¿verdad?
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