¿Qué es el squirting y cómo alcanzarlo?

La mente desempeña un papel muy importante a la hora de lograr el «squirting». Por eso, es fundamental que estés relajada y que no te frustres si al principio no lo consigues.
¿Qué es el squirting y cómo alcanzarlo?
Leticia Martín Enjuto

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Última actualización: 31 agosto, 2023

Durante la estimulación sexual, algunas mujeres manifiestan una descarga de líquido a través de la uretra, un fenómeno conocido y popularizado como squirting o squirt. Aunque de manera tradicional se ha relacionado con la eyaculación femenina, en realidad se tratan de episodios diferentes. Ambos se agrupan dentro de lo que se conocen como fluidos sexuales femeninos.

Como no podría ser de otra manera, tanto el squirt como la eyaculación femenina se asocian con el orgasmo. Aún más, su ausencia a menudo se relaciona con una estimulación insatisfactoria. Todo esto forma parte de los mitos sobre el squirt, muchos de ellos incentivados desde la industria del cine para adultos. De ello y mucho más te hablamos a continuación.

¿Qué es el squirting o squirt?

Ambos términos provienen de la lengua inglesa, y se traducen al español como «chorro». Se trata de una expulsión repentina y abundante de un líquido a través de la uretra (no de la vagina). Pese a que la popularidad del fenómeno es reciente, lo cierto es que se ha documentado desde hace más de dos mil años.

En sus inicios, y hasta hace poco tiempo, se pensaba que se trataba de orina. Con todo se ha señalado que no todo el contenido expulsado se corresponde con las características de una micción convencional.

Con frecuencia se usa la etiqueta fluidos sexuales femeninos para agrupar a todas estas secreciones. En el caso particular del squirting, el fluido en cuestión es abundante y se caracteriza por ser bastante acuoso. Pese a esto, las experiencias son muy variables; de manera que su color, olor, textura y composición pueden diferir.



Diferencias entre la eyaculación femenina y el squirt

La excreción no se debe confundir con la eyaculación normal (en la que la mujer expulsa una pequeña cantidad de líquido espeso o lechoso), sino que se refiere a la expulsión de líquido acuoso que se libera, literalmente, «a chorros».

Según información publicada en International Urogynecology Journal, la eyaculación femenina proviene de las glándulas de Skene, las cuales están ubicadas alrededor de la llamada próstata femenina. Su función es recoger la lubricación para luego transportarla por los canales directos de la uretra.

Por su parte, y de acuerdo con esta misma publicación, el squirting es la expulsión transuretral de décimas de milímetros de una forma de orina que contiene diversas concentraciones de urea, creatinina y ácido úrico. Puede contener además una pequeña cantidad de antígeno prostático específico (PSA). De manera general, podemos establecer las siguientes diferencias:

  • El squirting se caracteriza por ser de color claro o transparente. El fluido que se expulsa durante la eyaculación es más espeso y se secreta en menor cantidad.
  • La eyaculación femenina se genera en las glándulas de Skene. Por su parte, el squirt se origina en la vejiga.
  • La composición de la eyaculación es similar a su homóloga masculina, solo que sin espermatozoides. El squirt es una especie de orina diluida con otros agentes.

El hecho más importante que permite diferenciar ambos episodios es que pueden ocurrir al mismo tiempo. La razón de ello que, con todas las similitudes que guardan, en la práctica el lugar donde se genera el fluido es diferente.

Squirting: lo que dicen las investigaciones

En la actualidad, y como apunta un artículo divulgado en Clinical Anatomy, el squirt se considera como una expulsión transuretral de unos 10 mililitros o más de líquido transparente. Su composición es similar a la orina, pero no idéntica, y se expulsa a través de la vejiga urinaria. Como ya se informó, puede ocurrir en paralelo con la eyaculación femenina; puesto que se tratan de eventos que difieren en su origen.

Se ha informado que la estimulación de la pared vaginal anterior antes o durante el orgasmo es el método más idóneo para favorecer su secreción. Pese a ello, y aunque se piensa que todas las mujeres tienen la habilidad de excretar este fluido, no todas lo hacen. Las razones son muy diversas, y no siempre pasan por una estimulación incompleta o insatisfactoria.

En efecto, existe un rechazo psicológico o emocional por parte de algunas mujeres hacia este fenómeno. Un trabajo publicado en Sexualities informó que las experiencias asociadas a la vergüenza y el desagrado no son infrecuentes durante el squirting. El tabú, el desconocimiento sobre su origen, las creencias religiosas, la cultura y demás juegan un papel de por medio.

A menudo el squirt es algo que se descubre de forma involuntaria, y no siempre se acompaña de un orgasmo. De hecho, y como se advierte en The Journal of Sex Research, la experiencia se acompaña siempre de un orgasmo solo alrededor de un 20 % de las ocasiones. Esto no invalida el placer que se manifiesta durante el proceso, ya que la mayoría de las mujeres lo etiqueta como placentero.

¿Cómo se siente un squirting?

Las sensaciones durante un squirt varían de mujer en mujer. De manera general, le antecede una impresión similar a la de orinar. La expulsión es involuntaria, aunque el nivel de placer o estimulación pueden motivar su aparición. Con frecuencia su expulsión se compara con la de orinar, en parte porque el líquido procede de la vejiga y se excreta por la uretra.

En el proceso puede o no ocurrir un orgasmo, o en su defecto una experiencia de intenso placer. De nuevo, las sensaciones son muy variables; así que no todas desarrollan satisfacción al unísono. No se requiere de penetración para tener un squirting, puede ocurrir también con la estimulación manual del clítoris, con juguetes sexuales y demás.

¿Cómo alcanzar un squirting? 10 trucos para lograrlo

El squirting se ha convertido en un reto sexual para las parejas, en algunos casos un desafío individual. Para muchos, no se ha experimentado la sexualidad en plenitud si no se ha tenido uno, lo que puede generar frustración, fracaso o una sensación de vacío. Esto es, no se es lo suficientemente competente para tener o generar uno.

Por esta razón, el primer paso para alcanzar un squirt es evitar las presiones sociales o autoimpuestas al respecto. También, dejar a un lado el tabú o los estigmas en relación con él. Para ayudarte con ello, te dejamos una serie de recomendaciones generales que te serán de gran ayuda.

1. Relaja tu mente

La mente desempeña un papel muy importante en el disfrute sexual. Por eso, para alcanzar un grado máximo de placer, debes estar tranquila y convencida de lo que quieres hacer. Si no consigues relajarte, o si te empiezas a sentir ansiosa por «no llegar rápido», te será más difícil alcanzarlo.

2. Conoce tu cuerpo

Cuando conoces tu cuerpo tienes una gran ventaja al momento de tener relaciones sexuales. Esto te permite saber cuáles son las zonas que te generan mayor placer y cómo puedes guiar a tu pareja para potenciar el disfrute.

3. No olvides los preliminares

Para que se liberen todas las sensaciones necesarias para estimular un squirt es necesario realizar preliminares: besos, caricias, juegos sexuales y todo lo que pueda aumentar la sensibilidad.

4. Utiliza lubricante

La lubricación de la zona íntima antes de iniciar la estimulación puede ayudar a incrementar el grado de placer durante el acto sexual.

5. Estimula el clítoris

Una correcta estimulación del clítoris desencadena sensaciones que pueden facilitar el orgasmo. Es importante combinar movimientos circulares, de presión y velocidades, evitando ser bruscos para no reducir la sensibilidad.

6. Prueba con diferentes ángulos de penetración

Para alcanzar el objetivo con más facilidad, de preferencia la penetración debe ser con los dedos o con la ayuda de juguetes sexuales.

La pelvis debe estar lo más relajada posible y las piernas abiertas. Si gustas, puedes poner una almohada para levantar la pelvis y mejorar la experiencia. Por supuesto, también puedes probar con una penetración convencional con tu pareja.

7. Juega con el punto G

La estimulación del punto G es un momento decisivo cuando se busca un squirting. Este se encuentra a dos falanges del interior de la vagina, con dirección hacia el clítoris. Una vez ubicado, puedes hacer ligeras presiones en círculos con distintas velocidades.

8. Masaje externo para alcanzar el squirting

Para crear un boom de sensaciones, es bueno combinar la estimulación del punto G con ligeros masajes sobre el clítoris. Pon el dedo pulgar sobre este y haz movimientos suaves, en varias velocidades.

9. Movimientos pélvicos

Es conveniente mover la pelvis hacia adelante y hacia atrás, apretando los glúteos. De este modo alcanzas diferentes ángulos de estimulación que pueden motivar a un squirting.

10. Sensación de orinar

Cuando estás a punto de alcanzar un squirt, experimentas una sensación similar a cuando quieres orinar. No te detengas, sigue relajada hasta que consigas liberarlo.



Consideraciones finales

Ya hemos advertido que el squirt se acompaña de alrededor de 10 mililitros de líquido, aunque en algunos casos la cantidad puede ser superior. Por tanto, te alentamos a tomar las medidas oportunas para evitar incomodidades en el proceso (por ejemplo, manchar colchones, cobertores y demás).

También puede probar con diferentes posiciones sexuales, al término que con diferentes niveles de estimulación en cuanto a intensidad y zonas. Recuerda que este fenómeno no está relacionado con la incontinencia urinaria, tampoco una cuestión tabú que debes reprimir. Si tienes pareja, conversa con ella sobre tus deseos de querer experimentar uno. Si no, ¡no te cohíbas de buscarlo por cuenta propia!


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