¿Qué es la esponja konjac y cuáles son sus beneficios?

La esponja de konjac se popularizó como un complemento para la rutina de belleza. Debido a sus fibras, es idónea para exfoliar la piel y remover las células muertas. ¿Quieres saber más al respecto? 

La piel es el órgano más grande del cuerpo. Es esa capa protectora que nos mantiene saludables, pero no se limita a eso. También nos permite lucir bien cuando le brindamos los cuidados adecuados. Por lo tanto, vale la pena seguir una rutina de belleza, mantener una dieta sana y evitar los malos hábitos. Sumado a esto, es conveniente conocer algunos complementos para mantenerla radiante, como la esponja de konjac. 

Dado que es importante tratar la piel con suavidad para evitar que se maltrate, es necesario utilizar productos adecuados para cada tipo (seca, mixta o grasa), preferiblemente naturales. Al utilizarlos hay un menor riesgo de alergias y resequedad. Es aquí donde esta esponja encaja a la perfección, pues ofrece ciertos beneficios. En el siguiente espacio los detallamos.

¿Qué es la esponja konjac?

El konjac es una planta milenaria asiática que crece en lugares de gran altitud. Tiene una composición de 95 % de agua y lo demás son minerales. De su raíz se sacan las esponjas. La fábrica de esponjas Konjac Original está en Corea del Sur, en la Isla volcánica de Jeju. Allí se cultiva la planta.

Al año de crecimiento, se extrae la raíz y se pulveriza para convertirla en una harina que se mezcla con agua estéril altamente purificada que se deja madurar. Luego, pasa por un proceso de calor con la vaporización en moldes.

A continuación, la esponja se deja reposar a temperatura ambiente. Enseguida, se pone en una cámara de congelado varias veces y se envasa con termosellado para evitar la contaminación.

¿Cómo se usa la esponja konjac?

La textura de la esponja de konjac es seca, áspera y rugosa. Para emplearla, en primer lugar, debemos remojarla con agua templada para que ablande y suavice. Tras hacer esto, se hinchará un poco, pero lo ideal es que sus fibras absorban la cantidad suficiente de agua.

Una vez hecho esto, vamos a frotar el rostro u otras zonas de la piel con la esponja, mediante suaves movimientos circulares. No es necesario añadir nada, ni productos ni jabones. Por sí sola, esta consigue eliminar las impurezas que hay en la superficie cutánea para dejar los poros limpios. 

Por supuesto, en caso de tener maquillaje puesto, debemos retirarlo antes de iniciar el tratamiento. De este modo, la esponja podrá cumplir su función sin problema y estará limpia por más tiempo.

Tipo de esponjas y sus beneficios

Hasta la fecha, las investigaciones sobre los beneficios de la esponja de konjac para la piel son limitadas. Aún sí, un estudio publicado en American Journal of Dermatology and Venereology determinó que el konjac tiene efectos terapéuticos tópicos ante afecciones como el acné. Incluso, parece ser un adyuvante en casos de acné severo.

Además, favorece la cicatrización de heridas, disminuye la respuesta alérgica y mejora la salud de la piel en general. Los datos anecdóticos también apuntan a que limpia los poros, ya que ayuda con el proceso de exfoliación. Incluso, se cree que activa la circulación de la sangre y ayuda a la regeneración de tejidos, pero no hay evidencias.

Lo que sí es cierto es que, al exfoliar, remueve las células muertas de la capa externa de la piel, que muchas veces causan un aspecto opaco, seco y envejecido. Además, las puede usar cualquier persona, ya que están disponibles en varias presentaciones, para cada necesidad. Todas se elaboran a partir de una fibra vegetal natural que tiene una vida útil de entre 2 a 3 meses.

Esponja con arcilla roja

Tiene un 90 % raíz de konjac y un 10 % de arcilla fina francesa natural roja. Es especial para piel madura con rosácea. La rosácea es una trastorno inflamatorio crónico, caracterizado por rubor facial, enrojecimiento en un área limitada del rostro, vasos sanguíneos dilatados, protuberancia en la piel o abultamientos con pus.

Esponja konjac con arcilla rosa

Esta esponja se compone por un 90% raíz de konjac y un 10% de arcilla fina francesa natural rosa. Se recomienda su uso en piel áspera y deshidratada. La piel deshidratada, según Bioderma, es una afección que puede causar tirantez en una zona puntal. Se relaciona, además, con la poca ingesta de agua.

Esponja facial con arcilla verde

El 10 % de esta esponja es de arcilla fina francesa natural verde. Funciona sobre todo en pieles mixtas con zona T. Paloma Cornejo, dermatóloga, dice que «las pieles mixtas son aquellas que tienen más secreción sebácea en la frente, en la nariz y en la barbilla».

De hecho, la experta asegura que es el tipo de piel más común y más compleja de tratar. A menudo, es necesario cuidarla con productos que tienen abundante agua y poco o nada de aceites. 

Esponja facial negra

Su 10 % de cenizas activas de bambú la hacen idónea para piel grasa y propensa al acné. Las pieles grasas se caracterizan por poros dilatados, aspecto brillante y textura irregular. En las personas con este tipo de piel, la producción de sebo hace que las bacterias causen acné al multiplicarse.

Esponja blanca en forma de gota

Está hecha 100 % raíz de konjac. Ideal para el baño de los bebés porque, por su forma, se puede llegar más rápido a los pliegues y zonas difíciles de limpiar.

Esponja facial de té verde

Por su 10 % de té verde, esta esponja es especial para pieles con manchas. La pigmentación irregular de la piel, conocida como «hiperpigmentación» es un problema común.

Entre los diferentes tipos que existen están las manchas solares, que aparecen en la cara, las manos y otras zonas expuestas. Este tipo es el más habitual, y se cree que la esponja konjac de té verde ayuda a su reducción.

Esponja facial chamomile

Contiene un 10 % de manzanilla y se aconseja para pieles hipersensibles, es decir, aquellas pieles hiperreactivas. Su aplicación ayuda a limpiar la piel, sin riesgo de alergias. 

¿Cómo limpiar la esponja konjac?

Para limpiar la esponja una vez la hemos utilizado, solo debemos enjuagarla y aclararla bien. Se recomienda hervirla durante unos minutos para desinfectarla y, cuando esté seca, guardarla en el frigorífico. Al pasar tres meses es mejor sustituirla. No obstante, se puede poner en el compost junto con otros residuos orgánicos.

Así pues, estas esponjas resultan útiles para facilitar la exfoliación de todos los tipos de pieles. A su vez, es amable con el medio ambiente, ya que se descompone y no contamina. ¿Te animas a usarla?