¿Qué es un reumatólogo y cuándo necesito de su ayuda?
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Los problemas musculoesqueléticos pueden ser tratados por diversos especialistas dependiendo de la naturaleza de la afección. En muchas ocasiones es un reumatólogo quien se encarga de esto, pero también es posible que el tratamiento quede en manos de otros profesionales.
Un reumatólogo es un profesional médico que trata afecciones relacionadas con los huesos, los músculos, los ligamentos, los tendones y las articulaciones. Hay otras especialidades que también abordan problemas relacionados con esas áreas de organismo, como la artrología, la osteología y la neurología, entre otras.
Asimismo, cuando los problemas musculoesqueléticos se derivan de una lesión, por lo general son tratados por un traumatólogo o un fisiatra y, en ocasiones, por un ortopedista. ¿Qué es, entonces, y qué hace un reumatólogo?
¿Qué es un reumatólogo?
Un reumatólogo es un médico especializado en el tratamiento de enfermedades osteomusculares, articulares y las llamadas enfermedades reumáticas que comprenden afecciones autoinmunitarias sistémicas, como la artritis reumatoidea.
Las afecciones reumáticas pueden causar dolor, inflamación, rigidez y deformidades en las articulaciones, los huesos o los músculos de apoyo. Un reumatólogo está en capacidad de diagnosticar y tratar esos problemas, pero no realiza cirugías.
Lo usual es que un reumatólogo trabaje con pacientes ambulatorios. En ocasiones, estos son derivados por otros médicos, pero también hay personas que acuden a la consulta directa. Con frecuencia trabajan en hospitales con un equipo interdisciplinario en las afecciones que son de su competencia.
¿Cuál es su formación?
Un reumatólogo completa su formación como médico general y, luego, debe especializarse como pediatra o internista. Una vez concluye esos estudios, se especializa en reumatología durante dos o tres años.
En algunos países, los reumatólogos deben presentar un examen al final de su formación para certificarse como especialistas en esta área. Luego, es necesario que repitan la prueba cada 10 años para verificar la vigencia de sus conocimientos.
¿Qué condiciones puede tratar?
Un reumatólogo trata una amplia gama de enfermedades que tienen en común el hecho de ser inflamatorias o autoinmunes. Estas deben afectar las articulaciones, los tendones, los ligamentos, los músculos, los huesos y los vasos sanguíneos.
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Dentro de las afecciones que tratan estos especialistas se encuentran las siguientes:
- Artritis inflamatoria, reumatoide, psoriásica o juvenil idiopática.
- Dolor de espalda.
- Osteoartritis y osteoporosis.
- Lupus eritematoso sistémico.
- Fibromialgia.
- Vasculitis.
- Tendinitis y miositis.
- Bursitis.
- Espondilitis anquilosante.
- Artropatías reactivas.
- Gota.
- Sarcoidosis.
- Arteritis de células gigantes.
- Esclerodermia.
- Polimialgia reumática y polimiositis.
- Enfermedad de Behcet.
- Enfermedad de Paget.
- Síndrome de Reiter.
- Síndrome de Sjogren.
En total, los reumatólogos tratan hasta 120 enfermedades diferentes. Por lo general, acopian información de la historia clínica del paciente y de su familia, realizan pruebas diagnósticas y luego elaboran un plan de tratamiento. Este puede incluir medicamentos, inyecciones en las zonas afectadas y, a veces, derivación a un fisioterapeuta u otro especialista.
¿Cuándo se debe pedir cita con el reumatólogo?
Es habitual que las personas tengan dolores articulares o musculares en algún momento de su vida. Si estos persisten por varios días, lo indicado es consultar al médico general para que evalúe la situación.
Si las medidas adoptadas por el médico general no funcionan o funcionan solo de forma parcial, lo indicado es pedir consulta con un reumatólogo. Esto también debe hacerse cuando se presenta una o varias de las siguientes condiciones:
- Dolor en varias articulaciones.
- Dolor en una articulación sin que este se relacione con una lesión conocida.
- El dolor muscular o articular se presenta junto con síntomas como fiebre, fatiga, rigidez matutina, erupciones cutáneas o dolor en el pecho.
- Dolor muscular sin causa aparente.
- Personas que tienen más de 50 años y tienen dolores musculares o dolores de cabeza de forma recurrente.
La consulta debe hacerse con mayor premura si hay antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes o los síntomas empeoran mucho en poco tiempo. Si el dolor articular no se trata a tiempo, es posible que se genere un daño en las articulaciones que podría ser permanente.
¿Qué esperar en la revisión?
Las enfermedades reumáticas son complejas y nada fáciles de diagnosticar. Por lo tanto, lo más indicado es no esperar respuestas concluyentes en la primera consulta. Lo usual es que se haga una exploración clínica en busca de signos y síntomas de inflamación y también que se indague por los antecedentes familiares.
Un reumatólogo analizará los resultados de las pruebas que se hayan practicado hasta el momento y casi siempre ordenará otras. Estas pueden incluir radiografías, tomografías, resonancias y ultrasonido. A través de ellas se detectan las anomalías osteomusculares.
Es importante llevar a la primera consulta:
- Análisis de laboratorio, radiografías, ecografías y resonancias magnéticas que se hayan realizado con anterioridad y asociadas con el problema por el que se consulta.
- Lista actualizada de los medicamentos que se ingieren con sus dosis exactas, además de aquellos que ya se hayan probado para tratar la afección que lleva a consulta.
- Lista de alergias a medicamentos.
- Referencia clara a enfermedades autoinmunitarias o reumatológicas que hayan sufrido los familiares.
Con base en la información recabada y en el análisis de la misma, un reumatólogo establecerá un plan de tratamiento. A veces se requiere de varias consultas antes de establecer el diagnóstico definitivo.
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Si existe dolor articular, se debe acudir al reumatólogo
Muchas veces las personas son remitidas al ortopedista en lugar de hacerlo a un reumatólogo. Por regla general, si no se ha tenido una lesión traumática que origine las molestias, lo indicado es consultar primero al reumatólogo.
No es conveniente posponer la consulta porque se estima que el dolor en las articulaciones no es excesivo. Si hay rigidez e inflamación, aunque haya poco dolor es conveniente visitar a un reumatólogo para que él sea quien evalúe la situación.
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