¿Es recomendable el ayuno para perder peso?
El ayuno es un protocolo dietético que cuando se hace en las condiciones adecuadas, nos ayuda a eliminar los excesos que no son buenos para el cuerpo. Hoy en día el sobrepeso y la obesidad se han convertido en la epidemia del siglo trayendo como consecuencia muchos trastornos para la salud.
El ayuno intermitente cada vez cobra más peso como método no solo para adelgazar, sino también para desintoxicar el organismo o favorecer la depuración. Realizar ayunos cada cierto tiempo contribuye a promocionar el proceso de autofagia, mediante el cual se eliminan las células poco funcionales del organismo.
Limitaciones del ayuno
Evidentemente hay situaciones en las que no se debe ayunar:
- Anemia.
- Embarazo.
- Lactancia.
- Bajo nivel de grasa corporal.
- Jóvenes en etapa de crecimiento.
- Existencia de síntomas de debilidad importantes.
Partiendo de la premisa de que el cuerpo es inteligente, el ser humano tiene una alta capacidad para hacer ayuno. Gracias a ello, la especie humana ha sobrevivido y llegado a nuestros días.
Actualmente, los problemas de salud vienen más por los excesos que por las carencias. De esta forma, el ayuno se convierte en una oportunidad para compensar los excesos de la vida moderna.
El ayuno puede ser una estrategia muy buena para adelgazar. Para gozar de buena salud debemos estar en el peso adecuado, ya que el sobrepeso o la obesidad son perjudiciales para el bienestar. Así lo evidencia una investigación publicada en la revista Circulation Research .
Si practicas bien el ayuno, es una gran herramienta para compaginar el estilo de vida actual con una buena salud y un peso correcto. Se puede hacer un tipo de ayuno con zumos y caldo, combinando a lo largo del día infusiones calientes, zumos de frutas y verduras y caldos de verduras. Adicionalmente, procura beber bastante agua a lo largo del día.
Riesgos del ayuno
Durante el ayuno prolongado hay una disminución del metabolismo basal. Riñones, cerebro, hígado, intestino, corazón o músculos se ven obligados a readaptarse para funcionar con una fuente de energía que no es la más eficaz. Esta fuente de energía solo resistirá en función de la reserva de cada persona.
El ayuno puede ser peligroso para cualquier persona que decida hacerlo por su cuenta ya que puede dar lugar a trastornos patológicos como consecuencia del déficit de nutrientes, como:
1. Muerte súbita
Pueden ocurrir como consecuencia de arritmias ventriculares, relacionadas con la pérdida de proteínas y con la alteraciones de las concentraciones de cobre, potasio y magnesio.
2. Efectos gastrointestinales
Tienen lugar porque el estómago sigue produciendo los jugos gástricos según el ritmo circadiano y, por el estrés que supone el ayuno. Por este motivo, aparecen síntomas como
- Ardor.
- Dolor abdominal en la parte del epigastrio.
- Náuseas.
3. Efectos sobre la presión arterial
La presión arterial disminuye progresivamente, según un estudio publicado en Journal of Translational Medicine. Hacia el tercer o cuarto día de ayuno se produce una hipotensión ortostática, es decir, la persona se marea al incorporarse de forma brusca. Se deben evitar posibles complicaciones derivadas de la falta de riego cerebral o de una insuficiencia cardíaca.
4. Efectos sobre la frecuencia cardíaca
En general, el pulso se acelera cono consecuencia de que ante la bajada de tensión, el corazón aumenta la frecuencia cardíaca.
5. Efectos sobre el sueño
El no ingerir alimentos, conlleva a que se produzca un ahorro de energía del esfuerzo metabólico de la digestión. Esto hace que la persona se encuentre en un estado casi constante de alerta y de vigilia. El cerebro recibe más flujo sanguíneo porque el organismo prioriza su función.
A su vez, hay un aumento de la actividad y el rendimiento intelectual, aunque al mismo tiempo se da un cansancio físico. No obstante, algunos estudios evidencian que el ayuno no consigue alterar significativamente la arquitectura del sueño.
Durante el ayuno prolongado, el organismo experimenta unos cambios y adaptaciones de su metabolismo. Con estos cambios, puede seguir haciendo frente a las necesidades energéticas y mantener las funciones vitales, a pesar de no recibir alimentos. No obstante, estas situaciones solamente se producen en ayunos superiores a 3 días.
Estos cambios se dividen en tres fases según los días transcurridos de ayuno y según los procesos metabólicos implicados.
Fases del ayuno
- Primera fase: consumo principal de los hidratos de carbono de reserva y dura alrededor de día y medio.
- Fase dos: consumo principal de las grasas, tiene lugar más o menos a partir del quinto día.
- Tercera fase: consumo grave de proteínas que ocurre a partir de las tres semanas de ayuno.
El hecho de practicar ayunos cortos no presenta contraindicaciones a nivel de salud, es más, resulta recomendable. Los ayunos prolongados son más peligrosos y no deben ponerse en práctica sin supervisión profesional.
El ayuno sirve para perder peso
El ayuno se ha convertido en un protocolo eficaz y seguro para la pérdida de peso. No obstante, es recomendable acudir previamente a un profesional de la nutrición para recibir las indicaciones y consideraciones necesarias.
Te podría interesar...