7 recomendaciones para reprender a los hijos

Una de las tareas más difíciles de ser padres es reprender a los hijos. Muchos abogan por el castigo y otros reniegan de él. La reflexión y una buena comunicación son estrategias mucho más eficaces para orientar a los más pequeños.
7 recomendaciones para reprender a los hijos
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 11 julio, 2023

¿Cuál es la mejor manera de reprender a los hijos ante una conducta inapropiada? Todo aquel que inicia la etapa de la maternidad y la paternidad se lo ha preguntado más de una vez. Por supuesto, no hay fórmulas mágicas.

Hay un momento en el que la llegada de un hijo deja de derretirnos a cada paso y comienza a generar problemas por las conductas inapropiadas a voluntad del niño. Entonces, se ponen en juego todas nuestras convicciones como padres.
Reprender a los hijos es una decisión que los padres van construyendo en la medida en la que valoran o rechazan la forma en la que fueron criados. Sus creencias religiosas, sus costumbres, su cultura y hasta las leyes vigentes del país en el que viven.

¿Por qué un niño se porta mal?

Cuando un niño tiene un comportamiento que consideramos inadecuado, es bueno que, como padres, nos pongamos en su lugar. Debemos analizar cuáles son las posibles razones que pudieron llevarlo a tener ese tipo de conducta.

Un bebé llora porque tiene una necesidad no cubierta, como estar mojado o tener hambre. Un niño tiene una rabieta o un adolescente es rebelde, seguramente, porque también tiene necesidades no cubiertas. Solo que en vez de un pañal mojado, lo que le puede faltar es afecto, comprensión o la atención de sus padres.

Con los bebés los padres actúan de inmediato y atienden la necesidad. Con niños y adolescentes se suele sofocar la conducta, pero pocas veces es fijada la causa que la origina y se busca una solución.

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¿Es útil el castigo?

Aplicar un castigo para reprender a los hijos es un tema complejo. El castigo ha sido utilizado desde siempre y hoy en día se sigue usando. Este tipo de método es acogido por algunos y rechazado por otros.

Sin duda, el castigo genera una respuesta inmediata en la conducta del niño. Pero no siempre hay un proceso educativo-reflexivo en torno a esa conducta. Más bien, por miedo a quien castiga, el niño evita ser castigado y no siempre modifica su comportamiento.

Así, tal y como evidencia la psicóloga de la Asociación Española para el síndrome de Prader William, Marta Albert, en este estudio, solamente hay que recurrir al castigo en aquellas situaciones en las que sea imprescindible.

No obstante, para algunos padres es admisible el castigo físico, lo que es incluso más controvertido. Recurrir a la violencia no solo es ilegal en muchos países, sino que, además, daña al niño a nivel físico y emocional; lesiona su autoestima y su confianza; lo humilla y le enseña que es válido agredir al más débil.

¿Cómo reprender a los hijos?

1. Establece reglas claras

Si las normas del hogar cambian con frecuencia, es difícil que el niño pueda seguirlas. Entonces, es necesario que el pequeño conozca los límites establecidos y que estos perduren en el tiempo.

Para ello, también es necesario que la madre y el padre se pongan de acuerdo con las medidas que serán tomadas cuando se presenten episodios de mal comportamiento. Esto es muy importante, en especial, para los padres separados. Pero, por favor, sé moderado con el número de reglas.

2. Sé firme con amabilidad para reprender a los hijos

Sé consecuente a la hora de exigir al niño que respete una norma. Además, la firmeza con la que exijas a tu hijo debe estar supeditada al cariño y al respeto que le profesas.  Evita sobre todo perder la calma mientras corriges un comportamiento. Tu buen ejemplo y un lenguaje positivo serán fundamentales en ese momento, mucho más que cualquier otra acción.

3. Los actos tienen consecuencias

Los adultos ya sabemos los efectos de nuestros actos. Transgredir una norma tiene consecuencias y el niño tiene que saberlo para que pueda hacer sus propias elecciones.

Lo que se hizo mal debe volverlo a hacer de la forma correcta. El pequeño tiene que pedir perdón a la persona a la que lastime, tiene que resarcir el daño en la medida de sus posibilidades y de su edad.

4. Los errores son oportunidades para aprender

La vida nos enseña que de cada equivocación podemos sacar una lección. Y el niño también debe aprender que puede mejorar si analiza los errores que comete.

Para ello, pregunta a tu hijo cómo evalúa su comportamiento. Cómo se sintió con esa conducta inadecuada o lastimando a otro y cuál hubiese sido la manera correcta de comportarse en ese momento.

5. Avisa y ofrece opciones

Tu hijo debe saber que la hora de irse del parque o de tomar el baño se acerca y que llegado el momento tendrá que hacer lo que corresponde. También es importante que el niño forme parte de la decisión, pues esto lo motiva a actuar en esa dirección ¿Te vas a bañar después de jugar o después de hacer tus deberes?”. Invita a tu hijo a razonar y comprender por sí mismo lo que debe cumplir.

6. Sé oportuno y moderado

La llamada de atención tiene que llegar a tiempo. Lo más recomendado es hacerlo en el momento en el que se comete la falta y no cuando el niño ha olvidado la razón por la que es reprendido.

Asimismo, se debe hacer uso de distintas formas de sancionar, ya que si se usa de manera reiterada un mismo correctivo, este pierde efectividad. Por ejemplo, si envías al niño a su cuarto a reflexionar sobre algo que ocurrió, evita hacerlo en exceso, pues puede perder significado para él.

7. Establece responsabilidades acordes con la edad

No es lo mismo pedirle a un niño de 3 años que recoja sus juguetes que pedírselo a uno de 10. El primero está aprendiendo, pero para el segundo ya debe ser una tarea cotidiana. Crear hábitos y tener rutinas ayuda a los pequeños a seguir mejor las normas. Así, entiende y asume cuáles son sus responsabilidades como parte de su aprendizaje.

Lo que debe evitarse al reprender a los hijos

  • Las amenazas que no vas a cumplir.
  • Las sanciones a las que el niño no da importancia.
  • Las prohibiciones a actividades que le gustan y que lo vinculan con sus padres.
  • Sanciones inadecuadas para la edad y nivel de madurez del niño.

Lo que nunca se debe hacer al reprender a los hijos

  • Compararlo con otros niños, sobre todo con hermanos o primos.
  • Desatender sus necesidades básicas, como la comida.
  • Humillarlo de manera intencional, en público o en privado.
  • Ignorarlo o negarle amor.

Aplaude el buen comportamiento en lugar de reprender a los hijos

En definitiva, hacer uso de palabras amorosas para destacar una buena conducta inspiran al niño a seguir ese camino; utilizar palabras duras para enfatizar una situación que seguramente es producto de algo que ya hizo sentir mal al niño, lo hará sentirse peor.

Si controlamos una situación tensa con palabras amorosas, daremos el mejor ejemplo para reforzar una conducta positiva en todo momento. Es un ejercicio de amor.


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