¿Cómo reconocer la alergia al maíz?
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Las alergias alimentarias son un grupo de enfermedades que se producen cuando el sistema inmunitario reacciona frente a las proteínas que contienen determinados alimentos. En concreto, el cuerpo reconoce estos compuestos como dañinos y, en consecuencia, empieza a responder de forma negativa. ¿Has escuchado hablar sobre la alergia al maíz?
En algunos países centroamericanos, el maíz es un componente básico para preparar diferentes recetas típicas, como los tacos, las quesadillas, los sopes, las arepas, entre otros. Asimismo, se emplea en una amplia variedad de productos industriales. No obstante, en algunas personas su consumo desencadena una serie de síntomas correspondientes a una alergia.
¿Qué tan común es la alergia al maíz?
Para ser más exactos, la alergia al maíz se desarrolla cuando el cuerpo no reconoce una proteína llamada zeína. Esto desencadena la liberación de histamina y otras sustancias químicas que pretenden eliminar la sustancia. A su vez, se dan una serie de manifestaciones clínicas a nivel digestivo, respiratorio y cutáneo.
Según datos del Colegio Americano de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI), la alergia al maíz es poco frecuente. Aún así, se puede desarrollar por la exposición reiterada al mismo, o bien, por la ingesta de productos que deriven de este grano, como el jarabe de maíz de alta fructosa, el aceite vegetal o el almidón de maíz.
En ciertos casos puede ocurrir por la reactividad cruzada entre el maíz y otros componentes alérgenos que están presentes en cereales como el trigo o los productos de soja. Su diagnóstico puede ser difícil, ya que los síntomas tienden a parecerse a los de la alergia al polen.
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Síntomas de la alergia al maíz
Como consecuencia a las reacciones químicas que se producen en el cuerpo, la alergia al maíz desencadena una serie de síntomas comunes. A menudo, aparecen en cuestión de minutos; sin embargo, a veces tardan hasta 2 horas o más en manifestarse. Los más frecuentes son los siguientes:
- Vómitos.
- Dolor abdominal y calambres en el estómago.
- Indigestión y sensación de plenitud constante.
- Diarrea.
- Sibilancias (sonidos que se asemejan a silbidos al respirar).
- Dificultad para respirar y sensación de opresión en el pecho.
- Urticaria (erupciones en la piel con comezón).
- Hinchazón en la cara.
- Mareos.
- Confusión.
- Coloración pálida o azul de la piel.
- Tos repetitiva.
- Opresión en la garganta y voz ronca.
- Disminución del pulso.
En algunos casos, puede presentarse un cuadro grave, conocido como anafilaxia. Este incluye síntomas que pueden poner en peligro la vida, como los siguientes:
- Hinchazón abrupta de la cara con estrechez en los labios, la garganta, la lengua y el cuello.
- Respiración dificultosa.
- Confusión y aturdimiento.
- Ritmo cardíaco elevado.
- Pérdida de conciencia.
- Fatiga.
Su atención oportuna es determinante para evitar un desenlace fatal. Por eso, es primordial buscar atención médica tan pronto como se presentan.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
Para determinar si una persona es alérgica al maíz es necesario realizar una prueba diagnóstica, sobre todo porque los síntomas son diversos y pueden variar en cada uno. Incluso, puede ocurrir que los síntomas no siempre sean iguales en cada reacción.
Así pues, si existe sospecha de este tipo de alergia, lo idóneo es programar una cita con un médico o nutricionista. El profesional puede realizar las siguientes preguntas:
- ¿Qué y cuánto comió?
- ¿Cuáles fueron los síntomas que aparecieron? ¿En cuánto tiempo comenzaron?
- ¿Cómo se aliviaron los mismos?
- ¿Cuánto tiempo tardaron en aliviarse?
Tratamiento para la alergia al maíz
Las reacciones alérgicas leves no requieren un tratamiento específico. Simplemente, hay que vigilarlas hasta que pasen. Por el contrario, si hay reacciones anafilácticas, se debe buscar atención médica de emergencias y usar epinefrina.
Cambios en los hábitos alimentarios
Debido a todos los efectos que puede llegar a desencadenar el consumo de maíz en personas alérgicas, la mejor manera de evitar sus efectos adversos es dejar el consumo de este producto. En este sentido, es necesario aprender a reconocer cuáles son las fuentes de maíz que están ocultas en los alimentos.
Lo aconsejable es acudir a un profesional de la nutrición para que ayude a identificar los ingredientes que se derivan de este grano. De acuerdo con la Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex, algunos productos que lo contienen son los siguientes:
- Salsas.
- Meriendas.
- Frutas enlatadas.
- Carnes preparadas, como salchichas y fiambres.
- Bebidas endulzadas con azúcares de maíz.
- Harina de maíz.
- Maicena.
- Palomitas de maíz.
- Sémola.
- Margarina.
- Chips de maíz.
- Copos de maíz.
Por supuesto, como ocurre con cualquier alergia alimentaria, es necesario modificar los hábitos alimentarios para evitar problemas mayores. Entonces, es conveniente conocer cuáles son las opciones que no contienen este ingrediente. Por ejemplo, los siguientes alimentos:
- Harina de trigo.
- Pasta a base de trigo.
- Huevos.
- Carnes rojas y blancas.
- Quinua.
- Miel de producción local.
- Legumbres.
- Yogur natural.
- Chips de chocolate.
- Arroz.
- Jugos 100 % fruta.
- Frutos secos como el maní, las almendras y las nueces.
- Avena.
- Cacao.
- Queso sin procesar
- Panes de arroz o de trigo.
Productos no alimentarios con base maíz
¡Cuidado! Más allá de los alimentos que contienen maíz, hay una serie de productos de uso regular que pueden tener este ingrediente en su composición. Es importante reconocerlos en caso de alergia, ya que también resultan perjudiciales. Algunos de ellos son los mencionados a continuación:
- Champú.
- Pasta de dientes.
- Cosméticos.
- Pintura.
- Plásticos.
- Líquido para lavar platos.
- Alimentos para mascotas.
- Guantes quirúrgicos (debido a la maicena).
- Envoltorios de alimentos (recubrimientos de maicena).
Cabe resaltar que los daños ocasionados por estos productos pueden ser variables ya que no se ingieren.
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¿Qué hay que recordar sobre la alergia al maíz?
Los productos a base de maíz son muy comunes en el mercado. Aunque no es muy frecuente, su consumo habitual puede provocar alergia en personas sensibles. De ser así, es fundamental evitar su consumo y consultar al médico o nutricionista.
Los profesionales podrán hacer un diagnóstico en función de las manifestaciones clínicas de la alergia. Asimismo, orientarán la mejor dieta para evitar complicaciones o déficits de nutrientes. Por fortuna, es posible llevar una dieta sana y equilibrada sin necesidad de ingerir maíz o derivados.
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