Recuento bajo de glóbulos blancos

El recuento bajo de glóbulos blancos no permite determinar la existencia de alguna patología por sí solo. Se trata de un síntoma que se debe examinar cuidadosamente, con el fin de determinar qué lo produce.
Recuento bajo de glóbulos blancos
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Edith Sánchez

Última actualización: 09 julio, 2023

Los glóbulos blancos forman parte del sistema inmunológico del cuerpo y, por lo mismo, cumplen una función de protección contra las infecciones. Estas células son las primeras en responder cuando aparece algún agente extraño y van al lugar exacto de la infección para destruirlo.

El recuento bajo de glóbulos blancos no es en sí mismo una enfermedad, pero sí puede ser el síntoma de alguna patología. En principio, esta condición indica que el sistema inmune está debilitado y, por lo tanto, el organismo es más vulnerable a infecciones y bacterias.

El número normal de glóbulos blancos en la sangre no es una cifra exacta. Por un lado, depende de la edad; por el otro, hay personas que presentan un recuento bajo en relación con el promedio habitual, pero no tienen ningún problema de salud. Por lo tanto, el recuento por sí solo no arroja conclusiones definitivas.

Qué es el recuento bajo de glóbulos blancos

Los glóbulos blancos combaten a los agentes externos y protegen al organismo de enfermedades.

El recuento bajo de los glóbulos blancos, también conocido como leucopenia o leucocitopenia, tiene que ver con una disminución de la presencia de los glóbulos blancos, o leucocitos, en la sangre. Es importante aclarar que hay varios tipos de glóbulos blancos, los cuales se clasifican principalmente en dos grupos:

  • Polimorfonucleares. Incluyen neutrófilos, eosinófilos y basófilos.
  • Linfocitos y monocitos.

Los glóbulos blancos más numerosos son los neutrófilos  y los linfocitos. Por esa razón, cuando hay un recuento bajo de este tipo de células, suele implicar también una disminución de los neutrófilos o los linfocitos. En el primer caso, se habla de neutropenia; en el segundo caso, de linfocitopenia.

En general, se estima que existe un recuento bajo de glóbulos blancos cuando hay un número inferior a a 4 000 por cada milímetro cúbico de sangre.

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Tipos de recuento bajo de glóbulos blancos

Como hay varios tipos de glóbulos blancos, también se puede hablar de varios tipos de recuentos bajos, a saber:

  • La neutropenia. Es el más habitual y supone un recuento bajo de neutrófilos. Estas células básicamente luchan contra las infecciones causadas por hongos y bacterias. Hay recuento bajo si su número es inferior a 1 000 o 1 500 por milímetro cúbico de sangre.
  • La linfocitopenia. También es muy frecuente e implica un recuento bajo de linfocitos que, básicamente, luchan contra las infecciones virales. Se considera que el mismo existe cuando hay menos de 1 000 linfocitos por cada milímetro cúbico de sangre.
  • La monocitopenia. Es el recuento bajo de monocitos, unas células que ayudan a regular la respuesta inmune del organismo y contribuyen a eliminar los tejidos dañados. Se produce cuando hay menos de 150 por milímetro cúbico de sangre.
  • La eosinopenia. Es el recuento bajo de eosinófilos, unas células que actúan en las reacciones alérgicas, las infecciones y otras enfermedades. Se produce cuando son menos de 50 por milímetro cúbico de sangre.
  • La basopenia. Se presenta cuando la presencia de basófilos, las células que actúan principalmente en las infecciones parasitarias y en las reacciones alérgicas, es menor a 20 por milímetro cúbico de sangre.

Causas y síntomas

Hombre con la vista cansada.
La presencia de síntomas inexplicables, como la fatiga excesiva, es motivo de consulta médica.

Las causas de la leucopenia son muy diversas e, incluso, en muchos casos se corrige el problema sin que jamás se sepa cuál fue la razón que lo produjo. Sin embargo, lo más habitual es que el recuento bajo de glóbulos blancos se deba a una infección.

También, es relativamente frecuente que obedezca a una enfermedad autoinmunitaria, como el lupus, el síndrome de Felty, etc. Asimismo, puede ser resultado de alguna forma de cáncer, en particular de la leucemia, o de la quimioterapia o la radioterapia para tratar esas patologías. Algunos medicamentos provocan la reducción de los glóbulos blancos.

Una persona con leucopenia puede presentar síntomas como migraña, malestar general, vértigo, debilidad, fiebre, cambios de humor, diarrea, fatiga o cansancio extremo e inflamación de los ganglios, entre otros. Para detectar esta condición, basta con realizar un análisis de sangre en laboratorio.

¿Qué hacer?

El tratamiento para la leucopenia varía dependiendo de la severidad de esta y de la causa que la produce. Lo primero que se debe determinar es precisamente la patología subyacente.

Solo en algunos casos se decide administrar esteroides y suplementos vitamínicos para estimular el funcionamiento de la médula ósea, lugar donde se generan los glóbulos blancos.

Los hábitos saludables son la medida más adecuada para prevenir la leucopenia. Las prácticas sanas estimulan el organismo y el metabolismo normal. Lo recomendable es realizar actividad física frecuente, mantener una dieta rica en frutas y verduras, beber agua frecuentemente, cuidar la higiene personal y dormir suficientes horas cada noche.

Por supuesto, si se experimenta fatiga inexplicable, debilidad, fiebre o migraña, se aconseja la visita médica. Solamente el profesional es capaz de evaluar la condición física general y realizar un diagnóstico adecuado.

Una diagnosticado el bajo recuento de glóbulos blancos. será el médico quien investigue las razones y, luego, incida en ellas para trabajar el problema de raíz. Por este motivo, la consulta médica es vital.


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