3 frases para recuperar tu amor propio en solo 3 minutos

El amor propio es fundamental para reconocer nuestras cualidades y saber cuáles son nuestros límites. Por eso, es importante cuidarlo y reforzarlo a diario. Estas frases te ayudarán en el proceso.
3 frases para recuperar tu amor propio en solo 3 minutos
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 julio, 2023

Hemos de admitirlo: a veces, dejamos nuestro amor propio en bolsillos ajenos. Este rasgo psicológico tiene sus raíces en la infancia y en todas esas experiencias previas que determinaron parte de nuestra personalidad. Por eso, es importante tratar de reconocerlas.

No tener una buena autoestima puede hacernos olvidar lo que valemos y merecemos, y dejar en manos de otro nuestra felicidad. Si bien las relaciones interpersonales son importantes, lo cierto es que el amor propio se debe trabajar a diario para poder sortear los retos de la vida. A continuación, te mostramos 3 frases que te pueden ayudar a acelerar el proceso.

3 frases que te ayudarán a recuperar tu amor propio

Hemos de entender que, en lo que se refiere al amor propio, es recomendable construirlo y reforzarlo a diario. Debemos invertir en él de forma constante, sin descuidarlo jamás. No se trata de una cuestión de egoísmo sino de apreciar lo mucho que valemos.

Para lograrlo y saber dónde están nuestros límites, es importante ser habilidosos, sabios e intuitivos. Al hacerlo, será más fácil identificar aquellas situaciones que van en contra de lo que queremos y somos. Las frases que presentamos en la siguiente lista te ayudarán a recordar dónde está tu norte y quién eres en realidad. No dudes en repetirlas a diario.

1. “Permitirme lo que merezco no es egoísmo, es salvaguardar mi amor propio”

Algo que resulta curioso en nuestro día a día es la manida frase de “tienes que quererte más, porque de lo contrario nadie te respetará”. A veces, por fin damos el paso y empezamos a mirar un poco más por nosotros mismos. Sin embargo, algo ocurre: los demás notan el cambio.

Así, puede ser que nos encontremos con quienes dicen que ya no somos los mismos y que nos hemos vuelto egoístas. Pero, debemos entender que del amor propio al egoísmo hay toda una escala de grados y una persona madura y equilibrada no la sobrepasa, sino que la conoce y la controla.

Ese aprecio por uno mismo, que a veces descuidamos durante mucho tiempo, es un aspecto visto de mala manera en la sociedad. Decir en un momento dado “no, no me apetece quedar contigo porque necesito pasar la tarde solo, paseando y pensando en mis cosas” puede ser para muchos algo extraño.

Incluso, puede que se lo califique como carente de cortesía o una falta de respeto. No obstante, permitirte lo que mereces y necesitas en un momento dado, nunca será egoísmo. Aún más, quien lo entienda de este modo no será un buen amigo. Las mejores amistades son aquellas capaces de empatizar con nosotros, de entendernos y respetar nuestras decisiones.

2. “Debo poner límites para proteger mi dignidad, mi identidad y mi preciosa esencia personal”

Hay quien camina por el mundo sin tener una barrera de protección, un filtro y un muro frente a lo que hace daño, vulnera y desintegra la autoestima. Así, dan paso a todo lo que la vida y el destino quieran ofrecer, tanto a lo bueno como a lo malo. Entonces, ¿qué pasaría si nos volvemos algo más selectivos?

¿Y si nos decidimos a ser más sabios y quedarnos solo con lo bueno? Hacerlo tampoco será un acto de egoísmo. De hecho, puede ser un paso fabuloso hacia una óptima salud mental y emocional, que revertirá directamente en tu equilibrio físico. No dudes en colocar barreras y alambradas a quienes no estén alineados con tu propósito de vida.

Lee también: Mujeres besadoras de sapos, la trampa del “te voy a cambiar”

3. “Mi amor propio tiene un precio muy alto y no admite rebajas”

El amor propio es algo más que un sentido de autoprotección. No se trata solo de saber poner un límite entre lo mío y lo tuyo, sino de proteger nuestra vida como una piedra preciosa. Al tratarnos con amor y reconocer lo que valemos le damos a nuestra dignidad la importancia que se merece.

Es aceptar esa esencia inviolable y distintiva que conforma lo que somos. También, se relaciona con cómo nos percibimos y la fortaleza que hay en nosotros. Esto nos permite encarar las dificultades, alcanzar lo que soñamos y crear una realidad acorde a nuestra personalidad.

No es fácil conseguir todo esto. Debemos entender también que el amor propio siempre está en continuo crecimiento. A veces se debilita, enferma o nos lo arrebatan. Otras veces, nos olvidamos de alimentarlo. Y es que esta dimensión necesita frescura, novedades, nuevos conocimientos, nuevas amistades, perspectivas y experiencias.

Entiende, por tanto, que tu amor propio tiene un precio muy alto. No se lo ofrezcas ni responsabilices a nadie por lo que pase con él, es tuyo, y te sirve también para poder dar a los demás lo mismo que te ofreces a ti: respeto, afecto, armonía y una sabia convivencia.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.