Reflejo de succión en el recién nacido: lo que debes saber

Si tienes un bebé, seguro habrás visto su reflejo de succión. Te explicamos todo lo que debes saber al respecto de este sentido primitivo, que tienen todos los seres humanos.
Reflejo de succión en el recién nacido: lo que debes saber
Leidy Mora Molina

Revisado y aprobado por la enfermera Leidy Mora Molina.

Escrito por Ana Luzardo

Última actualización: 06 julio, 2023

El reflejo de succión en el recién nacido es una de las habilidades más importantes para el inicio de la vida, ya que le permite alimentarse del pecho materno o el biberón. Forma parte de lo que se reconocen como reflejos innatos que son respuestas fisiológicas para el desarrollo psicomotor de los bebés.

Hasta los seis meses los bebés deben alimentarse solamente con leche materna o de fórmula. Esto se debe a que los menores de esos meses de edad no pueden mantener la cabeza levantada o estar sentados en una silla alta, lo que causaría riesgo de atragantamiento.

Además, antes de los seis meses los bebés aún tienen activo el reflejo de extrucción que es la la expulsión de alimentos no líquidos con la lengua hacia el exterior.

Los recién nacidos necesitan ese reflejo de succión para garantizar su correcta alimentación con líquidos y adquirir los beneficios que aporta la leche materna. Te decimos todo lo que debes saber respecto a este reflejo en los bebés.

¿En qué consiste el reflejo de succión en el recién nacido?

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El reflejo de succión es instintivo y vital, y permite al bebé alimentarse.

Se trata de un reflejo instintivo que se presenta segundos después de nacimiento para garantizar la supervivencia. La succión necesita una integración de actividades sensoriales y motoras para asegurar una ingesta suficiente de alimentos con una correcta asimilación.

De hecho, Inostroza asegura que este reflejo inicia desde la vida intrauterina. A las 17 semanas comienza y va madurando a lo largo del desarrollo hasta terminar en la semana 37, cuando termina de madurar.

El ciclo de la succión

El ciclo de succión consiste en la extracción de leche con los labios del bebé evertidos, o sea hacia afuera. Estos, en conjunto con las mejillas, forman un sello que evita el escape.

Luego, viene la deglución que consiste en tragar el alimento. Con cada succión hay una deglución, siendo este un paso fundamental que debe estar coordinado. La respiración durante todo este proceso es continua, aunque se interrumpe por 0.5 segundos para ayudar a que el bolo ingrese a la faringe.

Tipos de succión en el recién nacido

Inostroza dice que existen tres tipos de succión asociados a los grados de madurez. La inmadura está compuesta por 3 o 5 succiones, seguidas de una pausa para que el bebé respire porque no es capaz de succionar y respirar al mismo tiempo. No hay una coordinación.

La intermedia va de 6 a 10 succiones seguidas de apneas, en las que no hay una coordinación completa del ciclo de succión. La madura va de 10 a 30 succiones con intervalos pequeños de descanso, pero hay una buena conjunción entre succión, deglución y respiración.

También están la succión nutritiva y la no nutritiva. La nutritiva es la que se activa cuando la boca entra en contacto con el seno materno o el biberón y es para alimentar. La no nutritiva es cuando entra en contacto con otra cosa y se activa.

¿Cómo estimular el reflejo de succión?

El reflejo de succión se puede estimular con facilidad al poner el pecho de la madre dentro de la boca del bebé, aunque también se pueden practicar ejercicios orofaciales. Esto último se aplica en niños con disfunciones orales que no permitan el correcto proceso de succión.

Estos ejercicios consisten en masajear el paladar del bebé en la encía sobre la lengua y con los movimientos de extensión y retracción del dedo. Debe ser un dedo limpio y hay que evitar llegar al fondo de la lengua para evitar el reflejo de las náuseas.

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¿Qué ocurre si no hay reflejo de succión en el recién nacido?

Si el bebé no presenta reflejo de succión, se debe consultar con el médico.

Cuando los bebés no tienen este reflejo, significa que tienen una anomalía a nivel de su desarrollo. Lo más frecuente es que sea una alteración neurológica a nivel de la médula espinal. En estos casos, la madre debe buscar ayuda profesional. Si el bebé no se alimenta como debe ser, pueden ocurrir alteraciones en su desarrollo.

Los bebés prematuros o los que sufren anomalías físicas suelen padecer de la falta de este reflejo. La mayoría de los trastornos suelen ser a nivel de la mandíbula y la lengua.

Las alteraciones donde la lengua está sujeta al suelo de la boca pueden minimizar este reflejo; esta condición se llama frenillo sublingual. Otros problemas como el paladar hendido, la lengua demasiado grande para reposar en la boca y la mandíbula inferior retrasada dificultan la succión.

¿Cómo se relaciona el reflejo de succión con la producción de leche?

El reflejo de succión envía una señal al cerebro de la madre para que produzca la hormona prolactina y, a su vez, la leche materna. Eso es lo que permite que, luego de la primera vez que la madre dé pecho a su hijo, se siga produciendo leche. Aunque también es importante que el pecho se vacíe y se llene para seguir produciendo.

La leche se produce en las glándulas mamarias de cada pecho. Esas glándulas tienen alvéolos, unos espacios vacíos para llenar de leche, y las paredes de esos alvéolos tienen los lactocitos, unas células capaces de producir y sintetizar la leche.

En respuesta a la succión del bebé los nervios estimulan los lactocitos para que produzcan la leche. Con la succión se exprimen los alvéolos que contienen la leche materna y esta pasa a los conductos y desemboca en el pezón para alimentar al bebé.

El pequeño no solo hará la succión por hambre, sino también para sentirse protegido y tranquilo. Por eso, cuando llora y se le ofrece all chupón, el dedo o el pecho y lo toma, deja de llorar. También puedes verlo haciendo el gesto de succión mientras duerme.

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El reflejo de succión, un reflejo natural

Este reflejo es un acto natural vital para el inicio de su tiempo en la tierra que lo hará sentir alimentado y lleno de paz. Si notas que tu hijo tiene dificultades para succionar, acude a un especialista en lactancia.

Una succión inmadura no tiene por qué significar el final de la lactancia materna. Con tiempo, esfuerzo y ayuda profesional, serás capaz de amamantar a tu bebé.


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