Relación entre la salud mental y la anorgasmia

La salud mental se encuentra estrechamente ligada al disfrute sexual, por ello es importante prestar atención a las situaciones que puedan alterar nuestro estado mental y llevar a problemas para alcanzar el orgasmo.
Relación entre la salud mental y la anorgasmia
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 julio, 2023

La anorgasmia es una disfunción sexual que se define como la incapacidad para alcanzar un orgasmo o problemas para conseguirlo. Puede darse en situaciones concretas o de manera generalizada ante cualquier situación o pareja sexual.

Así mismo, esta disfunción puede tener causas físicas o psicológicas. A continuación vamos a enumerar las causas psicológicas que de manera habitual llevan a este problema.

Causas psicológicas de la anorgasmia

1. Trastorno ansioso

Pareja en la cama con expresión de preocupación
El estrés causado por la búsqueda incesante de llegar al orgasmo puede hacer que no se disfrute plenamente de la relación sexual.

La ansiedad es un estado mental que se manifiesta como una angustia desmedida ante una situación o pensamiento que nos genera inquietud. El orgasmo puede ser inhibido a causa de una preocupación exagerada generada por vivencias sexuales anteriores.

La anorgasmia lleva a muchas personas a concebir el momento de contacto íntimo como una situación de estrés en la que tienen que tener todo hipercontrolado y se sienten frustrados si no consiguen el objetivo: llegar al orgasmo.

La ansiedad puede ser pasajera, por una situación concreta que nos impide concentrarnos en el terreno sexual. Sin embargo, cuando en la mayor parte de los encuentros íntimos nos preocupa no alcanzar el orgasmo y eso impide que disfrutemos del proceso, se podría considerar que tenemos un problema al que hay que poner solución.

En estos casos, se recomienda consultar con un profesional de la salud mental, para que nos enseñe técnicas de control para manejar nuestro miedo excesivo a la anorgasmia.

2. Trastorno depresivo

La depresión es un estado mental que se caracteriza por una profunda tristeza, baja autoestima, inapetencia generalizada, decaimiento anímico y pérdida de interés por todo.

Por lo general, la depresión disminuye la líbido y hace que la primera etapa de deseo o excitación no tenga lugar, de manera que las demás fases de la respuesta sexual no llegan a aparecer y se producen dificultades para llegar al clímax.



Además, algunos fármacos indicados para tratar y controlar la depresión, en especial los recaptadores de serotonina, se han relacionados con problemas de retraso en el alcance del orgasmo y disminución del deseo sexual. Ante esta situación, tu psiquiatra valorará cambiar tu medicación o adaptar las dosis para reducir los efectos secundarios.

3. Baja autoestima y la anorgasmia

Mujer con depresión y la anorgasmia
La autoestima no solo afecta a nuestra propia imagen, sino también a nuestra forma de relacionarnos, incluyendo con ello, a nuestras relaciones sexuales.

La baja autoestima se define como la dificultad que tiene la persona para sentirse valiosa en lo profundo de sí misma, así como digna de ser amada por los demás. Esto puede influir negativamente en el disfrute de las relaciones íntimas, y por tanto, en el alcance del orgasmo.

Tener problemas con la imagen que tenemos de nosotros mismos afecta a casi cualquier aspecto de la vida cotidiana de una persona, haciendo que se vuelva más insegura y que en algunos casos rechace el contacto de cualquier tipo.



Una persona con baja autoestima no disfrutará de las relaciones sexuales y estas le generarán ansiedad y estrés. Para tratar de subsanar estos problemas y tener una mayor calidad de vida, se recomienda acudir a un profesional. A parte, comunícate con tu pareja y exprésale estas dificultades para sentir mayor seguridad en el contacto íntimo.

4. Falta de comunicación en la pareja

La falta de comunicación en la pareja puede ser debida a varios motivos. Si no nos sentimos relajados o en confianza con nuestra pareja sexual, es difícil que nos sintamos en libertad para expresar nuestras preferencias sexuales y por tanto, no disfrutemos de la relación íntima.

En muchas ocasiones, la anorgasmia se debe a una estimulación sexual inadecuada. Si no somos capaces de comunicar a nuestro compañero este tipo de problemas, es muy probable que no se produzca el orgasmo.

Además, si hay problemas en la vida cotidiana de la pareja, se van a ver reflejados en las relaciones sexuales, pues puede haber tensión ante situaciones no resueltas, ansiedad, disociación y pérdida de la intimidad.

En estos casos, se recomienda instaurar hábitos en la relación de pareja que favorezcan la comunicación y el entendimiento mutuo. De no ser suficiente, puede ser muy beneficioso acudir a un especialista para llevar a cabo terapia de pareja.

En definitiva, cualquier situación que genere estrés o ansiedad en la vida cotidiana de una persona se puede manifestar en las relaciones sexuales, por ello es muy importante aprender a cuidar de nuestra salud mental y dedicar tiempo al autocuidado.


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