Tipos de incontinencia urinaria y cómo prevenirla
Hay distintos tipos de incontinencia urinaria, así como son variadas las causas y síntomas que se experimentan. Entre los tipos más comunes se encuentran la de urgencia y la de esfuerzo.
Hay ocasiones en que la incontinencia es pasajera u ocasional. En estos casos puede deberse a una infección urinaria o al consumo de algún fármaco. Pero si es un problema habitual, debemos tomarlo en consideración y buscar tratamiento.
Si sufres algún tipo de incontinencia, sobre todo de esfuerzo, sigue leyendo para descubrir qué medidas tomar para mantenerla a raya y de qué manera algunos ejercicios pueden ayudarte.
Incontinencia urinaria: síntomas y causas
La incontinencia urinaria se define como la incapacidad para contener la orina en la vejiga. Los síntomas que suelen experimentarse pueden variar desde una filtración leve hasta la salida abundante e incontrolable de la orina.
El problema, verdaderamente, puede ocurrirle a cualquiera, pero es común que aparezca o se incremente con la edad. Del mismo modo, la prevalencia es mayor en mujeres, aún más tras la menopausia.
Además, la incontinencia puede estar asociada con embarazo, con algunos hábitos o enfermedades subyacentes. Entre las afecciones médicas que condicionan la aparición de este problema se encuentran:
- debilidad o, bien, hiperactividad de los músculos de la vejiga,
- infecciones u obstrucción de la vías urinarias,
- trastornos neurológicos, que afefctan los nervios que controlan la vejiga,
- agrandamiento de la próstata,
- estreñimiento.
En cuanto a los factores que pueden propiciar algunos tipos de incontinencia urinaria, se menciona el consumo de algunos alimentos o medicamentos, que pueden tener efecto diurético. Esto incluye:
- Bebidas alcohólicas,
- Café y otras bebidas con cafeína,
- Refrescos,
- Bebidas muy frías,
- Algunos edulcorantes,
- Comida picante o con muchos condimentos y especias,
- Frutos cítricos y altas dosis de vitamina C,
- Medicamentos antihipertensivos, relajantes musculares.
Distintos tipos de incontinencia urinaria
Tal como explican los profesionales del National Institute on Aging, existen varios tipos de incontinencia urinaria. Estos comprenden:
- Incontinencia de esfuerzo. Las pérdidas se producen al realizar acciones que incrementan la presión en el abdomen, como toser, estornudar, reír, levantar objetos pesados.
- Incontinencia urinaria por urgencia. La persona que la sufre siente una necesidad imperiosa de orinar y literalmente debe correr para llegar el baño.
- Incontinencia por rebosamiento. En este caso, debido a que cuando vamos al baño no vaciamos la vejiga por completo, se puede experimentar un goteo continuo.
- Incontinencia funcional. Se refiere a una discapacidad física o mental, enfermedad o trastorno, que afecta el funcionamiento de la persona y le impide llegar al baño a tiempo o realizar las acciones para miccionar.
Descubre más: 4 ejercicios para mejorar el suelo pélvico
Tratamientos y medidas para prevenir la incontinencia urinaria
Una evaluación exhaustiva a cargo del médico puede ayudar a determinar cuál es el tipo de incontinencia urinaria y lo que la produce. El tratamiento dependerá de la causa del problema que se tenga y lo que mejor se adapte al estilo de vida de la persona.
Por ejemplo, si está causado por una infección, se deben administrar antibióticos. En las mujeres, una crema vaginal de estrógeno puede ayudar a aliviar la incontinencia por urgencia. La cirugía, en algunas ocasiones, será la opción cuando hay un bloqueo o próstata agrandada.
Por otra parte, si el tipo de incontinencia es de urgencia o esfuerzo, y no se debe a ninguna causa grave, el especialista puede derivar a la persona a un fisioterapeuta de suelo pélvico. Este profesional te ayudará a retomar el control de los músculos de la zona, para evitar que sigas sufriendo pérdidas.
Pero también puedes tomar otras medidas que te ayudarán a prevenir accidentes. En este orden de ideas, hay algunos consejos que nos pueden ayudar, sobre todo en caso de incontinencia urinaria de urgencia:
- No consumir alimentos ácidos o picantes, pues estos irritan la vejiga.
- Controlar el consumo de cafeína, refrescos o alcohol, que hacen aumentar la diuresis.
- Como para cualquier problema de salud, una dieta equilibrada y un peso óptimo son fundamentales.
- Orinar frecuentemente, procurando establecer unas horas más o menos fijas.
- Usar ropa interior que sea fácil de poner o quitar.
Ejercicios de Kegel
En el caso de las mujeres post-menopáusicas, que es el más habitual, la causa suele ser una pérdida de elasticidad y tensión de los músculos del suelo pélvico. Esa falta de tensión se debe en parte a la caída en el nivel de estrógenos que conlleva la menopausia.
En las mujeres más jóvenes, la razón suele ser el embarazo y el parto. Pero en ambos casos, entre las medidas contra este tipo de incontinencia urinaria se pueden destacar los llamados ejercicios de Kegel.
Estos sencillos ejercicios ayudan a reforzar la musculatura de la zona, pero es importante realizarlos correctamente para que sirvan a los fines de la educación del suelo pélvico.
Para localizar estos músculos, imagina que quieres evitar que se te escapen gases intestinales. Ahora que sabes cuáles son, contráelos gradualmente contando hasta 5, como si estuvieras elevándolos poco a poco, mientras espiras.
Cuando los hayas elevado al máximo, intenta hacer 2 o 3 contracciones rápidas, como si los apretaras. Después, mientras inspiras, relájalos otros 5 segundos, sintiendo como descienden, sin empujarlos hacia afuera. Repite el ejercicio 3 veces al día, en ciclos de 12 a 15 repeticiones.
Es necesario que consultes con un profesional del suelo pélvico para que te asesore sobre cómo y cuánto debes hacer los ejercicios. Cada caso es diferente, y los ejercicios de Kegel no siempre son recomendables.
Para saber más: Los ejercicios de Kegel: fortalece tu suelo pélvico y mejora tu vida sexual
El tabú de la incontinencia
Además de las medidas contra los distintos tipos de incontinencia urinaria que te hemos mencionadao, el médico puede ofrecerte diferentes tratamientos, si el problema va a más y afecta a tu vida diaria y tus relaciones sociales.
No hay que dejar que un problema que tiene solución nos condicione por vergüenza o pudor. Hoy día este es un tema ampliamente tratado en las consultas médicas y de fisioterapia.
De todos modos, es importante tener en cuenta que para poder frenar el problema con eficacia y rapidez, lo más recomendable será siempre acudir a un profesional que trate directamente el caso concreto.