Tipos de incontinencia urinaria y cómo prevenirla
Hay distintos tipos de incontinencia urinaria. Entre las más comunes se encuentran la de urgencia y la de esfuerzo. Asimismo, son variadas las causas y síntomas que se experimentan.
Es oportuno señalar que, en ocasiones, este malestar es pasajero u ocasional. En tales casos, puede deberse al consumo de algún alimento o fármaco. Pero si es un problema habitual, tal vez se deba a una patología subyacente, en cuyo caso debemos tomarlo en consideración y buscar tratamiento.
Si sufres algún tipo de incontinencia urinaria, sobre todo de esfuerzo, sigue leyendo para descubrir qué medidas tomar para mantenerla a raya y de qué manera algunos ejercicios pueden ayudarte.
Distintos tipos de incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria se define como la incapacidad para contener la orina en la vejiga. Los síntomas que suelen experimentarse pueden variar desde una filtración leve hasta la salida abundante e incontrolable de la orina.
Tal como explican los profesionales del National Institute on Aging, existen varios tipos de incontinencia urinaria. Estos comprenden:
- Incontinencia de esfuerzo. Las pérdidas se producen al realizar acciones que incrementan la presión en el abdomen, como toser, estornudar, reír, levantar objetos pesados.
- Incontinencia urinaria por urgencia. La persona que la sufre siente una necesidad imperiosa de orinar y literalmente debe correr para llegar el baño.
- Incontinencia por rebosamiento. En este caso, debido a que cuando vamos al baño no vaciamos la vejiga por completo, se puede experimentar un goteo continuo.
- Incontinencia funcional. Se refiere a una discapacidad física o mental, enfermedad o trastorno, que afecta el funcionamiento de la persona y le impide llegar al baño a tiempo o realizar las acciones necesarias para miccionar.
Causas y factores de riesgo en la incontinencia urinaria
Si bien este es un problema que puede ocurrirle a cualquiera, es común que aparezca o se incremente con la edad. Del mismo modo, la prevalencia es mayor en mujeres, aún más tras la menopausia.
Entre otros factores que pueden aumentar el riesgo de padecer incontinencia urinaria se encuentran: el sobrepeso, que puede aumentar la presión sobre la vejiga, el tabaquismo y el tener antecedentes familiares.
Además, puede estar asociada con embarazo o con algunas enfermedades subyacentes. Entre las afecciones médicas que pueden ser causa de incontinencia urinaria persistente se encuentran:
- debilidad o, bien, hiperactividad de los músculos de la vejiga;
- infecciones u obstrucción de la vías urinarias;
- trastornos neurológicos, que afectan los nervios que controlan la vejiga;
- agrandamiento de la próstata;
- estreñimiento.
Asimismo, ciertos factores pueden desencadenar incontinencia urinaria transitoria; al respecto, se menciona el consumo de algunos alimentos o medicamentos, que pueden tener efecto diurético, tales como:
- Bebidas alcohólicas,
- Café y otras bebidas con cafeína,
- Refrescos,
- Bebidas muy frías,
- Algunos edulcorantes,
- Comida picante o con muchos condimentos y especias,
- Frutos cítricos y altas dosis de vitamina C,
- Medicamentos antihipertensivos y relajantes musculares.
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Tratamientos y medidas para la incontinencia urinaria
Una evaluación exhaustiva a cargo del médico puede ayudar a determinar cuál es el tipo de incontinencia urinaria y lo que la produce. El tratamiento dependerá de la causa del problema y lo que mejor se adapte al estilo de vida de la persona.
Por ejemplo, si está causado por una infección, se deben administrar antibióticos. En las mujeres, una crema vaginal de estrógeno puede ayudar a aliviar la incontinencia por urgencia. La cirugía, en algunas ocasiones, será la opción, cuando hay un bloqueo o próstata agrandada.
Por otra parte, si el tipo de incontinencia es de urgencia o esfuerzo, y no se debe a ninguna causa grave, el especialista puede derivar a la persona a un fisioterapeuta de suelo pélvico. Este profesional te ayudará a retomar el control de los músculos de la zona, para evitar que sigas sufriendo pérdidas.
Pero también puedes tomar otras medidas que te ayudarán a prevenir accidentes. En este orden de ideas, hay algunos consejos que nos pueden ayudar, sobre todo en caso de incontinencia urinaria de urgencia:
- No consumir alimentos ácidos o picantes, pues estos irritan la vejiga.
- Controlar el consumo de cafeína, refrescos o alcohol, que hacen aumentar la diuresis.
- Como para cualquier problema de salud, una dieta equilibrada y un peso óptimo son fundamentales.
- Orinar frecuentemente, procurando establecer unas horas más o menos fijas.
- Usar ropa interior que sea fácil de poner o quitar.
Ejercicios de Kegel
En las mujeres post-menopáusicas, la causa suele ser una pérdida de elasticidad y tensión de los músculos del suelo pélvico. Esa falta de tensión se debe en parte a la caída en el nivel de estrógenos que conlleva la menopausia.
Y en las mujeres más jóvenes, la razón suele ser el embarazo y el parto. Pero en ambos casos, entre las medidas contra este tipo de incontinencia urinaria se pueden destacar los llamados ejercicios de Kegel.
Estos ayudan a reforzar la musculatura de la zona; pero es importante realizarlos correctamente para que sirvan a los fines de la educación del suelo pélvico.
Para localizar estos músculos, imagina que quieres evitar que se te escapen gases intestinales. Ahora que sabes cuáles son, contráelos gradualmente contando hasta 5, como si estuvieras elevándolos poco a poco, mientras espiras.
Cuando los hayas elevado al máximo, intenta hacer 2 o 3 contracciones rápidas, como si los apretaras. Después, mientras inspiras, relájalos otros 5 segundos, sintiendo como descienden, sin empujarlos hacia afuera. Repite el ejercicio 3 veces al día, en ciclos de 12 a 15 repeticiones.
Es necesario que consultes con un profesional del suelo pélvico para que te asesore sobre cómo y cuánto debes hacer los ejercicios. Cada caso es diferente, y los ejercicios de Kegel no siempre son recomendables.
Para saber más: Los ejercicios de Kegel: fortalece tu suelo pélvico y mejora tu vida sexual
Complicaciones de la incontinencia urinaria
La incontinencia urinaria puede convertirse en un problema crónico, que conlleva diferentes complicaciones. Entre las mismas se mencionan:
- Afecciones cutáneas: si la piel de la zona está constantemente húmeda, puede haber erupciones.
- Infecciones urinarias: la incontinencia urinaria aumenta el riesgo de padecer infecciones de la uretra o la vejiga.
- Autoestima y vida social: la persona puede sentirse insegura, afectándose su autopercepción y disminuyendo su interés en la interacción social.
Cuándo acudir al médico
Además de las medidas contra los distintos tipos de incontinencia urinaria que te hemos mencionado, es importante que consultes al médico, quien puede ofrecerte diferentes tratamientos, si el problema afecta tu vida diaria y tus relaciones sociales.
No hay que dejar que un problema que tiene solución nos condicione por vergüenza o pudor. Hoy día este es un tema ampliamente tratado en las consultas médicas y de fisioterapia.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que, para poder frenar el problema con eficacia y rapidez, lo más recomendable será siempre acudir a un profesional, que trate directamente el caso concreto.