Resiliencia, capacidad para afrontar las adversidades
Tal vez te sorprenda esta afirmación, pero en cierto modo todos estamos programados para sobrevivir. Todos disponemos de la capacidad para hacer frente a las adversidades y seguir adelante. Solo hace falta conocer las pautas para practicarla.
Por ello, en este artículo queremos hablarte de la “resiliencia”, tanto de qué se trata como de las habilidades clave que facilitan su desarrollo. ¡Infórmate!
Todos disponemos de resiliencia
Podemos definir la resiliencia como la capacidad para afrontar situaciones difíciles, traumas y problemas complejos. Se manifiesta una vez que se acepta lo sucedido y se comprende que hemos de seguir avanzando en este mundo sin perder la ilusión.
Es decir, tiene lugar en los momentos en que asumimos que siempre es posible seguir adelante, aunque no olvidemos lo ocurrido.
Puede que te preguntes si todos tenemos esta capacidad de resiliencia o si solo es una aptitud para personas más especiales o capaces. Y la respuesta es que tanto tú, como yo o cualquier otra persona, incluso los niños, disponemos de esta habilidad indispensable que forma parte de nuestra inteligencia emocional.
El asunto es que la desconocemos. Y cuando finalmente sabemos que existe, vemos que cuesta mucho más ponerla en práctica. Sobreponerse al dolor emocional, levantarse, saber encontrar fuerzas y ganas por seguir siendo quienes somos, exige valentía y unas competencias básicas.
Claves para desarrollar la resiliencia
1. Autoconocimiento
- Es básico conocerse a uno mismo y saber cuáles son nuestros límites.
- Puede que unos aceptemos más o menos el que se limite nuestra libertad o que se nos manipule.
- Asimismo, puede que seas de las personas que no soportan la soledad o de las que valoran cierta independencia y no quieren ser controladas.
- Cada uno de nosotros tiene un límite, algo que debemos proteger para seguir siendo nosotros mismos. Es importante.
2. Iniciativa
El afrontamiento de una situación difícil exige iniciativa y valentía. Esto es imprescindible. Un claro ejemplo puede ser el caso en que se recibe el diagnóstico de una determinada enfermedad, ya sea propia o de alguna persona cercana. En esos momentos de nada sirve venirse al suelo y derrumbarse.
Por supuesto que tenemos derecho a sufrir el impacto durante unos días para asumirlo, pero después podemos levantarnos y continuar. Seguir adelante con ganas, fuerza y optimismo. Una recuperación siempre necesita del optimismo de la persona. Es importante tenerlo en cuenta.
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3. El compromiso
Compromiso con uno mismo, con los demás y con la vida para seguir existiendo, ilusionándonos y formar parte de un mundo y una familia que apuesta por nosotros y nos quiere.
El compromiso exige fuerza interior y autoestima. Requiere que seamos valientes y pongamos nuestro empeño en levantarnos para seguir siendo nosotros mismos. Podemos decir que es esa energía que nos empuja a encontrarnos mejor cada día para, poco a poco, volver a ser felices.
4. Aceptar el reto
La vida puede traernos tanto gratos regalos como tristes desencantos. En ocasiones, sin saber cómo o por qué, nos pone a prueba en situaciones muy difíciles. Sin embargo, vale la pena aceptar el reto e intentarlo.
Si nos rendimos, nos habremos perdido también a nosotros mismos. Incluso podemos caer en estados de desesperación o depresión en los será necesario un trabajo.
Entonces, aceptar el reto implica primero comprender por qué ha ocurrido dicho evento: una separación afectiva, un despido en el trabajo, la pérdida de alguien querido, una enfermedad… Luego, admitiremos que hemos de esforzarnos para afrontar lo ocurrido.
¿Qué puedo hacer? ¿He de pedir ayuda? ¿Me tomo un tiempo para pensar en mi y cuidarme más? Tomar decisiones es imprescindible. También lo es contar con el apoyo de alguien.
En cualquier caso es básico asumir lo ocurrido. Si nos desesperamos pensando solo en la tragedia, no habrá espacio para los pensamientos positivos.
De esta manera, trata de encontrar fuerzas en ti mismo, intenta ilusionarte de nuevo. La vida siempre merece segundas oportunidades y tú tienes todo el derecho a ser feliz de nuevo.
¡A entrenar la resiliencia!
A pesar de haber vivido situaciones realmente adversas, hay quienes incluso han cambiado su modo de vida.
Hablamos de aquellos que no solo han logrado superar con éxito lo ocurrido, sino que han salido reforzados con nuevas aptitudes. Ahora son capaces de enfrentarse a ese día a día que de forma continua parece ponernos a prueba.
Acepta lo ocurrido, asúmelo, y busca la ilusión en ti mismo para vestirte con esa armadura que te ayudará a sobreponerte y superar las dificultades.
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