¿Cómo se produce la leche materna?
Las mujeres embarazadas suelen percibir rápidamente los cambios en la apariencia y en la sensibilidad de las mamas. No obstante, mucha gente todavía desconoce el proceso fisiológico por medio del cual se produce la leche materna.
Por ello, hoy proponemos conocer mejor la anatomía del seno femenino y las transformaciones que permiten la producción de leche.
La anatomía del seno femenino
En primer lugar, para saber cómo se produce la leche materna, debemos comprender la estructura y las funciones de la mama.
La mama es una glándula compleja, compuesta mayormente por tejidos adiposos y conjuntivos. La principal función de estas estructuras es brindar protección y soporte a la región productora de leche.
A su vez, la producción de leche materna comprende diversos pequeños grupos de células diminutas llamadas alvéolos.
Una vez producido, el líquido debe viajar hasta los senos galactóforos, pasando por los conductos galactóforos. Estos últimos se encuentran detrás de la areola visible alrededor de los pezones, y actúan como depósitos de leche materna.
Descubre: La anatomía de la mama
¿Cómo se produce la leche materna? La succión del amamantamiento
La succión estimula las terminaciones nerviosas que se encuentran por todo el pezón y en la areola. Ello envía un mensaje al cerebro. Este, a su vez, responde con la orden de producción de dos hormonas: la prolactina y la oxitocina.
- Por un lado, la prolactina hace que los alvéolos absorban proteínas, azúcares y otros nutrientes de la corriente sanguínea. Esta será la base nutricional para la producción de la leche materna.
- La oxitocina permite que los alvéolos se compriman y puedan expulsar la leche para los senos galactóforos.
Cuando el bebé mama, el movimiento de su lengua y mandíbula ejerce una presión en los senos galactóforos. Ello permite que la leche fluya desde las mamas hasta los pezones. Estos cuentan con hasta 20 microaberturas por donde sale la leche.
Las trasformaciones del seno materno durante el embarazo
Visiblemente, observamos que las mamas aumentan de tamaño durante el embarazo. Además, las areolas y los pezones “se hinchan” y se oscurecen notablemente. En consecuencia, se facilita la succión y mejora el “agarre” del bebé, proporcionándole facilidad y confort. De hecho, es para esto que sufren este cambio.
De igual manera, en la areola, encontramos pequeñas protuberancias, denominadas glándulas de Montgomery, que pueden ser sentidas al tacto durante el embarazo.
Su acción produce un aceite natural. Su función es limpiar, lubricar y proteger los pezones durante todo el periodo de lactancia. Ello evita fisuras, heridas y daños derivados de la deshidratación y que pueden ocurrir fruto de la intensa succión.
Vale la pena recordar que, para higienizar las mamas, debemos utilizar agua o productos aptos para mujeres lactantes. Los jabones comunes y demás cosméticos pueden:
- Alterar la textura del seno.
- Remover el aceite protector.
- Irritar la boca y mucosas del bebé.
Alteraciones en la producción de leche materna: causas y síntomas
Muchas mujeres sufren con las alteraciones en la producción de la leche durante el embarazo o durante la lactancia. Los síntomas pueden ser leves, como dolores al amamantar, alteraciones en la bajada de leche o en su sabor.
- Un bebé saludable no debe rechazar la leche materna. Por ello, es esencial consultar inmediatamente al médico frente a cualquier cambio en el comportamiento del pequeño.
- En algunos casos, la mujer puede dejar de producir la leche materna en los primeros días de lactancia.
- También existen ciertos trastornos metabólicos que pueden impedir el debido desarrollo de los senos galactóforos.
Por ende, esto reafirma la necesidad de un acompañamiento médico durante todo el embarazo y la lactancia.
Descubre: Los beneficios de la lactancia materna
Causas asociadas a los problemas durante la lactancia
- Cansancio, agotamiento o estrés elevado.
- Estados de ánimo negativos, como depresión o irritación constante.
- Alteraciones emocionales: miedo, vergüenza, enojo, resentimiento, ira, etc.
- Técnicas y posturas inadecuadas al amamantar (que dificultan la succión del bebé).
- Amamantamiento deficiente (tempo insuficiente, largos periodos sin amamantar, etc.)
- Ambientes desfavorables: problemas familiares, lugares estresantes, rutina desequilibrada, etc.
- Perjuicios o miedos con respecto al amamantamiento. Como por ejemplo, el temor de sentir dolor al amamantar o de ser rechazado por la pareja.
- Congestión mamaria (común durante los primeros días de lactancia).
Como se puede percibir, las alteraciones en la leche materna tienen orígenes mayormente emocionales o psicológicos.
Finalmente, es fundamental proporcionar a la gestante y al bebé condiciones favorables para su desarrollo físico y emocional. Para ello, es necesario que la familia se comprometa con la calidad del embarazo y del amamantamiento.
Para saber más sobre cómo se produce la leche materna, y demás recomendaciones para una lactancia saludable, es fundamental consultar a un médico especialista.
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