Signos para detectar la anorexia y la bulimia
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Durante los últimos años se ha hablado bastante sobre la anorexia y la bulimia en la prensa, en internet… Y, a pesar de contar con información, no siempre podemos reconocer estos trastornos alimenticios en alguien que tenemos cerca. Por eso, a continuación te contaremos cuáles son sus principales signos y síntomas, para que puedas detectarlos a tiempo.
Anorexia y bulimia, más frecuentes en los jóvenes
Ambos trastornos alimenticios afectan más a adolescentes y están íntimamente relacionados con las falsas imágenes de belleza que promueven los medios de comunicación.
Los jóvenes consideran que estar gordos es sinónimo de fealdad y deriva en falta de aceptación por parte de los demás. Así, la inseguridad en relación a sí mismos y a su cuerpo puede llevar a muchos (mujeres principalmente, pero cada vez más hombres) a sufrir un trastorno de la alimentación.
Entre los trastornos más conocidos y frecuentes encontramos la bulimia y la anorexia. Ambas son graves, y afectan tanto el plano psicológico como al físico.
Es habitual que, en las primeras etapas de la enfermedad, los familiares o amigos no se den cuenta de lo que está sucediendo. En algunos casos, además, no se habla del tema por miedo a parecer entrometidos o fatalistas.
Por otro lado, la persona afectada puede sentirse avergonzada por lo que hace, y no se anima a comunicarlo a sus seres queridos por temor a los prejuicios o por creer que no existe una solución.
En muchos casos, no hablan sobre su enfermedad porque, sencillamente, no creen estar enfermos o no lo aceptan.
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¿Qué es la bulimia?
El primer paso para detectar este problema en un ser querido es conocer sus características principales.
La bulimia es un trastorno que, en líneas generales, consiste en darse atracones de comida de manera compulsiva. Luego, al sentirse culpables por la gran cantidad de comida ingerida, pueden intentar por todos los medios (principalmente mediante vómitos) eliminar lo ingerido.
Tras estos episodios, quizá la persona afectada no coma durante unos días, recayendo en un nuevo “atracón” posteriormente. Es decir, el afectado volverá a consumir más comida de la que su cuerpo o estómago puede soportar en un corto lapso de tiempo, y volverá a intentar vomitarla.
Esta ingesta en exceso casi siempre está compuesta por alimentos de alto contenido calórico como, por ejemplo, chocolates, pasteles, helados, etc.
La persona afectada, sintiéndose avergonzada por su conducta, suele ocultar los síntomas y comer a escondidas (por ejemplo, de madrugada o fuera de casa). Para compensar el “atracón” y la culpabilidad que sienten, suelen provocarse el vómito o purgarse usando laxantes y diuréticos.
¿Qué es la anorexia?
A diferencia de la bulimia –que es más difícil de detectar en los primeros momentos–, la anorexia es un trastorno alimenticio cuyos signos pueden ser más visibles.
El miedo obsesivo por engordar, bajar de peso demasiado rápido y no comer por períodos prolongados son las señales más evidentes.
La anorexia puede provocar desnutrición, fatiga, amenorrea y, en algunos casos, incluso la muerte. Por ello es tan importante prestar atención a los síntomas. Es una enfermedad, y debe ser tratada como tal.
Una persona con anorexia percibe su imagen corporal de una manera muy diferente a como es en realidad. Esto quiere decir que, por más que haya bajado de peso, incluso si se notan los huesos a través de la piel, puede seguir creyendo que está gorda.
La anorexia suele aparecer entre los 12 y los 25 años, siendo la etapa más crítica la adolescencia (de los 14 a los 19 años de edad). Además, suele ser más recurrente en las mujeres (la comparativa con pacientes hombres es de 1 a 10).
Es importante destacar que la anorexia influye y a su vez es también producto de la autoestima. En realidad, que no nos guste nuestro cuerpo es incluso algo normal en la etapa de la juventud. No obstante, cuando esta opinión se desvirtúa y la persona es incapaz de aceptarse o se ve de forma muy diferente a la real, afectando sus hábitos y su salud, entonces podemos hablar de un trastorno.
La anorexia es un trastorno complicado y difícil que implica numerosos riesgos para la salud. Dada su naturaleza psicológica, es importante que la persona afectada acuda a un especialista de la salud mental.
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¿Cuáles son las señales de bulimia y anorexia?
Es muy importante prestar atención a las personas que nos rodean, sobre todo si están en la etapa de la adolescencia y empiezan a mostrar signos de disconformidad extrema con su cuerpo.
Algunos posibles signos de bulimia y anorexia son los siguientes:
- Deshidratación.
- Práctica de dietas estrictas (no aconsejadas por los médicos). Miedo a subir de peso. Pérdida notable de peso o masa muscular.
- Alteraciones en la percepción de la imagen corporal. Mirarse al espejo continuamente.
- Alteraciones en el ciclo menstrual. Frío constante.
- Negación a comer frente a las personas. Excusas para no comer (estar muy ocupado, doler el estómago, etc.). Aislamiento social.
- Ejercicio excesivo. Hablar siempre del peso, las calorías o las grasas. Atracones incontrolados y a escondidas.
- Irritabilidad. Depresión y llantos descontrolados. Falta de motivación para realizar actividades cotidianas.
- Alteraciones del sueño e insomnio.
- Caries y pérdida de esmalte en los dientes. Uñas frágiles y caída de cabello.
- Debilidad y fatiga. Mareos y náuseas.
- Estreñimiento o sensación de indigestión.
- Consumo de diuréticos y laxantes. Abuso de pastillas para adelgazar.
En el caso de que alguien cercano a nosotros (amigos, hermanos, hijos, etc.) presente varios de estos síntomas, deberíamos tratar de comunicarnos con él o ella. Luego, deberíamos animarle a que tome la importante decisión de consultar con un psicólogo.
Es muy importante que la persona afectada comprenda que tiene un problema y que debe tratarlo. Igual de importante es que sepa que se trata de un trastorno que, afortunadamente, se puede revertir. Mediante la terapia adecuada, aprenderá a amarse a sí misma y a tener una relación sana con su cuerpo.
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