Síndrome de captura precordial: síntomas y causas

El síndrome de captura precordial se define como un dolor punzante y efímero en la parte delantera del pecho. No se trata de una condición grave, pero sí puede ser muy molesta.
Síndrome de captura precordial: síntomas y causas
Samuel Antonio Sánchez Amador

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 06 julio, 2023

El síndrome de captura precordial —también conocido como punzada de Teixidor— es una causa muy común de dolor torácico en niños de entre 6 y 12 años de edad. Este tipo de malestar supone hasta el 0,5 % de las visitas a urgencias en pediatría, pues los padres pueden confundirlo con un fallo cardiovascular grave.

El término «precordial» significa delante del corazón, por lo que el dolor se manifiesta en forma de punzadas en la zona frontal del pecho. Si quieres conocerlo todo sobre este evento clínico, sigue leyendo, pero te adelantamos que no debes preocuparte: se trata de una condición inocua y muy común en personas jóvenes.

Síntomas del síndrome de captura precordial

El síndrome de la captura precordial (PCS) se define como una serie de punzadas en el tórax anterior, habitualmente en la región paraesternal izquierda. Estos signos clínicos comienzan al agacharse o sin previo aviso, y duran de 30 segundos a 3 minutos. Suelen desaparecer por sí solos en poco tiempo.

Según folletos divulgativos de la organización Childrens Wisconsin, los síntomas son comunes en niños, adolescentes y adultos jóvenes a partir de los 20 años, que no tienen antecedentes de anomalías cardíacas. Algunos de los signos clínicos más típicos son los siguientes:

  • Dolor súbito que aparece en reposo, o cuando el paciente está sentado con los hombros encorvados.
  • Este malestar aparece en un sitio concreto del pecho, como si se tratara de el pinchazo de una aguja por dentro de la piel.
  • La condición empeora al respirar de forma profunda. 
  • Sucede por un periodo temporal muy breve. La frecuencia varía de 3 veces al día hasta una vez cada 8 meses, pero no está vinculado a procesos hiperventilatorios.

A pesar de que los síntomas pueden parecer graves, es muy importante mantener la calma. Este tipo de dolores se diferencian con facilidad de los ataques al corazón por un punto muy concreto: el dolor no es irradiado.

Eso sí, cuando este malestar comienza en el pecho y se disemina al cuello, la mandíbula, los hombros y los brazos, es esencial llamar a urgencias.

Síntomas del síndrome de captura precordial
El síndrome de captura precordial provoca punzadas en el tórax. Por eso, quienes lo padecen suelen preocuparse.

Causas del síndrome de captura precordial

Aunque se trata de una condición bastante común, estudios muestran que, en la mayoría de los casos, no se encuentran causas concretas para su aparición. De todas formas, se cree que los calambres musculares y el pinzamiento de los nervios intercostales, entre otras cosas, son posibles desencadenantes.

También se sospecha que el rápido y repentino crecimiento puede promoverlo, de ahí que sea mucho más común en personas jóvenes y niños. Las malas posturas, las lesiones en el pecho, el estrés y otros eventos que comprometan la estructura nerviosa y muscular también son candidatos para que ocurra.

Cuando aparecen estos síntomas, hay que mantener la calma. La preocupación puede propiciar que aparezca ansiedad, lo que empeora aún más el cuadro.

Diagnóstico

Tal y como indica el portal WebMD, el primer paso es realizar un examen físico en el paciente y preguntarle por signos y síntomas asociados. Si no se sospecha de una condición clínica subyacente, con una serie de análisis protocolarios es suficiente.

Por otro lado, si se sospecha de una enfermedad de índole cardíaca, se puede acudir a la realización de un electrocardiograma, una prueba de rayos X o un ultrasonido. Más que nada, estas pruebas se hacen con el fin de descartar patologías más graves.

Tratamientos disponibles

Como hemos dicho en líneas previas, el dolor provocado por el síndrome de captura precordial suele desaparecer solo. Por ello, no es necesario un tratamiento específico. De todas formas, en ciertos casos, el médico puede recetarle al paciente antiinflamatorios de venta libre para reducir el dolor, como el Motrin.

Además, es necesario considerar el estrés y la ansiedad como posibles fuentes del problema. Por ello, el abordaje psicológico es mucho más importante que el farmacológico en la mayoría de los casos. Deben seguirse las siguientes indicaciones:

  1. Explicarle al paciente que el dolor en el pecho es común en niños y jóvenes, sobre todo si el que lo sufre es un infante. Es necesario asegurarle que está bien y no debe preocuparse.
  2. Explorar posibles signos clínicos que destaquen cualquier problema circulatorio. Esto implica descartar las anginas, el prolapso de la válvula mitral, el síndrome de la pared torácica, entre otros.
  3. Describirle al paciente los síntomas típicos del síndrome de captura precordial. Se verá reflejado en ellos y, por tanto, se pondrá mucho más tranquilo.
  4. Hacer especial énfasis en que se trata de una condición inocua.
Terapia psicológica
La terapia psicológica suele ser más importante que la farmacológica a la hora de tratar el síndrome de captura precordial.

¿Qué hay que recordar sobre el síndrome de captura precordial?

El síndrome de la captura precordial es común e inofensivo. Una vez te lo hayan diagnosticado, el único camino posible en estos episodios es relajarse y mantener la calma. No sirve de nada preocuparse de algo que no tiene solución.

De todas formas, no todos los dolores torácicos se pueden justificar con el dolor precordial. Si presentas problemas cardíacos previos, el dolor cambia o se vuelve más frecuente, tienes nuevos síntomas o el malestar se irradia y no cesa con el tiempo, acude al médico de inmediato. En cuestiones cardiovasculares, siempre es mejor prevenir que curar.


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