Síntomas y tratamiento de la enfermedad celiaca
La enfermedad celiaca es un trastorno crónico del aparato digestivo donde, a la larga, se destruyen las vellosidades del intestino. Está causado por una respuesta inadecuada al gluten, la cual genera anticuerpos que destruyen el revestimiento del intestino. Esto reduce la absorción de nutrientes (malabsorción), produciendo un déficit de los mismos.
El gluten es una proteína que está presente en los cereales como el trigo, el centeno, la cebada, la avena y todos sus derivados. La glucoproteína gliadina, que interviene en la formación del gluten, es la que causa la intolerancia en la enfermedad celiaca. Esta condición permanecerá constante en el enfermo durante toda la vida.
La reacción celiaca de intolerancia es parcialmente genética. Normalmente, el 10 % de los familiares de primer grado de las personas que sufren esta enfermedad también la padecen según estudios. Por ello, identificar los síntomas de la enfermedad celiaca resulta fundamental para iniciar el tratamiento oportuno.
Síntomas de la enfermedad celiaca
La mayor parte de los síntomas gastrointestinales de la enfermedad celíaca son debidos al daño directo de la mucosa. Las manifestaciones clínicas suelen aparecer posterior a la ingesta de alimentos que contengan gluten. Dentro de los principales síntomas de esta patología destacan los siguientes:
- Distensión abdominal.
- Diarrea crónica.
- Cólicos abdominales.
- Flatulencias malolientes.
- Pérdida del apetito.
- Náuseas y vómitos.
Además, es posible presentar manifestaciones generales dentro de las cuales destacan el cansancio, la pérdida de peso inexplicable y los calambres. Los síntomas en niños celiacos son los mismos que se observan en los adultos. Sin embargo, se añaden, además, irritabilidad y retraso en el crecimiento, esto último causado por la deficiencia de nutrientes.
La enfermedad celiaca también se asocia con una erupción cutánea llamada dermatitis herpetiforme. Se trata de un sarpullido que aparece en los codos, las nalgas, el cuero cabelludo, el torso y las rodillas. Por fortuna, suele desaparecer al eliminar el gluten y con la ingesta de antibióticos.
Complicaciones
La principal complicación que presentan las personas celiacas es un síndrome de malabsorción intestinal, debido al daño a las vellosidades del intestino. La pobre absorción y la consiguiente carencia de nutrientes pueden generar las siguientes alteraciones:
- Anemia, por la carencia de hierro y vitamina B12.
- Retención de líquidos.
- Osteoporosis, por falta de calcio y vitamina D.
- Moretones, por falta de vitamina K.
- Daño nervioso, por falta de vitamina B12 y tiamina.
- Pérdida de masa muscular.
- Debilidad muscular, por poseer bajos niveles de magnesio y potasio.
Cuando la enfermedad celiaca no se trata, pueden existir problemas ginecológicos como falta de menstruación o infertilidad. En el embarazo, existe la posibilidad de sufrir un aborto espontáneo o bajo peso al nacer en el bebé de acuerdo con una publicación de la revista Obstetrics Medicine.
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Diagnóstico
El diagnóstico definitivo se realizará a través del estudio de los síntomas, la presencia de anticuerpos específicos y una biopsia. En primer lugar, el médico indagará sobre la aparición de las manifestaciones clínicas y su relación con la ingesta de alimentos.
Una vez establecida la sospecha, es posible que sea necesario un estudio serológico. Este tipo de estudios medirá la concentración de ciertos anticuerpos en el torrente sanguíneo. Los niveles elevados de anticuerpos contra el gluten definirá el diagnóstico de la enfermedad.
Por último, el médico indicará la realización de una biopsia intestinal, con la finalidad de evaluar el daño que haya podido sufrir la mucosa a causa de la enfermedad. De esta manera, podrá prever y tratar un síndrome de malabsorción intestinal.
Tratamiento de la enfermedad celiaca
Tal y como muestra este estudio, la enfermedad celíaca no tiene cura y el tratamiento consiste en una dieta libre de gluten de por vida. En este sentido, se deberán evitar cereales, como el trigo, la cebada, el centeno, la avena y todos sus derivados.
Hay que tener mucho cuidado con los productos procesados: salsas, helados, embutidos y conservas, por citar algunos ejemplos. Se deben leer adecuadamente todas las etiquetas, pues algunos productos pueden tener trazas de gluten.
Además, se debe tener cuidado con los medicamentos, ya que pueden contener gluten. También evitar la leche y los lácteos, porque la mayoría de celiacos no tratados pueden ser intolerantes a la lactosa.
Pasadas unas semanas en las que el paciente lleva una dieta sin gluten empezará a notar una mejoría de los síntomas. Por ello, hay que ser consciente de considerar la importancia de seguir la dieta. No obstante, la recuperación total puede tomar mucho más tiempo, de hecho, las biopsias intestinales siguen mostrando daño incluso años después de eliminar el gluten
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El control de la enfermedad es muy importante
Como puedes ver, la enfermedad celiaca es una patología relativamente común que genera múltiples síntomas que resultan muy incómodos. Por desgracia, no posee cura ni un tratamiento específico, por lo que la única forma de evitar su repercusión es eliminar la ingesta de gluten.
Mantener una dieta libre de gluten es de suma importancia para todas las personas celiacas, ya que solo de esta manera podrán evitar la aparición de los síntomas. Además, es posible reducir el daño a las vellosidades intestinales y mejorar la absorción de nutrientes, disminuyendo así la probabilidad de padecer complicaciones a largo plazo.
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